Jueves, 18 de Abril 2024

Veloz y limpio, sexto encierro de San Fermín

Las reses, de la ganadería de Victoriano del Río Cortés, realizaron el recorrido hasta la plaza de toros en dos minutos y veinte segundos; hubo dos heridos

Por: El Informador

Los toros de la ganadería madrileña de Victoriano del Río Cortés a su paso por la Cuesta de Santo Domingo durante el sexto encierro. EFE/J.P. Urdioz

Los toros de la ganadería madrileña de Victoriano del Río Cortés a su paso por la Cuesta de Santo Domingo durante el sexto encierro. EFE/J.P. Urdioz

Los toros protagonizaron hoy un encierro veloz y limpio en el sexto día de los Sanfermines, sin que se produjera ningún herido por hasta entre los corredores, aunque sí uno con traumatismo craneoencefálico y otro con contusiones.

Las reses, de la ganadería madrileña de Victoriano del Río Cortés, salieron de los corrales a las 8:00 horas en punto (6:00 GMT) y realizaron el recorrido hasta la plaza de toros en dos minutos y veinte segundos, acompañados por la lluvia.

La manada estuvo liderada en gran parte del recorrido por dos toros negros y cerrada por un castaño que, aunque se separó en algunos momentos de sus hermanos, no llegó a quedarse descolgado.

Con una menor presencia de corredores, se vivieron algunos momentos de tensión en dos lugares emblemáticos del recorrido: la curva de la Estafeta y en Telefónica.

Los animales hacen su entrada en el callejón de la Plaza de Pamplona. EFE/V. López

Los bravos, acompañados de los cabestros salieron agrupados, aunque a lo largo del recorrido un toro comenzó a quedarse rezagado.

El grupo atravesó con velocidad la plaza del ayuntamiento, cruzó la calle Mercaderes y se dirigió hacia la curva de Estafeta, donde algunos corredores quedaron atrapados entre la pared y los toros.

La torada se fue estirando, abriendo huecos entre los astados, que a más de un mozo golpearon con la frente haciéndoles caer al suelo.

En Telefónica un victoriano resbaló y se repitieron las caídas de los corredores, que provocaron momentos de peligro y de tensión, al igual que en el callejón de acceso a la plaza, donde otro de los morlacos se acercó al vallado derecho pasando sus cuernos junto a la cara de un corredor.

En los últimos metros, el grupo se dividió en dos y así entraron de tres en tres en el coso, donde se dirigieron a los chiqueros sin problemas.

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