Cultura

Ecos, una obra de arte público que busca concientizar a los tapatíos

"Ecos, el canto de lo desconocido", es una instalación artística e interactiva de gran formato, dispuesta en la Plaza de la Liberación del Centro Histórico

La obra, creada por Mathias Gmachl, incorpora elementos sonoros que remontan a la atmósfera burbujeante y submarina donde se desarrollan estos cetáceos, además de reproducir sus cantos misteriosos con los que se comunican entre sí. EL INFORMADOR / A. Navarro
La obra, creada por Mathias Gmachl, incorpora elementos sonoros que remontan a la atmósfera burbujeante y submarina donde se desarrollan estos cetáceos, además de reproducir sus cantos misteriosos con los que se comunican entre sí. EL INFORMADOR / A. Navarro
La obra, creada por Mathias Gmachl, incorpora elementos sonoros que remontan a la atmósfera burbujeante y submarina donde se desarrollan estos cetáceos, además de reproducir sus cantos misteriosos con los que se comunican entre sí. EL INFORMADOR / A. Navarro
La obra, creada por Mathias Gmachl, incorpora elementos sonoros que remontan a la atmósfera burbujeante y submarina donde se desarrollan estos cetáceos, además de reproducir sus cantos misteriosos con los que se comunican entre sí. EL INFORMADOR / A. Navarro
La obra, creada por Mathias Gmachl, incorpora elementos sonoros que remontan a la atmósfera burbujeante y submarina donde se desarrollan estos cetáceos, además de reproducir sus cantos misteriosos con los que se comunican entre sí. EL INFORMADOR / A. Navarro
La obra, creada por Mathias Gmachl, incorpora elementos sonoros que remontan a la atmósfera burbujeante y submarina donde se desarrollan estos cetáceos, además de reproducir sus cantos misteriosos con los que se comunican entre sí. EL INFORMADOR / A. Navarro
La obra, creada por Mathias Gmachl, incorpora elementos sonoros que remontan a la atmósfera burbujeante y submarina donde se desarrollan estos cetáceos, además de reproducir sus cantos misteriosos con los que se comunican entre sí. EL INFORMADOR / A. Navarro
La obra, creada por Mathias Gmachl, incorpora elementos sonoros que remontan a la atmósfera burbujeante y submarina donde se desarrollan estos cetáceos, además de reproducir sus cantos misteriosos con los que se comunican entre sí. EL INFORMADOR / A. Navarro
La obra, creada por Mathias Gmachl, incorpora elementos sonoros que remontan a la atmósfera burbujeante y submarina donde se desarrollan estos cetáceos, además de reproducir sus cantos misteriosos con los que se comunican entre sí. EL INFORMADOR / A. Navarro
La obra, creada por Mathias Gmachl, incorpora elementos sonoros que remontan a la atmósfera burbujeante y submarina donde se desarrollan estos cetáceos, además de reproducir sus cantos misteriosos con los que se comunican entre sí. EL INFORMADOR / A. Navarro

Uno de los propósitos del Festival Cultural de Mayo en Jalisco es llevar el arte a lo público y aproximar a los tapatíos, desde la calle y el andar diario, a una experiencia cultural significativa, pero que también invite a la reflexión y abra nuevas perspectivas de la mano del arte.

"Ecos, el canto de lo desconocido", es una instalación artística e interactiva de gran formato, dispuesta en la Plaza de la Liberación del Centro Histórico, que desde el 8 de mayo hasta el 8 de junio llevará a la gente de todos los días a una concientización sobre la vida marina y el impacto de los seres humanos en el océano. La instalación, que forma parte del Festival Cultural de Mayo, presenta una escultura, de tamaño real, de una ballena azul de un año de edad, momento determinante en la vida de estos gigantes mansos, pues es cuando se separan de su madre y se adentran a solas y para siempre en la inmensidad azul del mar.

La obra, creada por Mathias Gmachl, incorpora elementos sonoros que remontan a la atmósfera burbujeante y submarina donde se desarrollan estos cetáceos, además de reproducir sus cantos misteriosos con los que se comunican entre sí. Es decir; los tapatíos podrán "escuchar" la voz de esta ballena que, con apenas un año, ha iniciado la soledad de su vida.

"Ecos, el canto de lo desconocido", llamó de inmediato la curiosidad de los tapatíos, que se aproximaron a la escultura para tomarse fotos, escucharla, y asombrarse con las grandezas -y también la fragilidad- de la naturaleza, reproducida por medio del arte y llevada al espacio público. También los turistas se retrataron frente al cetáceo hecho de metal. Así fue para Alondra y Darío, que asistieron especialmente al Centro Histórico para ver la escultura. "Está muy bonita la ballena", aseguró Alondra.

Alondra y Darío asistieron especialmente al Centro Histórico para ver la escultura. EL INFORMADOR / A. Navarro 

La familia de Pina, Mía, Noah y Sandra, quedaron sorprendidas al ahora saber que ese es el tamaño real de una ballena de un año. "Es muy impresionante, muy bonito, y qué mejor que en las calles de Guadalajara", compartió la señora Pina.

La familia de Pina, Mía, Noah y Sandra, quedaron sorprendidas al ahora saber que ese es el tamaño real de una ballena de un año. EL INFORMADOR / A. Navarro 

A David, por su parte, le pareció muy buena la iniciativa de llevar el arte a lo público. "Qué padre que traigan estas cosas al Centro, yo ni me imaginaba que una ballena bebé era así de grande, uno se queda chiquito", dijo. 

Mucha gente ni siquiera tendrá la oportunidad de ver a una ballena en vida: "Ecos, el canto de lo desconocido", es entonces una oportunidad única para aproximarse a las grandezas frágiles y espectaculares que habitan en nuestro planeta, que recorren los océanos, y que ahora se encuentran presentes en las calles de Guadalajara por medio del Festival Cultural de Mayo en Jalisco.

MF

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