La historia se ha vuelto a repetir. La Selección mexicana ha dicho adiós a la Copa del Mundo de Rusia 2018 durante la mañana de este lunes, en la que decenas de tapatíos vibraron y sufrieron con la derrota del ''Tricolor'' a manos de Brasil en los Octavos de Final. El Pistones Sports & Food Garage fue uno de los recintos en los que más afición se congregó con la esperanza de ver a su equipo. Desde antes del silbatazo inicial, las camisetas verdes fueron el artículo más visto en todo el lugar. Ya fuera con el dorsal 22 del ''Chucky'' Lozano o el 14 del ''Chicharito'' Hernández, los seguidores del combinado nacional estuvieron expectantes en todo momento. Los gritos de ''Vamos México'' comenzaron a hacer acto de presencia y el algarabío en cada jugada en la que se presumía el peligro aumentaba para después disminuir con el ''ahh'' de exhalación de todos los presentes apoyando a los suyos. Desde temprana hora las bebidas no faltaron, aunque todas sin alcohol, para acompañar el desayuno. No faltaba quien mordiera el sándwich de la desesperación, quien pidiera más de un café para los nervios o para apaciguar el dramatismo que estaba por venir. Concluyó el primer tiempo, algunos se levantaron a estirar las piernas, la siempre efectiva ida al baño o salir a fumar un cigarro. Quienes estaban con su familia, comentaban las incidencias del juego, que en ese momento estaba empatado. La segunda mitad fue un vendaval de emociones. De nuevo los gritos de aliento a la distancia, el murmullo y la queja cuando un jugador mexicano se equivocaba, aunque esto se borró por un momentos con el primer gol de los brasileños. Pese a lamentarse por tener el marcador en contra, los ahí presentes volvieron a lo suyo. El ''Venga, vamos, sí se puede'' volvió a escucharse tal y como se ha escuchado cada cuatro años. Al final, Brasil puso la puntilla a los verdes, el silbatazo final se escuchó seco. Llegó la hora de pagar la cuenta, de lamentarse, de sufrir y de resignarse, así, como ha ocurrido cada cuatro años.OF