El artista mexicano Pedro Reyes inaugura la exposición “Return to sender” (Devuelto al remitente) en una de las primeras exposiciones en la “nueva normalidad” de Europa, tras meses del cierre de museos ocasionado por la pandemia del coronavirus. El Museo Tinguely, en Basilea (Suiza), es el recinto donde desde el 23 de junio y hasta noviembre se presenta la muestra de Reyes, en la que reflexiona sobre la criminalización del uso de armas de fuego a partir del color de piel y el racismo sistémico. La obra se conforma de cajas de música construidas con cañones de armas de fuego recortadas con diferentes longitudes para crear distintas escalas musicales. Cada una de las piezas reproduce composiciones de músicos del mismo país de origen de las armas con que están construidas. Por ejemplo, la pieza “Disarm Music Box Vivaldi / Beretta” incorpora cañones de rifle de la marca italiana Beretta, que desde 1526 fabrica armas, y toca un fragmento de “Las cuatro estaciones” de Antonio Vivaldi. Por su parte, “Disarm Music Box / Glock Mozart” fue fabricada con cañones de la marca austriaca de pistolas Glock que permiten reproducir parte de la Sinfonía No. 40 en G Menor compuesta por Mozart.El artista detalla respecto a esta exposición: “Existe un sesgo racial cuando hablamos de la violencia por armas de fuego; se asume que siempre la culpa es de aquel quien jala el gatillo, sin embargo las compañías fabricantes de estas armas parecen estar libres de culpa. Con este trabajo me interesa dar una denominación de origen a estas armas que suelen fabricarse en países considerados pacíficos como Finlandia, Bélgica, Austria o Italia, entre otros, pero en donde por cientos de años se han fabricado armas que han sido cómplices en la colonización, la guerra y el crimen. Es momento de señalar que la violencia por armas de fuego empieza en las fábricas donde se producen”. La subversión de los usos del objetoEsta obra empezó a gestarse a fines de 2019, cuando el artista comenzó a conseguir las piezas de armas y culminó su construcción este año. No es la primera vez que Pedro Reyes trabaja con este tipo de objetos. Anteriormente desarrolló “Palas por pistolas” (2007 al presente), que implicó una campaña de donación voluntaria de armas en Culiacán, Sinaloa, y que logró reunir mil 527 armas que fueron fundidas para crear el mismo número de palas con las que se sembraron árboles. A dicha obra le siguió “Disarm” (2012 al presente), en la que incorporó armas de fuego para realizar instrumentos musicales que a la fecha suman cerca de siete mil piezas que han sido usadas en orquestas e instalaciones sonoras mecanizadas. Reyes busca en su nueva exhibición ofrecer al espectador una experiencia tanto estética como política y sociológica al explorar la subversión de los objetos y la capacidad transformadora de la escultura capaz de incidir en la relación muerte-vida entre las armas y su nueva utilidad como parte de una caja musical: “Me interesa mucho esa transformación alquímica en donde hay una subversión de los usos del objeto. La escultura para mi es una forma de generar una transformación psicológica a través de una transformación física del objeto”.“Return to sender” es una comisión que Pedro Reyes desarrolló luego de una invitación del Museo Tinguely para producir una obra de arte mecánico o muestra de kinésica. Formado como arquitecto, Pedro Reyes se ha posicionado en la escena internacional como uno de los artistas mexicanos contemporáneos más importantes. Su obra contempla desde escultura hasta multimedia y ha llegado a recintos destacados del arte como la Serpentine Gallery en Londres, la Lisson Gallery en Nueva York y el Boston Museum of Fine Arts.JL
