Con una trayectoria de más de 15 años en la gestión cultural, tanto en instituciones como desde la trinchera independiente, Daniela Yoffe Zonana asumió en abril la Coordinación General de Extensión y Difusión Cultural de la Universidad de Guadalajara (UdeG), una de las áreas más emblemáticas en la vida universitaria. Su llegada marca una etapa de continuidad y renovación en una estructura que, según afirma, “cuenta con cimientos muy sólidos y un equipo con una gran experiencia”.Este nombramiento forma parte de los ajustes promovidos por Karla Planter Pérez, rectora general de la institución, quien ha apostado por un fortalecimiento del vínculo entre la universidad y su comunidad a través de la cultura.Yoffe, quien previamente estuvo al frente de la Coordinación de Artes Escénicas y Literatura en la propia universidad y fue directora cultural de la Embajada de Israel en México, reconoce con entusiasmo la magnitud del reto. “Estoy muy contenta, muy entusiasmada y también nerviosa de este gran reto que se me encomienda”, dijo en entrevista con EL INFORMADOR.Al asumir el cargo, la gestora encontró un terreno fértil para sembrar nuevas ideas. “Hay unos cimientos muy sólidos. Vengo de una de las áreas de cultura con muchos años de trabajo, y tengo la fortuna de llegar a una coordinación que está conformada por gente sumamente valiosa, con muchísima experiencia, que saben lo que tienen que hacer”.Su experiencia en el sector independiente ha sido clave para construir una visión sensible sobre las necesidades del ecosistema cultural. “He aprendido muchísimo. Una buena parte de mi experiencia ni siquiera ha estado al frente de instituciones públicas, sino desde el mundo independiente. Ahí uno conoce una verdadera realidad de lo que es hacer cultura en nuestro país”, comenta. Esa vivencia, asegura, le ha permitido valorar aún más el compromiso institucional de la UdeG con la cultura.Uno de los desafíos estructurales que identifica Yoffe es el presupuesto. “Siempre decimos que no hay dinero que alcance. La creatividad no tiene límites, esa es la belleza, pero hacer gestión presupuestal siempre es difícil”. Aun así, reconoce que Jalisco tiene una ventaja comparativa importante gracias a una comunidad artística vasta y talentosa, así como a la presencia de múltiples instituciones comprometidas.Pero más allá de los retos, la funcionaria subraya la responsabilidad que implica estar al frente de una de las instancias culturales universitarias más relevantes del país. “Uno de los grandes retos es la continuidad, es estar a la altura de todo lo que la universidad ha hecho en términos de infraestructura, de profesionalización. La cultura y las artes deben ser transversales. Nos interpelan a todos”.Yoffe comparte que ya perfila líneas de acción concretas. Uno de los proyectos es la celebración por los 30 años del festival Papirolas, un evento que ha logrado articular a múltiples áreas universitarias, desde CUCEI hasta el Instituto Transdisciplinar de Investigación y Servicios (ITRANS), con compañías artísticas locales y foráneas. “Vamos a darle continuidad a estos proyectos y fortalecerlos. Lo van a ir viendo en la programación, en las convocatorias”, anticipa.Además, se están ejecutando importantes remodelaciones en el Teatro Vivian Blumenthal y el Teatro Experimental de Jalisco. “Actualmente se están haciendo dos remodelaciones muy grandes. Primero en el Vivian Blumenthal, y en cuanto concluyan ahí, comenzaremos en el Experimental. Son trabajos estructurales, algunos muy visibles como la duela o los baños, otros más técnicos, pero igual de importantes”.También está en marcha un replanteamiento en los contenidos y programación de eventos; esto de la mano del Consejo de Contenidos, el órgano colegiado responsable de la programación cultural en espacios como el Estudio Diana y los teatros de la red UdeG. “El trabajo con el consejo es muy interesante porque incluye representantes externos de danza, teatro y música. Estamos planteando nuevas líneas programáticas que pronto se van a definir”, señala.Pero quizá su mayor convicción radica en el papel transformador del arte y la cultura en la vida social. “Creo que ya no podemos ser distantes. Tenemos que estar al tanto de nuestra comunidad universitaria y de la sociedad jalisciense. Parte de nuestra labor desde la extensión cultural es propiciar el diálogo, la cercanía, la reflexión”, afirma.Para ella, las artes no son un accesorio, sino un vehículo poderoso para cuestionar y reconstruir los paradigmas actuales. “Tenemos que replantearnos cómo vemos el mundo, desde el calentamiento global hasta el avance tecnológico. Y lo que hacemos desde esta área no es ajeno a eso, al contrario, es un canal para dialogar con la sociedad”.Finalmente, Yoffe deja clara la brújula de su gestión. “Yo quiero mantener de forma transversal en todo lo que haga esta coordinación ese sentido de comunidad, de cercanía. Porque eso es lo que tienen las artes, eso es lo que hace la extensión: encontrarnos con otro ser humano”.Con proyectos como Rugido UdeG, Yoffe ha sido testigo directa del impacto que tiene la apropiación cultural por parte del estudiantado. “Se ha conformado una verdadera familia. Seguimos en contacto con los chavos que participaron, incluso con los que no llegaron a la final. Hemos empezado a generar una comunidad que se entere que estos espacios son de ellos”.Sin embargo, reconoce que la descentralización es fundamental para democratizar el acceso cultural. Recuerda una anécdota que la marcó durante una visita a Tepatitlán. “Platicábamos con unas chicas, una de ellas no contaba que había estudiado a escondidas de su familia, porque le era imposible venir a Guadalajara. Gracias a los centros universitarios pudieron tener acceso a la educación. Eso es parte de lo que queremos seguir fortaleciendo: ir allá, porque no todos pueden venir a Guadalajara”.En ese sentido, su propuesta se basa en una visión bidireccional: tanto invitar a los estudiantes a apropiarse de los espacios universitarios como llevar contenidos culturales a las regiones del Estado. “Tenemos que pensar en esta descentralización, en cómo cada región tiene circunstancias distintas, y cómo podemos adaptar la oferta cultural a esos contextos”.