Armando “la Hormiga” González vivió una de las noches más significativas de su carrera al marcar su primer gol en un Clásico Nacional, en la victoria de Chivas sobre América. El delantero no solo celebró la anotación, sino que también evocó la memoria de su padre, quien hizo lo mismo frente a las Águilas en la temporada 1992-93.Al término del encuentro, González no ocultó su emoción. “Muy contento, más allá de la victoria, que era algo que este equipo ya merecía por todo lo que habíamos trabajado y no se nos había dado. Estoy orgulloso de todo el esfuerzo que hicieron mis compañeros desde el primer minuto de la semana que preparamos este clásico”, señaló.Sobre la clave para imponerse a un América que llegaba como favorito, el atacante rojiblanco fue claro: “Estábamos motivados, queríamos una victoria como diera lugar y lo fuimos a buscar desde el primer minuto”.El momento más especial llegó al hablar de su anotación. “Es algo que desde el clásico pasado me quedé con esa espina, porque no pude meter gol. Pasé viendo toda la semana el gol que metió mi papá en un clásico, quería hacerlo yo también. Gracias a Dios se pudo y estoy muy contento porque mi papá estaba en el estadio y pudo ver que anoté, como él lo hizo en su momento”.La “Hormiga” González no solo se ganó el reconocimiento de la afición con su gol, sino que también escribió un capítulo emotivo en la historia de la rivalidad más grande del futbol mexicano, en un juego que quedará grabado para él y su familia.