Entretenimiento
“Escultor de destinos”reflexiona en escena
Manuel Ojeda y compañia lograron cautivar a una receptiva audiencia en el Teatro Diana
GUADALAJARA, JALISCO.-Manuel Ojeda y Norma Herrera, como primeros actores, cautivan con la obra a una receptiva audiencia en el Teatro Diana.
A pesar de algunas fallas técnicas en el sistema de audio y varios retrasos en cuanto a la entrada y salida de la audiencia, la puesta en escena Escultor de destinos se presentó el pasado viernes en el Teatro Diana.
De la mano de Manuel Ojeda, Norma Herrera, Manuel Landeta y Rossana San Juan, los asistentes siguieron una historia trágica con tintes cómicos en donde el tema central fue el amor humano.
Dividida en dos actos, con tres movimientos escénicos, la trama se adentra en la vida de tres parejas de la misma familia, esto en un viaje por distintas épocas. La primera corre en los años cincuenta, donde "el amor era para toda la vida" y los divorcios eran mal vistos. La segunda en la década de los setenta, con la psicodelia propia de la época, donde al igual que hoy existían elementos nocivos como las drogas y alcohol, pero al mismo tiempo se iniciaba la apertura de conciencia en distintos factores, como la liberación femenina. La útlima etapa se enfocaba al día de hoy, donde las exigencias laborales y la tecnología, entre otras cuestiones más, separan cada vez más a los seres humanos, en cuanto a distancias físicas y emocionales.
La ficción mostró a las parejas en distintas situaciones, que fueron de lo chusco a lo doloroso, a lo romántico en cuestión de segundos, matizado por los comentarios del llamado Escultor (Manuel Ojeda) quien compartió pensamientos basados en testimonios, libros y documentos escritos por Karol Wojtyla, todos cercanos a su visión del amor humano. De esta forma Manuel Ojeda permanece en un plano superior durante toda la puesta en escena, intercalando sus participaciones con el desarrollo del planteamiento escénico que se observaba a sus pies. Lo anterior generó en la audiencia constantes espacios de reflexión, incluso llanto, que se suavizaron con el andar mismo de la historia. Así, un público heterogéneo recibió a su manera el mensaje, ya sea como una visión católica o de remembranza, o de una infinita esperanza.
PARA SABER
La puesta en escena es producida por Javier Santibáñez, quien horas antes de la presentación del montaje en Guadalajara aseguró que "estamos apostando por una obra comprometida con la sociedad como es Escultor de destinos".
EL INFORMADOR / Michel Freyría
A pesar de algunas fallas técnicas en el sistema de audio y varios retrasos en cuanto a la entrada y salida de la audiencia, la puesta en escena Escultor de destinos se presentó el pasado viernes en el Teatro Diana.
De la mano de Manuel Ojeda, Norma Herrera, Manuel Landeta y Rossana San Juan, los asistentes siguieron una historia trágica con tintes cómicos en donde el tema central fue el amor humano.
Dividida en dos actos, con tres movimientos escénicos, la trama se adentra en la vida de tres parejas de la misma familia, esto en un viaje por distintas épocas. La primera corre en los años cincuenta, donde "el amor era para toda la vida" y los divorcios eran mal vistos. La segunda en la década de los setenta, con la psicodelia propia de la época, donde al igual que hoy existían elementos nocivos como las drogas y alcohol, pero al mismo tiempo se iniciaba la apertura de conciencia en distintos factores, como la liberación femenina. La útlima etapa se enfocaba al día de hoy, donde las exigencias laborales y la tecnología, entre otras cuestiones más, separan cada vez más a los seres humanos, en cuanto a distancias físicas y emocionales.
La ficción mostró a las parejas en distintas situaciones, que fueron de lo chusco a lo doloroso, a lo romántico en cuestión de segundos, matizado por los comentarios del llamado Escultor (Manuel Ojeda) quien compartió pensamientos basados en testimonios, libros y documentos escritos por Karol Wojtyla, todos cercanos a su visión del amor humano. De esta forma Manuel Ojeda permanece en un plano superior durante toda la puesta en escena, intercalando sus participaciones con el desarrollo del planteamiento escénico que se observaba a sus pies. Lo anterior generó en la audiencia constantes espacios de reflexión, incluso llanto, que se suavizaron con el andar mismo de la historia. Así, un público heterogéneo recibió a su manera el mensaje, ya sea como una visión católica o de remembranza, o de una infinita esperanza.
PARA SABER
La puesta en escena es producida por Javier Santibáñez, quien horas antes de la presentación del montaje en Guadalajara aseguró que "estamos apostando por una obra comprometida con la sociedad como es Escultor de destinos".
EL INFORMADOR / Michel Freyría