Deportes
De Jalisco a Brasil
Desde los sueños de infancia cumplidos, hasta el que organiza una pequeña invasión: historias mundialistas
GUADALAJARA, JALISCO (09/JUN/2014).- La pasión que el mexicano siente por el futbol es inigualable y la misma se acentúa cada cuatro años cuando se acerca el campeonato Mundial. Miles de mexicanos, históricamente, se anticipan con bastante tiempo a la llegada de la justa mundialista, con el objetivo de acudir a esta competencia, sea cual sea la sede.
Pero en esta ocasión que Brasil es la sede de este evento, la demanda por un lugar de parte de los mexicanos fue aún mayor. Entre ellos se cuentan las historias de varios tapatíos que, entusiasmados, buscaron ese lugar que los llevará a conocer tierras mundialistas y formar parte de esa experiencia.
A continuación te presentamos las historias de cuatro tapatíos que estarán en Brasil, cada uno de ellos con aspectos muy particulares, pero todos con un aspecto muy peculiar en común: vivir por primera vez la pasión y la experiencia de estar en un Mundial de futbol.
AL MUNDIAL EN PAREJA
Eduardo de Obeso planeó su viaje a Brasil con dos años de anticipación. Él pudo haberse ido por la fácil de viajar a tierras mundialistas con un grupo de amigos, como muchos lo llegarán a hacer, sin embargo decidió que la mejor compañía para compartir esta experiencia sería con su esposa.
"Somos mi esposa Daniela y yo", comenta un Eduardo entusiasmado, quien además añade "decidí ir a Brasil porque de los próximos mundiales es en el que más posibilidades tenía de ir por la cercanía geográfica".
El viaje al Mundial lo planeó desde hace dos años. "Lo compré a través de un grupo que ya ha ido a otros tres mundiales, pero este mi primer mundial", comparte. "Compré un paquete que incluye hospedaje, los traslados en Brasil, los tres partidos de México y el de octavos de final del segundo lugar del grupo de México". Por este paquete Eduardo invertirá un total aproximado de 15 mil dólares entre él y su esposa.
Eduardo comenta que no pasó dificultades para costear el viaje, sobre todo por el tiempo que lleva planeándolo. "Como era un paquete que se iba pagando a través de un programa de pagos mensuales que se hizo con mucha anticipación, era una mensualidad bastante accesible y no tuve que hacer gran cosa", señala.
Aún así, han existido algunas pequeñas complicaciones en este proceso. Eduardo comparte que aparte de los boletos para los cuatro partidos incluidos en el paquete, logró conseguir entradas para otros tres de la fase de grupos. "Los compramos a través de la página de la FIFA y eso fue bastante complicado pero sí lo pudimos hacer" Los duelos de Costa de Marfil contra Japón, Italia frente a Costa Rica y Alemania ante Ghana, serán los que Eduardo y su esposa disfruten, pero como estos no eran parte del paquete comprado, rentará un coche para desplazarse hacia estos tres encuentros.
Pero no todo será futbol en Brasil. Y aunque aún no tienen un plan enteramente definido, la idea de Eduardo y su esposa es que durante los días en que no haya actividad mundialista será conocer los alrededores de Natal, Fortaleza y Recife, las sedes donde jugará México. "Vamos a utilizar los días libres para conocer las ciudades en las que vamos a estar y conocer algunas otras que estén cerca", comenta.
Por último, Eduardo dice que espera vivir una experiencia que lo marque de por vida, pasar unos días divertidos y sobre todo ver buen futbol en Brasil. Dice que no cree repetir la experiencia en las próximas sedes mundialistas, Rusia en el 2018 y Qatar en el 2022. "En Rusia no porque es enorme y los desplazamientos serían complicados y en Qatar, los precios van a estar infinitamente superiores", concluye.
UN SACRIFICIO POR ESTAR EN BRASIL
Hay cosas que se tienen que sacrificar para poder cumplir un sueño, hasta el sueño de estar en un Mundial de futbol. Para Efrén Luna fue una decisión difícil el viajar a Brasil para estar presente en la justa mundialista y es que para ello tuvo que posponer algunos planes de su proyecto de vida.
"Me decidí ir porque soy un fanático del futbol, lo veo y lo practico y considero que este Mundial va a ser el mejor de la historia por el hecho de que es en Brasil, pensé que esta era una buena oportunidad para ir a un Mundial".
