Jalisco

Pacto por Jalisco, sin eje rector

En contraste con el Pacto por México, no hay una línea general que sustente el documento estatal

GUADALAJARA, JALISCO (01/MAY/2013).- Los pactos o acuerdos son pisos de gobernabilidad que reflejan las prioridades de la clase política. Si, a escala nacional, el Pacto por México fue un acuerdo entre el Presidente de la República y las dirigencias de los partidos para impulsar reformas que afectaban a poderes fácticos, y para ello era fundamental la unión de los tres partidos políticos más representativos, en el caso del acuerdo por Jalisco no sobresale una línea general que sustente el documento: hay de todo, pero no es posible encontrar un eje rector clave.

En la discusión del pacto jalisciense participan el secretario general de Gobierno, las dirigencias estatales y los coordinadores parlamentarios. El documento inicial incluye 40 temas propuestos por el Gobierno del Estado y el ámbito más mencionado es el del Poder Legislativo: una de cada cinco propuestas tiene que ver con alguna reforma en el Congreso, desde construir la figura del presupuesto participativo hasta reestructurar a la Auditoría Superior del Estado. Después sobresalen los temas vinculados con la seguridad pública (cinco) y con la agenda de ciencia y tecnología (cinco).

A diferencia del Pacto por México, en el que existen materias aterrizadas y con especificidades, en el caso del todavía no nacido pacto por Jalisco están los qué, pero hay poca claridad sobre los cómo.

La falta de operación ha hecho que el acuerdo nazca con oposición. El Partido Acción Nacional (PAN), que en términos de peso legislativo sería un aliado fundamental para empujar esta agenda, ya manifestó que se encuentra lejos de colaborar. Su presidente estatal es el actor clave, por su influencia en el Comité Estatal y en el Congreso. El coordinador parlamentario, Gildardo Guerrero, hace mancuerna con Monraz.

Un pacto con el PAN aseguraría gobernabilidad, posibilidad de empujar una agenda ambiciosa de reformas, incluso constitucionales, pero no resolvería del todo el problema de la oposición. Si Movimiento Ciudadano (MC) no es incluido, el partido que dirige Hugo Luna podrá seguir con entera libertad en el discurso de oposición y denunciando las alianzas PAN-PRI. Por su parte, el PRD ha mostrado voluntad de construir un acuerdo, pero pone condiciones en materia de política pública e integración programática.

Ayer, y luego de las primeras que la víspera el PAN y Movimiento Ciudadano criticaron la falta de claridad, el secretario de Gobierno, Arturo Zamora, dijo que el acuerdo sigue adelante: “Lo que le hemos pedido a todos ellos es que alimenten el documento; es un documento base que no contiene todo, mucho menos descriptivo o impositivo. Estamos a la espera de las propuestas finales”, dijo en declaraciones a una radiodifusora local.

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