En cuanto se abrió el telón del Teatro Degollado, la atmósfera se impregnó de tradición, orgullo y música. Era sábado por la noche, pero no se trataba de cualquier velada pues el Mariachi Nuevo Tecalitlán celebraba seis décadas de existencia, y lo hacía como mejor sabe, con un concierto lleno de emotividad, historia y raíces sonoras, en el marco del Festival Cultural de Mayo.Poco a poco, el público —en su mayoría adultos con rostros que reflejaban familiaridad y nostalgia— fue tomando sus lugares. El recinto, uno de los más emblemáticos de Guadalajara, se fue llenando de alegría. A las 20:45 horas, el telón virtual se abrió con un video que recorrió los orígenes del mariachi homenajeado, destacando su evolución desde su fundación en 1965 hasta convertirse en uno de los conjuntos más representativos del país.Fue entonces cuando las primeras notas musicales comenzaron a sonar. Ataviadas con trajes blancos impecables, las integrantes del Mariachi Femenil Nuevo Tecalitlán hicieron su aparición, marcando el inicio de una noche donde el escenario sería compartido entre distintas generaciones de músicos. Con una pieza que mencionaba orgullosamente el nombre del ensamble, las mariachis iniciaron su participación seguidas por un popurrí de Agustín Lara que incluyó la emblemática “Granada”. Las emociones escalaron con una selección de temas que rindieron tributo al amor y a la pasión: “A mi manera”, “Bésame mucho” y “Cuando, cuando”.Uno de los momentos más vibrantes fue su homenaje a la Revolución Mexicana, con piezas como “La Soldadita”, “Adiós del soldado”, “Valentina” y “La Cucaracha”. En este bloque, el Ballet Folklórico Nuevo Jalisco aportó aún más fuerza visual desde un nivel superior del escenario, dotando de dramatismo cada estrofa. Tras media hora de entrega, el mariachi femenil se despidió entre aplausos con un popurrí en honor a Lola Beltrán.Enseguida, Ángel Martínez, director del Mariachi Nuevo Tecalitlán, tomó el micrófono para recordar el significado de la noche: “Estamos festejando 60 años de esta institución que tiene ya tres generaciones en nuestra familia, por la cual han pasado muchos integrantes. Hoy por la tarde les rendimos homenaje a varios de ellos, incluyendo a dos de los fundadores que aún viven. Este mariachi es orgullosamente tapatío, hecho en Jalisco, o como decimos también, ‘Made in México’”.Con esas palabras, la agrupación principal tomó el escenario. El repertorio inició con una pieza de su autoría, “Gallo de pelea”, seguida por “Nuevo Huapango” y la potente “¡Viva Jalisco!”, que encendió el fervor del público. A esta secuencia se sumó un popurrí de José María Napoleón y “María de todas las Marías” de Juan Gabriel, que dejaron ver la versatilidad y riqueza emocional del mariachi. El bloque “Sentimiento Ranchero” dio paso a un homenaje a Vicente Fernández, donde más de uno se unió desde sus butacas con coros y ovaciones.El clímax llegó con la incorporación del Mariachi Femenil Nuevo Tecalitlán. Juntos interpretaron una versión vibrante del “Huapango de Moncayo” y un set especial dedicado a Canadá, país invitado del Festival. El mariachi sorprendió al público con arreglos de “My Heart Will Go On”, de Céline Dion, y “Have You Ever Really Loved a Woman?”, de Bryan Adams, mostrando su capacidad de adaptarse a otros géneros sin perder su esencia.La noche cerró con una explosión de color y tradición. El Ballet Folklórico Nuevo Jalisco volvió al escenario para una Fiesta Ranchera, mientras que el Mariachi Los Peques NT se unió al resto de las agrupaciones. Todos juntos interpretaron “El Son de la Negra” dando cierre a la velada.NA