Jueves, 25 de Abril 2024

Casi cinco décadas de sequía

A pesar de que la franquicia revivió en la Liga del Pacífico, ya tenía una historia en la liga de verano, donde ya había probado las mieles del triunfo

Por: El Informador

El mánager Benjamín “Cananea” Reyes es bañado por miembros del equipo de Charros durante los festejos por el título obtenido en 1971. EL INFORMADOR

El mánager Benjamín “Cananea” Reyes es bañado por miembros del equipo de Charros durante los festejos por el título obtenido en 1971. EL INFORMADOR

La pasión por el beisbol ha invadido a la Perla Tapatía con el primer campeonato de los Charros de Jalisco en la Liga Mexicana del Pacífico, pero antes de que los albiazules tocaran la gloria por primera vez en este circuito, ya se habían logrado triunfos memorables durante su estancia en la Liga Mexicana de Beisbol.

La noche del pasado lunes, Guadalajara y todo Jalisco rompieron un ayuno de casi 48 años sin celebrar un campeonato del Rey de los Deportes. Y es que la última vez que un equipo de beisbol jalisciense se había coronado sucedió la noche del  18 de agosto de 1971, cuando los Charros de Jalisco sumaron su segundo campeonato jugando pelota veraniega.

Aquella ocasión quedó registrada en los archivos del beisbol nacional como una de sus noches más sorpresivas, ya que en toda su historia, ningún equipo de cualquier Liga profesional realizó la hazaña que hasta hoy identifica a los Charros de Jalisco: ganar una Final tras haber perdido los primeros tres encuentros.

En aquel entonces, Jalisco era dirigido por un joven mánager, que también se desempeñaba como pelotero y  que a la postre se convertiría en una leyenda del beisbol de México y Latinoamérica: Benjamín “Cananea” Reyes.

¿Cómo sucedió?

En aquella temporada, Jalisco se coronó campeón de la Zona Sur al ser el líder de victorias en la campaña regular con marca de 82 triunfos y 65 derrotas. Lo mismo sucedió con los Saraperos de Saltillo en la Zona Norte, por lo que ambas novenas disputarían el campeonato de la Liga Mexicana de Beisbol.

El Estadio Ignacio M. Calderón, conocido también como Parque Tecnológico de la UdeG, albergó los primeros dos juegos de la Serie Final, con triunfos para el conjunto de Coahuila.

Para el tercer encuentro, celebrado en el Estadio Francisco I. Madero, los Saraperos sumaron una nueva victoria al imponerse por pizarra de 6-3, sin embargo, la lluvia hizo de las suyas en el cuarto encuentro, por lo que un día después se disputó una doble cartelera la tarde del 15 de agosto.

Charros reaccionó y se impuso 6-3, y en el quinto de la serie ganó 3-2.

De regreso en Guadalajara, los Charros igualaron la serie al ganar de nueva cuenta por pizarra de 3-2. Ya para el séptimo juego, el Tecnológico se convirtió en un auténtico manicomio, los de Jalisco ganaron por pizarra de 5-1 y la hazaña se logró. 

Los artífices del título

Para aquella temporada, el presidente de los jaliscienses fue el doctor Álvaro Lebrija, quien armó un equipo competitivo con una buena base de peloteros mexicanos.

Aquel equipo fue dirigido por Benjamín “Cananea” Reyes, quien llegó para la temporada 1971 al equipo con cargo de mánager y jugador.

Jalisco contaba con pitchers de primera línea como Cecilio Acosta, Enrique Romo y Guillermo Raygoza, sin embargo, estos fueron cesados del equipo por indisciplina, por lo que Reyes tuvo que jugar con peloteros jóvenes.

Entre ellos destacó el caso de Maximino León, quien se convirtió en uno de los emblemas históricos de Charros. En aquel equipo también participaron elementos como Roberto Méndez, Benjamín “Chata” Cerda y  Manuel Lugo, entre otros.

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