Sin embargo hasta hace unos siete meses ni siquiera pasaba por su cabeza el viajar a Brasil. Todo cambió una noche de diciembre. "Estaba en una reunión con unos amigos y casualmente ellos estaban comprando los vuelos para ir al Mundial, entonces en el transcurso de la reunión me convencieron para ir y ahí decidí comprar el vuelo, fue donde empezó todo", narra.
Pero esta decisión tuvo su costo, comenta Efrén. "Pospuse el estudio de mi maestría, iba a estudiarla a partir de este año y a raíz de esa reunión decidí posponerla un año". Reconoce que esto ha sido lo más difícil de todo el proceso. "Ya estaba estudiando para presentar el examen de admisión, ya lo tenía decido y había invertido en algunos cursos y ya tenía todas las ganas de irme, pero me ganaron más las ganas de irme al Mundial", comparte.
Efrén viajará a Brasil con seis de sus mejores amigos. Por la premura del tiempo con la que planearon el viaje, compraron todo aparte. Comenzaron primero adquiriendo los boletos de avión y después, con algunas dificultades, consiguieron entradas para los partidos de México en la fase de grupos. "Los de un partido los conseguimos a través del sorteo de la FIFA y los otros dos por medio de unos conocidos", dice.
Para el hospedaje y desplazamiento no pasarán problemas. A través de internet se inició el contacto con una persona que alquilaba una casa en la ciudad de Natal, decidiéndose al final por esta; además, para los desplazamientos, rentarán un vehículo en el que cómodamente quepan los siete.
Serán tres semanas las que Efrén y sus amigos pasarán en Brasil. Salieron desde la Ciudad de México el 7 de junio, con destino a Cali, Colombia, donde estarán durante cuatro días, para después volar hacia Brasil. Hasta el momento dice que lleva invertidos 40 mil pesos, pero estima que hacia el final del viaje toda la inversión llegará a un aproximado de entre 90 mil y 100 mil pesos.
Aún no se definen qué otras actividades realizarán entre él y sus amigos en Brasil. "El plan es quedarse en la casa que rentamos en Natal, pero estamos viendo la posibilidad de ir a Sao Paulo y Río de Janeiro para conocer las ciudades, estando allá vamos a ver cuál es la mejor opción".
Como alguien que viaja por primera vez a un Mundial, Efrén tiene altas expectativas para este viaje. "Que sea un excelente viaje, divertirme y si es posible que México haga un buen papel", concluye.
A CUMPLIR UN SUEÑO DE LA NIÑEZ
En la mayoría de los casos, la afición por el futbol comienza desde pequeños y el sueño de viajar a un Mundial también forma parte de esa pasión que el deporte más popular del mundo genera. Para Arturo Muñoz ese sueño de infancia de acudir a un Mundial está a punto de cumplirse.
"Decidí ir porque desde chico tenía el sueño de asistir", dice Arturo sobre el porqué estará en Brasil. Él va junto con tres amigos al país sudamericano. "Lo pensamos desde hace dos años, pero hace un año compramos el boleto de avión y fue cuando dijimos que sí vamos a ir", cuenta.
Su itinerario será un poco diferente. Junto con sus tres amigos, solamente acudirán a un partido de la Copa Mundial, éste el México frente a Croacia. Dice que estos boletos los consiguieron a través del sorteo de la FIFA.
Volarán desde el Distrito Federal hacia Sao Paulo, de ahí, harán su traslado vía aérea hasta Recife, escenario de este partido. "Y si pasa México en primer lugar, aunque sea remota la posibilidad, iríamos al partido que sería cerca de Río de Janeiro. Para ese partido no tenemos boletos, solo iríamos afuera del estadio", comenta.
Pero, ¿por qué ir a partidos a las afueras de los estadios? Arturo es productor audiovisual y viaja también con otro propósito a Brasil. "Voy a hacer un documental de la experiencia de ir, pero sobre todo de la experiencia de que desde chicos queremos cumplir ese sueño y más que nada el mensaje es de que es muy corta la vida como para no hacer lo que uno quiere, entonces vamos a hacer un documental con puras cámaras chiquitas o celulares".
También, Arturo junto con sus amigos, tendrán en Brasil una experiencia de las llamadas 'de mochilazo'. Luego de viajar a Recife, volarán a Río de Janeiro, pero con el detalle de que no podrán documentar maletas, por las características del vuelo. "Todo el equipaje que llevemos desde Sao Paulo y de regreso va a ser sólo equipaje de mano, entonces vamos a estar ocho días con una mochilita", relata.
