El Ayuntamiento de Guadalajara inauguró ayer las dos esculturas más recientes del programa de Arte Público. Tras “Pluma” de Pedro Escapa, “Sincretismo” de Ismael Vargas, “Abundancia” y “Alegría” de Sergio Garval, “Árbol adentro” de José Fors y el conjunto escultórico de José Dávila, ahora se suman “Reminiscencia” del escultor Rafael San Juan y “Biblioteca vacía” del artista contemporáneo Jorge Méndez Blake. El costo de la pieza de San Juan fue de dos millones 88 mil pesos y la de Méndez Blake de 2.7 millones de pesos. En total el programa costó cerca de 40 millones.Fabricada con concreto y acero, “Biblioteca vacía” de Jorge Méndez Blake está ubicada sobre Avenida México en su cruce con la calle Beethoven. El artista habló de su proyecto, en el que trató de reflexionar cómo la cultura afecta a la ciudad, cómo se preserva y distribuye en las futuras generaciones. La obra se inserta en su línea de trabajo en donde las referencias literarias son una constante. La construcción evoca “libreros” vacíos sobre el camellón de la vialidad.Antes de cortar el listón, el presidente municipal interino (Enrique Ibarra) comentó el gusto de seguir con este programa, que en sus palabras enriquece el patrimonio y el paisaje de la ciudad. La cultura es un elemento de cohesión, agregó.En la ceremonia, Susana Chávez, directora de Cultura, leyó una semblanza del artista, nacido en Guadalajara en 1974 y ya con una amplia trayectoria de exposiciones en Estados Unidos y Europa, además de México.La pieza “Reminiscencia” se encuentra justo en medio del Puente Matute Remus de la Avenida Lázaro Cárdenas, antes de su cruce con Avenida López Mateos. La pieza muestra un rostro femenino, construido por el escultor con acero forjado, soldado y conformado (con material reciclado). Sobre ella, el artista dijo: “Conocer es recordar”, en referencia al título y a su ubicación, al dar la bienvenida a la ciudad por la fluida vialidad. Su meta es “que quede la pieza y que conviva con los ciudadanos y con los turistas”. Enrique Ibarra expresó su deseo de que la pieza sea efectivamente congruente con su título: “Que se recuerde”.Originario de Cuba, Rafael habita en la capital de Jalisco desde hace cerca de dos decenios, comentó Susana Chávez. Su obra, dijo el autor, “es una pieza para Guadalajara. La admiro y quiero por tantos años que he convivido con los ciudadanos. Para mí es un gran logro haber participado en este programa”. Del rostro que esculpió en el acero, agregó: “Es un símbolo, más que una imagen, no solo la belleza importa”.Más allá del arte público de gran formato, incentivado por el programa con el mismo nombre, el Ayuntamiento de Guadalajara resguarda las múltiples esculturas ubicadas en la ciudad, algunas que han sido mancilladas por el crimen. Adrián Guerrero, jefe del área de Proyectos del Espacio Público, comentó que ha habido mayor frecuencia de desaparición de piezas: aproximadamente son 350 las denunciadas ante fiscalía, por parte de patrimonio, afirmó.Guerrero aclaró que los mismos ciudadanos, en muchas ocasiones, son quienes avisan al Ayuntamiento, además de su equipo de mantenimiento. Muchas de las piezas faltantes son de placas de bronce: “Lo más importante no es precisamente que se están robando el bronce: se están robando nuestra historia, nuestro patrimonio”. Algunas piezas se han recuperado, como la de Chávez Morado y el águila de la Calzada Independencia; en ocasiones se recuperan en flagrancia, como las mencionadas: “Es tan pesado el bronce que no lo pueden cargar, y las autoridades los alcanzan”, dijo el funcionario.
