Ideas

Trump, balance inicial

Los primeros 90 días de Donald Trump en su regreso a la Casa Blanca están muy lejos de lo que él mismo se imaginó e incluso de lo que los ciudadanos comunes de Estados Unidos y de otras partes del mundo hubieran esperado. Todos sabíamos que iba a sacudir el árbol, que su estilo provocador marcaría su gobierno desde el primer día. Lo que no estaba en el guion eran la improvisación y la falta de pericia de su equipo.

Todos los aranceles locos impuestos por decreto presidencial han terminado por reducirse o aplazase. En un primer corte de la política arancelaria, el costo mayor lo ha pagado Estados Unidos. En 90 días de guerra comercial, el dólar ha caído 9% frente a las principales monedas como el euro o el yen y 4.2% frente al peso mexicano, su principal socio comercial. El valor de las compañías estadounidenses que cotizan en la Bolsa cayó 17% en estos primeros tres meses de la segunda presidencia de Trump. La inflación no cede y la confianza del consumidor está a la baja. Si bien es cierto que 90 días es un periodo demasiado corto para hacer un balance, lo es que el famoso MAGA: Make America Great Again, hoy parece más un lema vacío que una promesa de prosperidad.

¿Ganó algo Estados Unidos con la guerra arancelaria? Hasta ahora, muy poco. Podemos poner en la lista de logros una actitud distinta de México y Canadá frente al tráfico de fentanilo y una reducción en el flujo de migración ilegal por la Frontera Sur. El problema es que, junto con la migración ilegal, también cayó el turismo. Sólo el mes de marzo tuvo 12% menos visitas que el mismo mes del año anterior y se estima que la caída en el año será de 11%, que puesto en la balanza significa una pérdida de 180 mil millones de dólares y 170 mil empleos.

En el campo geopolítico lo único que ha logrado Trump en sus primeros tres meses es demostrar que Estados Unidos no es más el país que él se imaginaba. Los dos conflictos en los que se propuso convertirse en mediador -Rusia contra Ucrania e Israel contra Palestina y Líbano- están más vivos que nunca. Trump fue demasiado obvio en mostrar sus intereses (las tierras raras de Ucrania y el territorio Palestino) y dejó de ser un interlocutor válido y confiable para las partes.

Es cierto, es demasiado pronto para hacer una evaluación de un gobierno que apenas comienza. Lo único que podemos decir con certeza es que la falta de eficacia en estos primeros tres meses de muchos ladridos y pocas mordidas ha generado que el mundo le tenga hoy menos miedo al lobo.

diego.petersen@informador.com.mx

Temas

Sigue navegando