La temporada 2025 de Lando Norris quedará marcada como una de las más intensas, dramáticas y memorables en la historia reciente de la Fórmula 1. Un camino trazado entre la brillantez absoluta y los momentos de oscuridad; entre victorias impecables, abandonos dolorosos, una descalificación polémica y una lucha cuerpo a cuerpo con Max Verstappen y con su compañero de equipo, Oscar Piastri, que mantuvo en vilo al mundo entero hasta la última vuelta en Abu Dhabi.El británico inició el año como un piloto distinto: más maduro, más veloz y con un McLaren dispuesto a desafiar el imperio de Red Bull. La victoria en Australia, seguida de una cadena de podios en China, Japón y Bahréin, encendió las alarmas. Norris no sólo era rápido, era constante. La coronación en Mónaco, una de las carreras más simbólicas del calendario, confirmó que 2025 sería su temporada.Pero ningún título mundial se escribe sin turbulencias. En Canadá llegó el primer golpe: un abandono inesperado que frenó momentáneamente su ritmo, tras un accidente con Oscar Piastri. Después, tras la pausa de verano, la pesadilla se hizo más grande con otro DNF en Países Bajos, justo cuando Verstappen apretaba la clasificación. Y lo peor aparecería semanas más tarde: la descalificación en Las Vegas, un episodio que redujo su ventaja y puso el campeonato al rojo vivo.En medio de esa tormenta, Norris sostuvo la mirada. Ganó en Austria, Gran Bretaña, Hungría, México y Brasil, construyendo una temporada de siete triunfos, siete poles y dieciocho podios, cifras que por sí solas narran la fortaleza de su campaña. También brilló en los fines de semana sprint, con victorias en Miami y Brasil, demostrando que podía dominar cualquier formato.La lucha con Verstappen fue feroz. El neerlandés ganó más carreras (ocho), presionó como nunca y llevó el duelo a un plano psicológico que sólo los grandes soportan. Norris resistió. Cada domingo se convirtió en una prueba mental para no ceder, para seguir sumando incluso en días complicados como Azerbaiyán o Qatar.Y así llegó Abu Dhabi. El británico sólo necesitaba un podio. Ni más ni menos. Mientras Verstappen volaba hacia la victoria y Piastri presionaba por el título, Norris manejó con frialdad quirúrgica. No arriesgó, no tembló, no se distrajo. Cruzó la meta tercero, suficiente para alcanzar la gloria con 423 puntos, apenas dos más que Max.En Yas Marina levantó el puño al cielo. No fue el triunfo del día, fue el triunfo de un año entero. Lando Norris: campeón del mundo. Una frase que parecía escrita para el futuro, pero que por fin pertenece al presente.* * * Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp * * AS