Arturo partirá a Brasil el próximo 13 de junio, ya iniciado el mundial y regresará el 1 de julio. Por hospedaje no pasará mayores problemas, pues en Sao Paulo pasará unos días en casa de una amiga. En dicha ciudad rentarán un coche para hacer un traslado a Curitiba, en visita de un día para regresar a Sao Paulo y de ahí volar a Recife, sede del partido para el que tiene boletos. Después de este partido viajarán a Río para conocer el ambiente cercano a los estadios. En estas dos últimas ciudades buscarán hospedaje en hostales.
La inversión estimada que se hará en este viaje rondará los 70 mil pesos. "Lo que hicimos fue aprovechar una tarjeta de crédito 'choncha' de un amigo, y los vuelos y ciertas cosas las hemos pagado a meses sin intereses", dice sobre la forma en que se ha costeado el viaje.
"Espero un ambiente al máximo, de primer nivel y dentro de lo futbolístico esperemos que México pase de primera ronda, que es complicado, pero sobre todo lo que queremos es gritar un gol en el estadio", comenta sobre sus expectativas de cara a lo que será este viaje, que se convertirá en algo que cumpla un anhelo que desde niño tenía.
VIAJE A LO ANCHO DE SUDAMÉRICA
El viaje que hará Rogelio García a Brasil será muy peculiar. Entre él y un amigo se han organizado para llevar al Mundial a 100 personas, la mayoría de ellos tapatíos, pero también viajan algunos provenientes de los alrededores de Jalisco. Estos 100 viajarán en un vuelo directo hacia Brasil, pero Rogelio y su amigo lo harán de manera distinta.
Rogelio y su acompañante viajarán primero a Lima, Perú, después harán un traslado a la ciudad de Cuzco, en el mismo país andino y desde ahí emprenderán un viaje por carretera hasta llegar a Fortaleza. Ambos viajarán acompañados de un mariachi de seis integrantes.
"Es una idea que traíamos desde 2012 entre un amigo y yo y que surgió de un viaje de negocios a China de parte de él. Él ya había ido a Sudáfrica y a Francia", comenta Rogelio, quien dice que a este viaje van "amigos de los amigos y los amigos de éstos, todos en plan familiar".
Estos más de 100 viajeros se concentrarán en Natal, donde, dice Rogelio, rentaron unos departamentos y la torre de un hotel para solucionar el asunto del hospedaje; también, la mayoría de éstos pasarán una noche en Fortaleza, el mismo día que la Selección mexicana se enfrenta al anfitrión.
Todo este grupo va a Brasil con boletos para los tres partidos de México, además, irán a un cuarto juego, éste, el de la llave de octavos de final en el que jugará el combinado que termine en segundo sitio en el grupo del Tri contra el primer lugar del Grupo B.
Sobre su viaje desde Cuzco hasta Brasil, Rogelio cuenta que "desde Cuzco hay una carretera continental en la que vamos en una casa rodante hasta Fortaleza, vamos a cruzar el Amazonas prácticamente". Él, junto con sus siete acompañantes viajaron hasta Lima desde el pasado 5 de junio; ese mismo salieron con rumbo hacia Cuzco para, a partir del día siguiente tomar camino y realizar un viaje de aproximadamente 76 horas "para llegar a Fortaleza rayando casi el 10 de junio", dice.
Invertirá en este viaje un aproximado de 10 mil dólares. Planea gastar un promedio de 100 dólares diarios en cada uno de los 30 días que pasará en tierras sudamericanas. "Para mi es más barato el viaje que voy a hacer comparado al paquete de los demás, que costó alrededor de nueve mil 500 dólares (sólo el viaje)", comenta.
Enfrentó algunos problemas para adquirir boletos "porque es más difícil que los vendan para la gente de fuera" dice; sin embargo, esto lo solucionó de una manera sencilla. "Lo resolvimos porque contratamos gente de Brasil para que nos comprara los boletos en Brasil".
Para Rogelio y los 100 viajeros no todo será futbol. Junto con la gente de los hoteles en que se hospedarán realizarán algunas actividades en las playas de Natal, entre ellas un partido de futbol de mexicanos contra brasileños, fiestas en la playa y conocer más a fondo la cultura brasileña. Además, existe la intención de 'darse una vuelta' por Río de Janeiro, pero aún no es algo concreto.
