Viernes, 26 de Abril 2024

Ocho años sin Saramago

Ayer se conmemoró en Lisboa el octavo aniversario luctuoso de José Saramago, el escritor portugués Premio Nobel de Literatura

Por: El Informador

Pilar del Río. Es la viuda de José Saramago y la directora de la fundación que lleva el nombre del escritor. EL INFORMADOR/J. Pérez

Pilar del Río. Es la viuda de José Saramago y la directora de la fundación que lleva el nombre del escritor. EL INFORMADOR/J. Pérez

Ubicada en un edificio del siglo XVI, la Fundación José Saramago tiene varios propósitos principales: la declaración de los deberes humanos y la promoción de literatura en lengua portuguesa, platicó Ricardo Viel (director de comunicación de la fundación). Pilar del Río, viuda de José, detalló el primer punto: los deberes humanos. Quien también fuera la traductora del autor señaló que cuando Saramago recibió el Nobel fue el aniversario de la Declaración  universal de los Derechos Humanos.

La carta de los deberes humanos está ya publicada en el sitio web de la UNAM, y fue redactada por varios juristas internacionales. Pilar adelantó que el 10 de diciembre próximo se hará la presentación, todavía con los asistentes por confirmar. Ese día se cumplirán 70 años de la Declaración de los Derechos universal de los Derechos Humanos y 20 años de la ceremonia de entrega del Nobel a Saramago. Para Pilar, en concordancia con el modo de pensar de José, los deberes humanos son una responsabilidad de los ciudadanos.

En cuanto a otra de las vocaciones de la Fundación Saramago, agregó Pilar, está la divulgación de la literatura portuguesa. Un emblema de esa faceta es el premio que lleva su nombre, dedicado a escritores menores de 35 años (y cuyos ganadores tendrán presencia en la próxima FIL). Además, de parte de la fundación también se proponen autores de lengua portuguesa para otros premios.

En la fundación se expone una muestra de la vida y obra de José Saramago: páginas manuscritas, pruebas de galera con sus anotaciones, recortes de periódico, sus credenciales de escuelas y bibliotecas que frecuentaba, sus agendas, entre otros documentos. También se exponen ediciones en las múltiples lenguas que han traducido la obra del portugués. El archivo completo de Saramago se resguarda en la Biblioteca Nacional de Portugal, mientras su biblioteca personal permanece en Lanzarote, donde vivió los últimos años de su vida.

Jorge Pérez/ Enviado a Lisboa

Fundación. Bajo el olivo que aparece en primer plano se encuentran las cenizas de Saramago; al fondo está la fundación. EL INFORMADOR/J. Pérez

Anecdotario del Nobel

Pilar recordó la anécdota de cómo Saramago se enteró de que la Academia Sueca lo había nombrado como ganador del Nobel: fue en el aeropuerto de Frankfurt, antes de salir de la ciudad, cosa que no pudo hacer porque tuvo que regresar a la feria del libro. Fue una azafata quien conectó la llamada y le comunicó la noticia: “No puede tomar el vuelo porque le dieron el Nobel”, le dijo.

Ricardo Viel apuntó que en su investigación para el libro descubrieron que la decisión de darle el Nobel se tomó una semana antes, y no la mañana misma del anuncio, como afirma el comunicado.

Nuno Júdice, poeta que estará en la FIL como parte del programa literario de Portugal como invitado de honor, rememoró que Saramago tenía programada una actividad en París, donde Nuno trabajaba en la gestión cultural: la conferencia no se canceló, sino que se cambió de lugar a un espacio mayor que se llenó. El límite de la Academia Sueca para la entrega del discurso tuvo que ponerse, pues José seguía en Francia.

Pilar del Río citó a García Márquez, quien le comentó a Saramago que Pablo Neruda escribió su discurso de aceptación del Nobel en los cafés parisinos, en las servilletas de los lugares.

Novedades literarias

La bibliografía de José Saramago todavía tiene varias sorpresas para sus lectores. En la Feria Internacional del Libro de Guadalajara se presentará un libro inédito de José, que ya se encuentra en proceso de edición. Por parte de Ricardo Viel, otra novedad que llegará a las librerías es una antología de cartas que recibió Saramago tras el anuncio de que recibiría el Premio Nobel de Literatura en 1998. El título es “Un país levantado en alegría”, y recoge testimonios de autores famosos (algunos también ganadores del Nobel) y lectores anónimos. Fueron miles las misivas que el portugués recibió como felicitación por el reconocimiento a su obra. Una característica de los mensajes, comentó Ricardo, es la sensación de agradecimiento que sus lectores, amigos y colegas le expresan. La respuesta colectiva de Saramago fue que tanto lectores como autores hacen la historia de la literatura portuguesa.

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