Raramuribotics, ciencia y tecnología para los niños tarahumaras

MÉXICO (03/AGO/2010).- Siete alumnos del Tecnológico de Monterrey, Campus Chihuahua hacen equipo con la empresa SUAL Labs y durante dos meses trabajan con asentamiento Tarahumara para llevar la Robótica a alrededor de 40 niños y jóvenes rarámuris.  

Bajo el lema de "democratizar la robótica" Eduardo Arias, Pablo Bárcenas, Gerardo López, Enrique Rivera, Carlos Rodríguez, Hugo Varela, alumnos de la carrera de Ingeniero en Mecatrónica (IMT) y Emilio Caballero de Ingeniero en Tecnologías Electrónicas (ITE) decidieron dedicar sus horas de servicio social a la educación de 40 jóvenes indígenas del asentamiento "Pbro. Carlos Díaz Infante", ubicado al Sur de la ciudad de Chihuahua.  

El proyecto Raramuribotics nace como un programa de Responsabilidad Social de la empresa SUAL Labs y su jefe de Operaciones, el EXATEC Jonathan Germain Ortiz Mena (ISE 04), quien en coordinación con el Departamento de Formación Social del Tecnológico de Monterrey, Campus Chihuahua se planteó la meta de desarrollar una educación integra y complementaria de los niños tarahumaras.  

SUAL Labs capacitó a los alumnos y donó material para construcción de más de 90 robots. A lo largo de dos meses de cursos, los participantes harán robots como el "Pintor", "Topa-topa" y "El Bicho".  

Ortiz Mena, quien actualmente cursa la Maestría de Administración (MA) en el Campus Chihuahua explicó que con el curso se busca enriquecer la educación de los niños tarahumaras en las áreas de español, matemáticas y además teniendo un taller de robótica para fomentar nuevos conocimientos.  

Los siete jóvenes, que pertenecen al Club de Robótica del Campus Chihuahua, tenían como retos romper con la timidez de los rarámuris y enseñarles técnicas de soldadura, uso de herramientas y conocimientos generales de la robótica.  

"Los alumnos del Tecnológico de Monterrey no solamente cumplieron con las horas acordadas, sino que además dieron un valor agregado con su espíritu de entrega y devoción a sus actividades, poniendo siempre un extra de lo que se les pedía, ya sea con actividades extras o incluso con tiempo extra al acordado.  

Cabe mencionar que el nivel de compromiso, así como el nivel educativo mostrado superaron las expectativas, siendo ellos una piedra angular en el éxito del evento", comentó Ortiz Mena.  

Proyecto enriquecedor  

"Fue un proyecto muy enriquecedor tanto para los niños del asentamiento como para nuestros alumnos quienes se comprometieron tanto con los niños que incluso buscaron la manera de llevarlos al cine", comentó la licenciada Hortensia Ortiz Madrid, Directora del Instituto para el Desarrollo Social Sostenible del Campus Chihuahua.  

Los niños y jóvenes Raramuris, lograron aprender técnicas de soldado, conocimientos de electrónica básica y se reforzaron sus conocimientos de matemáticas y español, se vio un gran potencial en algunos niños para que lleguen a cursar no solamente la educación básica, sino con capacidades para llegar a una carrera técnica o profesional e incluso se platicó con el Museo Semilla para darle continuidad a estos niños y estos mismos aceptaron becarlos en sus cursos de Robótica.  

Entre estos niños está Alejandra Moreno de 12 años y próxima a iniciar su educación secundaria, quien fue la alumna más destacada de "Raramuribotics". "Son bonitos y divertidos, el curso me gustó mucho", comentó con timidez y confesó que de los tres robots que construyó su favorito fue "El Bicho".  

"El Bicho" también fue el favorito de Angelica González Fuentes, de 11 años y que cursa el cuarto año de Primaria. "Era el más complicado pero no fue difícil", dijo la niña que sueña con ser doctora cuando crezca.  

Los Robots  

A lo largo de los cursos los alumnos tarahumaras crearon 71 robots. En la construcción del "Pintor" los materiales principales utilizados fueron un vaso de desechable, tres marcadores de diferente color, un vibrador y pilas, de los cuales los cursantes construyeron 40.  

Se construyeron 18 unidades del "Topa-topa", con un par de motores, una tableta electrónica, dos switchs, pilas y un sistema de encendido y plástico moldeable.  

El mayor reto fue "El bicho", de que se construyeron 13 unidades. Se trata de un robot con dos motores, antenas, dos switchs, una tableta electrónica así como pilas que avanza y al encontrar un obstáculo lo evade sin detener su marcha.  

Ortiz Meza señaló que todos los robots construidos fueron obsequiados a los mismos niños fabricantes, y se cumplió la meta de ofrecer un panorama diferente con conocimientos y diversión.