"Me va a tocar un viaje complicado, pero será más nutrido porque me va a tocar conocer un poquito de Perú, Bolivia y cruzar el Parque Nacional del Amazonas va a ser algo padre. Vamos a uno de los países más futboleros del mundo y va a ser muy interesante conocer la cultura brasileña desde adentro y la cultura futbolera ahora sí que desde sus entrañas", cuenta un emocionado Rogelio sobre la experiencia que vivirá.
Pero en esta ocasión que Brasil es la sede de este evento, la demanda por un lugar de parte de los mexicanos fue aún mayor. Entre ellos se cuentan las historias de varios tapatíos que, entusiasmados, buscaron ese lugar que los llevará a conocer tierras mundialistas y formar parte de esa experiencia.
A continuación te presentamos las historias de cuatro tapatíos que estarán en Brasil, cada uno de ellos con aspectos muy particulares, pero todos con un aspecto muy peculiar en común: vivir por primera vez la pasión y la experiencia de estar en un Mundial de futbol.
AL MUNDIAL EN PAREJA
Eduardo de Obeso planeó su viaje a Brasil con dos años de anticipación. Él pudo haberse ido por la fácil de viajar a tierras mundialistas con un grupo de amigos, como muchos lo llegarán a hacer, sin embargo decidió que la mejor compañía para compartir esta experiencia sería con su esposa.
"Somos mi esposa Daniela y yo", comenta un Eduardo entusiasmado, quien además añade "decidí ir a Brasil porque de los próximos mundiales es en el que más posibilidades tenía de ir por la cercanía geográfica".
El viaje al Mundial lo planeó desde hace dos años. "Lo compré a través de un grupo que ya ha ido a otros tres mundiales, pero este mi primer mundial", comparte. "Compré un paquete que incluye hospedaje, los traslados en Brasil, los tres partidos de México y el de octavos de final del segundo lugar del grupo de México". Por este paquete Eduardo invertirá un total aproximado de 15 mil dólares entre él y su esposa.
Eduardo comenta que no pasó dificultades para costear el viaje, sobre todo por el tiempo que lleva planeándolo. "Como era un paquete que se iba pagando a través de un programa de pagos mensuales que se hizo con mucha anticipación, era una mensualidad bastante accesible y no tuve que hacer gran cosa", señala.
Aún así, han existido algunas pequeñas complicaciones en este proceso. Eduardo comparte que aparte de los boletos para los cuatro partidos incluidos en el paquete, logró conseguir entradas para otros tres de la fase de grupos. "Los compramos a través de la página de la FIFA y eso fue bastante complicado pero sí lo pudimos hacer" Los duelos de Costa de Marfil contra Japón, Italia frente a Costa Rica y Alemania ante Ghana, serán los que Eduardo y su esposa disfruten, pero como estos no eran parte del paquete comprado, rentará un coche para desplazarse hacia estos tres encuentros.
Pero no todo será futbol en Brasil. Y aunque aún no tienen un plan enteramente definido, la idea de Eduardo y su esposa es que durante los días en que no haya actividad mundialista será conocer los alrededores de Natal, Fortaleza y Recife, las sedes donde jugará México. "Vamos a utilizar los días libres para conocer las ciudades en las que vamos a estar y conocer algunas otras que estén cerca", comenta.
Por último, Eduardo dice que espera vivir una experiencia que lo marque de por vida, pasar unos días divertidos y sobre todo ver buen futbol en Brasil. Dice que no cree repetir la experiencia en las próximas sedes mundialistas, Rusia en el 2018 y Qatar en el 2022. "En Rusia no porque es enorme y los desplazamientos serían complicados y en Qatar, los precios van a estar infinitamente superiores", concluye.
UN SACRIFICIO POR ESTAR EN BRASIL
Hay cosas que se tienen que sacrificar para poder cumplir un sueño, hasta el sueño de estar en un Mundial de futbol. Para Efrén Luna fue una decisión difícil el viajar a Brasil para estar presente en la justa mundialista y es que para ello tuvo que posponer algunos planes de su proyecto de vida.
"Me decidí ir porque soy un fanático del futbol, lo veo y lo practico y considero que este Mundial va a ser el mejor de la historia por el hecho de que es en Brasil, pensé que esta era una buena oportunidad para ir a un Mundial".
Sin embargo hasta hace unos siete meses ni siquiera pasaba por su cabeza el viajar a Brasil. Todo cambió una noche de diciembre. "Estaba en una reunión con unos amigos y casualmente ellos estaban comprando los vuelos para ir al Mundial, entonces en el transcurso de la reunión me convencieron para ir y ahí decidí comprar el vuelo, fue donde empezó todo", narra.
