Miguel Arzate: en busca de una arquitectura más responsable
El doctor en Arquitectura propone un medidor casero de agua y electricidad que busca generar conciencia y promover transformaciones que sean sustentables desde la vida cotidiana
El tránsito del ser humano sobre la Tierra es muchas veces un paso que genera caos con el entorno en el que habitamos. Nuestras vivencias pasajeras dejan sobre el mundo cicatrices profundas e incluso mucho más duraderas que nuestra existencia misma. Cicatrices en formas de ciudades que crecen, urbes que se expanden hacia arriba y hacia los lados en horizontes de concreto y vigas, monstruos de sonido y autos, planicies pétreas que ya no entablan diálogos armónicos con la tierra, sino que secan las aguas, talan los bosques, y envenenan los vientos.
Habitamos el planeta desde una lógica extractivista, antropocentrista, inconsciente, y, ante todo, dañina. Un daño que ya no es sólo con el planeta, sino hacia nosotros mismos.
La arquitectura juega un papel importante en el cómo nos relacionamos con el mundo que nos rodea. Un mundo que ha estado aquí antes que nosotros, que puede estar sin nosotros, pero que en este punto de la historia lo vivimos con un sentido de que está aquí para nosotros, y al que hemos dañado tanto, que tal vez ya no sea nunca el mismo, aunque ya ni siquiera estemos aquí. Miguel Arzate es un doctor en Arquitectura, mexicano que, desde la trinchera de su disciplina, busca dejar su granito de arena en el mundo.
Creador, junto con Gerardo Arzate Pérez, maestro en Diseño Industrial, de un dispositivo que mide el consumo de agua y electricidad pensado para las viviendas, con el propósito de que cada habitante haga consciencia de sus hábitos de consumo, y así generar impactos más grandes, el arquitecto busca una arquitectura más responsable con el medio ambiente.
“Lo que creamos es un dispositivo de medición de electricidad y agua para la vivienda. El objetivo de este medidor es tener un registro de la energía que se consume”, comparte en entrevista con EL INFORMADOR.
“En las casas consumimos electricidad” consumimos agua, y consumimos gas. Pero la problemática es que la electricidad la obtenemos mediante la transformación de combustibles fósiles, lo que genera emisiones de contaminantes.
“Desarrollamos este medidor basado en un diseño abierto y en código software libre que permite a las personas medir el consumo de energía o agua. Si podemos medir estos recursos, si conocemos cuánto estamos gastando, podemos tomar mucho más fácilmente decisiones y acciones. Tenemos que educarnos, cambiar nuestros hábitos, nuestro consumo de energía, de agua”, indica.
Miguel Arzate explicó que la razón por la cual este dispositivo está pensado únicamente para las viviendas, responde a la densidad y al número de estas que existen en nuestro país. Además, busca generar cambios verdaderos más allá de un beneficio económico o el lucro de una empresa; el arquitecto espera que, con suerte, dispositivos como el suyo puedan formar parte de una casa, así como lo son la luz y el agua misma.
Esto podría generar consciencia directa y repensar nuestro uso de estos elementos, si los habitantes tuvieran un medidor en tiempo real de su consumo. Algo accesible, inmediato, que eduque y cambie nuestra relación con el medio ambiente. El mundo está creciendo y cada vez somos más, pero son menos los recursos.
“La razón de que este medidor fuera pensado para las viviendas es la cantidad de estas que hay en México. Somos un aproximado de 30 millones de viviendas unifamiliares y multifamiliares para las 120 millones de personas que somos en México”, explica el doctor en Arquitectura.
“Esta cantidad de vivienda tiene un gran impacto energético, y esa fue la razón por la cual nuestro objetivo fue determinarlo específicamente en la vivienda. Sí hay industria y otras tipologías en la arquitectura, pero lo que más hay es vivienda, y si se pudiera trasferir esta tecnología a la vivienda, habría una parte importante de disminución de consumos energéticos”.
“El objetivo de este proyecto es generar conocimiento, no negocio o empresa. No transferirlo a una empresa, sino dejarlo al conocimiento público”, agrega.
“Este tipo de medidores podrían formar parte de la construcción de las viviendas, así como tenemos boiler y gas, así como tenemos instalaciones hidráulicas y eléctricas, todas las casas deberían tener medidores para saber cuánto estamos consumiendo. Hay que reeducarnos porque somos muchas personas y tenemos menos recursos, y además estamos contaminando el medio ambiente, hay que tener consciencia y que este conocimiento sea accesible”, expone Arzate a este medio.
Responsabilidad con el medio ambiente
Cada vez es más necesario repensar las ciudades, en cómo estamos creciendo y cómo estamos haciendo uso de los recursos que nos provee la tierra. No son eternos, así como tampoco lo somos nosotros. La solución no está en dejar de construir edificios, en impedir que las urbes se expandan, sino en el cómo lo estamos haciendo: cómo estamos habitando las ciudades, cómo las estamos expandiendo, cómo edificamos. La clave, desde la arquitectura, es un hacer arquitectónico consciente con el medio ambiente, con el mundo, no entendernos como un centro intransigente desde donde gira todo, sino como parte de algo que estuvo aquí mucho antes de nosotros.
“Hay mucho que hacer desde la arquitectura. Pueden parecer acciones pequeñas, pero son muy importantes. Cuesta trabajo, pero se puede llevar a cabo. Uno de los aspectos fundamentales en la arquitectura es percibir y entender de manera diferente la relación de esta con el medio ambiente. No es ir en contra del medio ambiente, sino trabajar de la mano con él. Dañar el medio ambiente es dañarnos a nosotros mismos”, finalizó el arquitecto Miguel Arzate.
Sobre el dispositivo
Quienes deseen profundizar en el tema pueden consultar el libro “Diseño y desarrollo de dispositivos de medición de electricidad y agua para la vivienda”, de Miguel Arzate Pérez, doctor en Arquitectura, y Gerardo Arzate Pérez, maestro en Diseño Industrial, publicado por la Universidad Autónoma Metropolitana.
CT