Cultura

Sincretismo cultural en el Degollado

La producción Llama y flamenco combina los ritmos españoles y la música tradicional nipona

GAUDALAJARA, JALISCO (11/OCT/2010).- ¿Quién dijo que las culturas de Japón y de España carecen de puntos de convergencia? La respuesta y desmitificación de dicha afirmación estuvieron a cargo del Ballet de Yoko Komatsubara a través del espectáculo Llama y flamenco, que se presentó el pasado sábado por la noche en el Teatro Degollado. La puesta en escena se sumó a los festejos del 400 aniversario de relaciones diplomáticas entre México y el país llamado del Sol naciente.

Compuesta de siete actos, la obra tiene como inspiración el “ardor y la pasión” que caracterizan tanto al estilo flamenco como a las artesanías japonesas, y da muestra de la perfecta fusión que se logra al combinar el folclor nipón con el ibérico.

Llama y flamenco comenzó a las 19:00 horas, cuando tras correrse el telón quedaron al descubierto 11 músicos que comenzaron la obra con cantos del tradicional estilo joururi japonés, que destaca los sonidos de la flauta y el tambor.

Acto seguido, ocho bailarinas salieron a escena ataviadas con vestidos que mezclaban la elegancia de los kimonos con los trajes típicos de las andaluzas, quienes fueron acompañadas por cuatro bailarines con trajes de inspiración militar.

Los sonidos del joururi se hispanizaron cuando los acordes de una guitarra acústica y los cajones españoles inundaron el inmueble, tornándose así la pieza en una puesta flamenca en la que los artistas combinaron pasos de baile flamencos con movimientos propios de las artes marciales.

Cabe destacar que en cada uno de los actos el público, compuesto en buena medida por parte de la comunidad japonesa, se entregó en aplausos y ovaciones hacia los intérpretes.

Tras finalizar las siete escenas del montaje hubo un intermedio de 15 minutos y posteriormente la velada continuó con el ballet ejecutando elaboradas coreografías de tradición flamenca.

Para cerrar, la bailarina Yoko Komatsubara, fundadora de la compañía de danza homónima, interpretó una emotiva pieza acompañada por el más diestro de los bailarines.

Cierre con broche de oro

Alejandro Matos, director del Festival Cultural de Mayo, entregó un reconocimiento al Ballet Yoko Komatsubara por sumarse a los festejos del 400 aniversario de relaciones diplomáticas entre Japón y México, y después de una nutrida ovación por parte de los asistentes, los artistas se despidieron con un improvisado baile en el que no faltó el canto.

Cosas para contar


2 horas de espectáculo
11 músicos
12 bailarines

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