Pero esta decisión tuvo su costo, comenta Efrén. "Pospuse el estudio de mi maestría, iba a estudiarla a partir de este año y a raíz de esa reunión decidí posponerla un año". Reconoce que esto ha sido lo más difícil de todo el proceso. "Ya estaba estudiando para presentar el examen de admisión, ya lo tenía decido y había invertido en algunos cursos y ya tenía todas las ganas de irme, pero me ganaron más las ganas de irme al Mundial", comparte.
Efrén viajará a Brasil con seis de sus mejores amigos. Por la premura del tiempo con la que planearon el viaje, compraron todo aparte. Comenzaron primero adquiriendo los boletos de avión y después, con algunas dificultades, consiguieron entradas para los partidos de México en la fase de grupos. "Los de un partido los conseguimos a través del sorteo de la FIFA y los otros dos por medio de unos conocidos", dice.
Para el hospedaje y desplazamiento no pasarán problemas. A través de internet se inició el contacto con una persona que alquilaba una casa en la ciudad de Natal, decidiéndose al final por esta; además, para los desplazamientos, rentarán un vehículo en el que cómodamente quepan los siete.
Serán tres semanas las que Efrén y sus amigos pasarán en Brasil. Salieron desde la Ciudad de México el 7 de junio, con destino a Cali, Colombia, donde estarán durante cuatro días, para después volar hacia Brasil. Hasta el momento dice que lleva invertidos 40 mil pesos, pero estima que hacia el final del viaje toda la inversión llegará a un aproximado de entre 90 mil y 100 mil pesos.
Aún no se definen qué otras actividades realizarán entre él y sus amigos en Brasil. "El plan es quedarse en la casa que rentamos en Natal, pero estamos viendo la posibilidad de ir a Sao Paulo y Río de Janeiro para conocer las ciudades, estando allá vamos a ver cuál es la mejor opción".
Como alguien que viaja por primera vez a un Mundial, Efrén tiene altas expectativas para este viaje. "Que sea un excelente viaje, divertirme y si es posible que México haga un buen papel", concluye.
A CUMPLIR UN SUEÑO DE LA NIÑEZ
En la mayoría de los casos, la afición por el futbol comienza desde pequeños y el sueño de viajar a un Mundial también forma parte de esa pasión que el deporte más popular del mundo genera. Para Arturo Muñoz ese sueño de infancia de acudir a un Mundial está a punto de cumplirse.
"Decidí ir porque desde chico tenía el sueño de asistir", dice Arturo sobre el porqué estará en Brasil. Él va junto con tres amigos al país sudamericano. "Lo pensamos desde hace dos años, pero hace un año compramos el boleto de avión y fue cuando dijimos que sí vamos a ir", cuenta.
Su itinerario será un poco diferente. Junto con sus tres amigos, solamente acudirán a un partido de la Copa Mundial, éste el México frente a Croacia. Dice que estos boletos los consiguieron a través del sorteo de la FIFA.
Volarán desde el Distrito Federal hacia Sao Paulo, de ahí, harán su traslado vía aérea hasta Recife, escenario de este partido. "Y si pasa México en primer lugar, aunque sea remota la posibilidad, iríamos al partido que sería cerca de Río de Janeiro. Para ese partido no tenemos boletos, solo iríamos afuera del estadio", comenta.
Pero, ¿por qué ir a partidos a las afueras de los estadios? Arturo es productor audiovisual y viaja también con otro propósito a Brasil. "Voy a hacer un documental de la experiencia de ir, pero sobre todo de la experiencia de que desde chicos queremos cumplir ese sueño y más que nada el mensaje es de que es muy corta la vida como para no hacer lo que uno quiere, entonces vamos a hacer un documental con puras cámaras chiquitas o celulares".
También, Arturo junto con sus amigos, tendrán en Brasil una experiencia de las llamadas 'de mochilazo'. Luego de viajar a Recife, volarán a Río de Janeiro, pero con el detalle de que no podrán documentar maletas, por las características del vuelo. "Todo el equipaje que llevemos desde Sao Paulo y de regreso va a ser sólo equipaje de mano, entonces vamos a estar ocho días con una mochilita", relata.
Arturo partirá a Brasil el próximo 13 de junio, ya iniciado el mundial y regresará el 1 de julio. Por hospedaje no pasará mayores problemas, pues en Sao Paulo pasará unos días en casa de una amiga. En dicha ciudad rentarán un coche para hacer un traslado a Curitiba, en visita de un día para regresar a Sao Paulo y de ahí volar a Recife, sede del partido para el que tiene boletos. Después de este partido viajarán a Río para conocer el ambiente cercano a los estadios. En estas dos últimas ciudades buscarán hospedaje en hostales.
