Deportes
El buen ambiente reina en el empate de México
Aficionados del Tri, apoyan incondicionalmente a la Selección
GUADALAJARA, JALISCO (17/JUN/2014).- En medio de un ambiente de primera, al calor de los alimentos y las bebidas, frente a la pantalla de un televisor y en compañía de familiares y amigos, los tapatíos y parte de la comunidad brasileña que reside en Guadalajara vivieron en un restaurante de la ciudad con gran intensidad el empate entre las selecciones de México y Brasil, luego del encuentro que disputaran ambos conjuntos que forman parte del Grupo A de la Copa del
Mundo en Brasil.
Como era de esperarse, el encuentro fue bastante cerrado en la cancha de Fortaleza, pero en la mesas, la mayoría de aficionados que apoyaba al Tricolor se llevó el triunfo, con el apoyo incondicional hacia los mexicanos en medio de un ambiente inmejorable para vivir este partido.
La primera parte del partido trajo pocas emociones para todos aquellos aficionados, que en su mayoría estuvieron más atentos a sus alimentos que a las acciones de un partido que poco pudo ofrecer en oportunidades de gol creadas por ambos conjuntos. Sólo cuatro chicas brasileñas que se ubicaron justo al centro del restaurante estuvieron atentas al desarrollo de los primeros 45 minutos, mientras que las miradas de muchos caballeros se centraban en ellas.
Le mecha que encendió el buen ambiente se prendió justo al medio tiempo, pues un conjunto de músicos ofreció lo mejor de la samba brasileña y acompañados de un par de bailarinas que se movían al ritmo de la música, se dejaba sentir que lo mejor estaba por venir.
Comenzaba el segundo tiempo y con ello el paulatino dominio del equipo mexicano en el partido. Lo que ambas aficiones vivían en las tribunas del estadio, se trasladó a las mesas de los comensales que disfrutaban cada instante del encuentro.
El nerviosismo y las ansias por ver caer un gol se apoderó de tapatíos y brasileños que eran testigos de un partido que crecía en intensidad y en el que tanto los combinados mexicano como brasileño creaban oportunidades al arco.
Los gritos ahogados de gol y los aplausos por las buenas jugadas eran la constante conforme avanzaban
los minutos y la sensación de que alguno de los equipos anotara se hacía cada vez más presente.
Sin embargo el protagonista principal del futbol que es el gol nunca llegó, sin embargo, la gente no dejó de vivir con intensidad el partido hasta el último minuto.
Justo al momento del silbatazo final, las sonrisas se apoderaron de los aficionados que apoyaban al Tricolor, pues al grito de ¡México, México!, sintieron este empate frente a Brasil como si hubiese sido un triunfo.
EL INFORMADOR / ALAN RODRÍGUEZ
Como era de esperarse, el encuentro fue bastante cerrado en la cancha de Fortaleza, pero en la mesas, la mayoría de aficionados que apoyaba al Tricolor se llevó el triunfo, con el apoyo incondicional hacia los mexicanos en medio de un ambiente inmejorable para vivir este partido.
La primera parte del partido trajo pocas emociones para todos aquellos aficionados, que en su mayoría estuvieron más atentos a sus alimentos que a las acciones de un partido que poco pudo ofrecer en oportunidades de gol creadas por ambos conjuntos. Sólo cuatro chicas brasileñas que se ubicaron justo al centro del restaurante estuvieron atentas al desarrollo de los primeros 45 minutos, mientras que las miradas de muchos caballeros se centraban en ellas.
Le mecha que encendió el buen ambiente se prendió justo al medio tiempo, pues un conjunto de músicos ofreció lo mejor de la samba brasileña y acompañados de un par de bailarinas que se movían al ritmo de la música, se dejaba sentir que lo mejor estaba por venir.
Comenzaba el segundo tiempo y con ello el paulatino dominio del equipo mexicano en el partido. Lo que ambas aficiones vivían en las tribunas del estadio, se trasladó a las mesas de los comensales que disfrutaban cada instante del encuentro.
El nerviosismo y las ansias por ver caer un gol se apoderó de tapatíos y brasileños que eran testigos de un partido que crecía en intensidad y en el que tanto los combinados mexicano como brasileño creaban oportunidades al arco.
Los gritos ahogados de gol y los aplausos por las buenas jugadas eran la constante conforme avanzaban
los minutos y la sensación de que alguno de los equipos anotara se hacía cada vez más presente.
Sin embargo el protagonista principal del futbol que es el gol nunca llegó, sin embargo, la gente no dejó de vivir con intensidad el partido hasta el último minuto.
Justo al momento del silbatazo final, las sonrisas se apoderaron de los aficionados que apoyaban al Tricolor, pues al grito de ¡México, México!, sintieron este empate frente a Brasil como si hubiese sido un triunfo.
EL INFORMADOR / ALAN RODRÍGUEZ