Hasta toman el control de tu WhatsApp (III y última)
Una víctima de secuestro virtual no es tonta o crédula. Mis dos columnas anteriores retratan un secuestro virtual desde el punto de vista de las víctimas. Quise explicarlo y compartirlo para evitar más casos.
La historia de Marisol y su hija Renata de 16 años -”Me dijeron que eran de las cuatro letras” (I) y “¿No se te hace raro que tu hija no conteste el teléfono?” (II)- surgió de una larga entrevista a ambas.
En el caso de Renata, ¿cómo podía no estar aterrorizada si ha atestiguado a menudo la presencia de grupos criminales en su entorno. Vive con su madre en una ciudad media a una hora de Guadalajara.
Marisol también me contó del entorno social adverso y la “plaza caliente”. Así se refirió a la generación de amigos de su hija en la primaria: “la mitad está estudiando y la otra mitad ya anda con ellos” (los de la plaza).
En esa región siempre se escucha de una balacera, unos desaparecidos, una privación ilegal de la libertad, un tableado. Eso me contó.
El año pasado, la Fiscalía de Jalisco me respondió por transparencia que del 2021 a enero de 2024 recibió 355 denuncias por secuestro virtual; en promedio una querella cada tres días.
La UdeG reportó 46 casos en 2024 sólo en la comunidad universitaria. Hasta julio de 2025 ya sumaba 40 secuestros virtuales de estudiantes, lo que apunta a que la cifra podría duplicarse este año.
La Comisaría de Guadalajara ha frustrado 32 secuestros virtuales este 2025. En 2024 fueron 20 y en 2023 apenas 14. Hay un alza preocupante.
Siempre hay que colgar. No compartir información sensible y llamar al 911 o al 089. La Fiscalía del Estado ofrece el número 333-662-2368 para denunciar si eres víctima de este ilícito.
Llamé a este último número para corroborar. Se trata de la Unidad de Investigación de Secuestros y Extorsiones. Me comentaron que reciben al menos una llamada diaria relacionada con secuestros virtuales.
Platiqué con Cristian Hernández, comisario de la División de Inteligencia de Guadalajara. Me contó que los secuestros virtuales generalmente son llamadas aleatorias, usualmente desde algún penal, pero últimamente son más profesionales.
Han evolucionado. Primero te hacen una investigación en redes sociales. Dibujan tu perfil. Hacen llamadas de falsos servicios técnicos para extraer información. Parecen más bien “call center” profesionales. Ahora con la IA te pueden clonar la voz y hasta generar un video de tu familiar golpeado.
Una técnica sofisticada consiste en que el extorsionador ingresa el número de la víctima en un nuevo teléfono y con engaños consigue el código de verificación para darlo de alta en el nuevo equipo. Así se apoderan del WhatsApp de la víctima que está incomunicada.
Hubo un caso de una madre que recibió desde el celular de su hijo una petición de rescate y una foto. Es un shock indescriptible.
El aumento de casos obedece a que la tasa de éxito de los criminales es alta y, por tanto, un negocio redituable. Ojalá estas tres columnas sirvan para prevenir más casos.
Recuerda: cuelga, cuelga, cuelga.