Hasta hace poco, Las Vegas era un destino prohibido, casi tabú para la NFL. Sin embargo, la proliferación, regulación y legalización de las apuestas han sido el cambio de timón que permitió que el Super Bowl LVIII se realice en la llamada "ciudad del pecado".No solo la relación ha cambiado. Este 11 de febrero, cuando se ponga en marcha el Super Bowl, Las Vegas se convertirá en la primera ciudad en haber recibido un Pro Bowl, un Draft y el partido más importante de la temporada.La regulación de las casas de apuestas hizo de esta ciudad un verdadero oasis en el desierto para la liga que comanda Roger Goodell, pues para esta edición se espera que haya una derrama económica de entre 600 y 700 millones de dólares entre viajes y apuestas. Para este fin de semana se espera que por lo menos 300 mil personas se presenten en Nevada para disfrutar del partido en los casinos y resorts del lugar. Las Vegas está intentando reinventarse y no ser únicamente el lugar para apostar, también para un fin de semana inolvidable donde se puedan encontrar espectáculos como el que U2 ofrece en la recién inaugurada "Esfera", la residencia de Adele y un partido de NFL, un partido de hockey, peleas de UFC o una gran función de box.En el 2025 llegarán las Ligas Mayores con los A's de Oakland que migrarán a Nevada y también buscan tener un equipo de NBA. La visita de la NFL a la ciudad fue más rápido de lo que se anticipaba, pues, originalmente, la edición LVIII se jugaría en Nueva Orleans, pero la expansión del calendario causaba conflicto con el Mardi Gras (carnaval) por lo que Nevada levantó la mano y se preparó en un tiempo récord de dos años y dos meses.*Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsAppOF
