México

Coahuila: A contrarreloj, 234 rescatistas buscan a mineros atrapados

La mina colapsada es del tipo denominado “pocito”, utilizada para extraer carbón

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Unos 234 rescatistas buscan a los mineros que permanecen atrapados desde el miércoles tras un derrumbe en un yacimiento de carbón en Sabinas, Coahuila.

Antier, el Presidente López Obrador indicó que eran nueve los trabajadores afectados. Sin embargo, ayer se precisó que fueron 15: cinco lograron salir y 10 siguen atascados.

Los trabajos continúan en medio de la angustia de familiares, que aguardan en las cercanías del punto del accidente.

“El tiempo es muy importante. Estamos muy concentrados (...) para poder rescatar cuanto antes a los mineros”, dijo Laura Velázquez, coordinadora nacional de Protección Civil. 

Familiares de mineros atrapados mantienen la esperanza en rescate 

Familiares de los mineros atrapados tras el derrumbe en un yacimiento de carbón en Sabinas, Coahuila, intentan mantener la fe en que siguen vivos, aunque también reclaman por sus riesgosas condiciones laborales. “Lo que queremos es que saquen los cuerpos”, dice Angélica Montelongo, con mirada triste y cansada tras pasar la noche en vela esperando noticias de su hermano Jaime, uno de los mineros cautivos.

“Pero bueno, primeramente Dios, ¿verdad?, hay que tener fe de que estén vivos”, replica segundos después Angélica.

Montelongo y otros familiares acompañaron toda la noche las arduas y apuradas labores para liberar a los obreros. Aguardan en las cercanías del socavón, de más de 60 metros de profundidad.

“Riesgo y necesidad”  

Blasa Maribel Navarro también aguarda tras el perímetro de seguridad conformado por agentes de la Guardia Nacional. Su primo Sergio Cruz, de 41 años, llevaba solamente dos meses trabajando en esta mina, pero varios años en el peligroso oficio de extraer carbón para mantener a sus dos hijas.

“Con el riesgo que hay y la necesidad  en casa, es a lo que llegan.  Por eso trabajan en estos lugares”, dice la mujer, que, pese a todo, mantiene la esperanza de verlo con vida. “Porque confiamos en Dios”.

“Desgraciadamente, pues no hay mucha esperanza”, agregó José Luis Amaya, primo de otro de los mineros.

La mina tiene tres pozos interconectados por donde se extrae el carbón, según un diagrama que presentó el Ejército.

El accidente ocurrió cuando al excavar, los trabajadores se toparon con un área contigua llena de agua que al derrumbarse provocó una inundación.

Agencias

 

Sin medidas de seguridad

Denuncian malas condiciones

  • El delegado en Coahuila del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Javier Martínez, dijo que el lugar donde ocurrió el accidente corresponde a una región donde funcionaron viejas minas, que cesaron operaciones hace años, y que pequeños concesionarios operan con la ayuda de un reducido grupo de mineros, no sindicalizados, que trabajan en los llamados “pocitos” sin cumplir las medidas de seguridad tales como sistemas de ventilación, otro pozo de salida de emergencia, equipos de seguridad, y sin la supervisión de la Secretaría del Trabajo.
  • Martínez explicó que los accidentes en los “pocitos” son muy comunes porque los mineros trabajan en esos lugares sin mapas y muchas veces durante sus excavaciones, que realizan con la ayuda de pistolas neumáticas, se topan con las paredes de viejas minas, que siempre están llenas de agua, que al romperse generan grandes inundaciones.

"Deseo con toda mi alma que rescatemos a los mineros"

Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México. 

En 2006 ocurrió  la tragedia en  Pasta de Conchos

El peor accidente minero en la historia reciente de México también ocurrió en ese Estado, el 19 de febrero de 2006, cuando se produjo una explosión en la mina Pasta de Conchos, mientras 73 mineros estaban de turno. Ocho fueron rescatados con golpes y quemaduras graves.  Los demás murieron. Sólo se recuperaron los cadáveres de dos de ellos.

Testimonio 

Se suma para buscar a su primo

Entre las personas que participan en las labores de rescate está Alfredo Torres, primo de uno de los mineros atrapados y que se incorporó como voluntario al equipo. Ataviado con un casco de plástico y con su ropa y botas llenas de barro, Torres relató que en la tarde del miércoles comenzaron a utilizar pequeñas bombas para sacar el agua de los pozos y poder ingresar a buscar a los mineros, tarea que se ha hecho muy complicada debido a que los pozos siguen inundados después de varias horas de extracción de agua. “No puede entrar nadie. Tenemos que tratar primero de bombear toda el agua, sacarla, para que puedan entrar”, dijo el voluntario y agregó que hasta el momento no han logrado comunicarse con los mineros ni escuchar algún ruido que les pueda dar una señal de dónde se encuentran o si están con vida.

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