La inversión estimada que se hará en este viaje rondará los 70 mil pesos. "Lo que hicimos fue aprovechar una tarjeta de crédito 'choncha' de un amigo, y los vuelos y ciertas cosas las hemos pagado a meses sin intereses", dice sobre la forma en que se ha costeado el viaje.
"Espero un ambiente al máximo, de primer nivel y dentro de lo futbolístico esperemos que México pase de primera ronda, que es complicado, pero sobre todo lo que queremos es gritar un gol en el estadio", comenta sobre sus expectativas de cara a lo que será este viaje, que se convertirá en algo que cumpla un anhelo que desde niño tenía.
VIAJE A LO ANCHO DE SUDAMÉRICA
El viaje que hará Rogelio García a Brasil será muy peculiar. Entre él y un amigo se han organizado para llevar al Mundial a 100 personas, la mayoría de ellos tapatíos, pero también viajan algunos provenientes de los alrededores de Jalisco. Estos 100 viajarán en un vuelo directo hacia Brasil, pero Rogelio y su amigo lo harán de manera distinta.
Rogelio y su acompañante viajarán primero a Lima, Perú, después harán un traslado a la ciudad de Cuzco, en el mismo país andino y desde ahí emprenderán un viaje por carretera hasta llegar a Fortaleza. Ambos viajarán acompañados de un mariachi de seis integrantes.
"Es una idea que traíamos desde 2012 entre un amigo y yo y que surgió de un viaje de negocios a China de parte de él. Él ya había ido a Sudáfrica y a Francia", comenta Rogelio, quien dice que a este viaje van "amigos de los amigos y los amigos de éstos, todos en plan familiar".
Estos más de 100 viajeros se concentrarán en Natal, donde, dice Rogelio, rentaron unos departamentos y la torre de un hotel para solucionar el asunto del hospedaje; también, la mayoría de éstos pasarán una noche en Fortaleza, el mismo día que la Selección mexicana se enfrenta al anfitrión.
Todo este grupo va a Brasil con boletos para los tres partidos de México, además, irán a un cuarto juego, éste, el de la llave de octavos de final en el que jugará el combinado que termine en segundo sitio en el grupo del Tri contra el primer lugar del Grupo B.
Sobre su viaje desde Cuzco hasta Brasil, Rogelio cuenta que "desde Cuzco hay una carretera continental en la que vamos en una casa rodante hasta Fortaleza, vamos a cruzar el Amazonas prácticamente". Él, junto con sus siete acompañantes viajaron hasta Lima desde el pasado 5 de junio; ese mismo salieron con rumbo hacia Cuzco para, a partir del día siguiente tomar camino y realizar un viaje de aproximadamente 76 horas "para llegar a Fortaleza rayando casi el 10 de junio", dice.
Invertirá en este viaje un aproximado de 10 mil dólares. Planea gastar un promedio de 100 dólares diarios en cada uno de los 30 días que pasará en tierras sudamericanas. "Para mi es más barato el viaje que voy a hacer comparado al paquete de los demás, que costó alrededor de nueve mil 500 dólares (sólo el viaje)", comenta.
Enfrentó algunos problemas para adquirir boletos "porque es más difícil que los vendan para la gente de fuera" dice; sin embargo, esto lo solucionó de una manera sencilla. "Lo resolvimos porque contratamos gente de Brasil para que nos comprara los boletos en Brasil".
Para Rogelio y los 100 viajeros no todo será futbol. Junto con la gente de los hoteles en que se hospedarán realizarán algunas actividades en las playas de Natal, entre ellas un partido de futbol de mexicanos contra brasileños, fiestas en la playa y conocer más a fondo la cultura brasileña. Además, existe la intención de 'darse una vuelta' por Río de Janeiro, pero aún no es algo concreto.
"Me va a tocar un viaje complicado, pero será más nutrido porque me va a tocar conocer un poquito de Perú, Bolivia y cruzar el Parque Nacional del Amazonas va a ser algo padre. Vamos a uno de los países más futboleros del mundo y va a ser muy interesante conocer la cultura brasileña desde adentro y la cultura futbolera ahora sí que desde sus entrañas", cuenta un emocionado Rogelio sobre la experiencia que vivirá.