Alrededor del 75 por ciento de los adolescentes en el país utiliza sus teléfonos inteligentes, tabletas y computadoras para leer libros o artículos, por lo que pueden convertirse en una herramienta útil para fomentar la lectura entre los jóvenes, resaltó la franquicia especializada en educación Kumon.Datos sobre la penetración de Internet en México y del Pew Research Center, describen que en la actualidad, los jóvenes de entre seis y 17 años son asiduos usuarios de los dispositivos electrónicos y la mayoría realiza en estos sus lecturas.Alejandro Pérez Granados, gerente académico de Kumon en México, destacó en un comunicado que ante este panorama, es necesario fomentar el hábito de la lectura entre los estudiantes, pero además encauzar la comprensión de los textos.En México, dijo, cinco de cada 10 alumnos tanto de primaria como de niveles medio-superior, demuestran deficiencias en lenguaje y comunicación, donde resalta la baja comprensión de lectura de textos y una deficiente forma de expresarse en público, de acuerdo con la prueba Planea.Por su parte, César Hernández, gerente de Lectura de Kumon, subrayó que es necesaria una atención personalizada de los alumnos, y mediante un método y hábito constante, el adolescente pueda entender lo que lee, desde la postura del autor en artículos de opinión, ensayos o reseñas.Dijo que los dispositivos electrónicos también influyen en el uso del lenguaje escrito. La mayoría de los estudiantes llega a utilizar abreviaturas de forma excesiva, omiten signos de puntuación, uso de letras no adecuadas y signos matemáticos para sustituir palabras, anotó.También los llamados emoticones que se utilizan para los mensajes vía celular, sustituyen diferentes expresiones o sentimientos, lo que va influyendo en el uso de la lengua, expresó el especialista en Lectura.Por ello es importante un método como el de Kumon, donde “arrastrar el lápiz” es una parte de la enseñanza y la lectura de libros y comprensión de textos es un elemento fundamental en la educación de un joven.Dijo que la tecnología es una herramienta útil para los jóvenes, pero también es necesario encauzar el aprendizaje.
