Zirahuén y su lago

MICHOACÁN (18/MAR/2012).- No de esos bellos espejos es Zirahuén, que se encuentra bordeado por preciosas montañas boscosas; al norte, la Mesa el Potrero; al sur, los cerros San Lorenzo y El Puerto; al oriente, la Barranca Las Juntas y el Cerro Colorado; y al poniente, los cerros Comburinos y La Magueyera.

De Santa Clara del Cobre, donde se martillea con habilidad, imaginación y ritmo, nos dirigimos a Zirahuén, “sitio de neblinas”, neblinas que acarician el lago, lo envuelven y lo descubren mágicamente. Tomamos en dirección a Irícuaro, pasando la Palma de Sandoval empezamos a impregnarnos de los pintorescos parajes del lago, embellecidos por sus cerros y sus coníferas. Llegamos al poblado de similar nombre del lago, donde se manifiestan rasgos de arquitectura tarasca, aleros y columnas con tallas. Apreciamos su alta capilla con techumbre de madera y teja a dos aguas, después  vimos unas artesanías de madera tallada con marcada preferencia por las flores. Luego nos encaminamos al embarcadero donde  miramos unas cabañas al costado izquierdo del muelle, forman parte del desarrollo turístico llamado Agua Verde.

Entramos al embarcadero de madera, insólito por los fogones o ticuís aledaños donde diversos aromas enriquecen la atmósfera y posteriormente los paladares. Al recorrer el muelle, los aromas y sazones van cambiando, pero la ricura de esos aires permanece mientras la leña esté viva y las ollas o cazuelas contengan algún manjar. Cada cocinera con su especialidad, desde el muelle fuimos mirando con deleite el mosaico de cocinas que se encuentran a nivel de suelo y el muelle a un nivel superior, poco más de dos metros, creándose una atractiva perspectiva. Sopladores hacían crujir las brazas, que calentaban comales con torteadas tortillas blancas, amarillas o negras, sin faltar las tradicionales corundas (con crema y salsa verde); los tamales de ceniza o nacatamales, acompañados por atole de zarzamora o atole blanco; huitlacoche, flor de calabaza o hongos; pescado blanco, mojarra o acúmara asada; la yarata o hueva de pescado; mole rojo con pollo; charales tapados o boquerones tronadores; caldo michi; chuleta en mole verde; pollo en cuñete y gorditas con frijoles salpicadas de queso, todo un festín de sabores.

Llegó la hora de abordar la lancha, cubierta y panorámica a la vez; el timonel fue surcando las olas del fantástico lago que nos fue regalando hermosos paisajes de agua y laderas boscosas. Para donde volteáramos, admirábamos cautivadoras vistas, cada una con sus detalles singulares, sobresaliendo los centenarios fresnos y pinos, que espejeaban verde en el agua zafiro y cuando el sol se escondía, el agua se tornaba un tanto blanca. Más adelante vimos el caserío de Agua Verde y enseguida llegamos al fabuloso “Parque Aventura Agua Verde”, donde fuimos invitados a disfrutar de las tres tirolesas, puentes colgantes nos fueron llevando a ellas, percibimos las bizarras frondas, el bonito espejo y el fresco viento, al recorrer aquellos cables, el más increíble es el que atraviesa la bahía de Agua Verde. Enseguida remamos un rato sobre unos kayaks, sin dejar de mirar el bosque, unos paseantes pedaleaban con gusto por el pinar. Posteriormente montamos unos cuacos y nos adentramos al bosque de encinos, madroños y robles, escuchando el silbar de los árboles y el cantar de algunas avecillas. Vimos unas cabañas alpinas, en lo alto del monte, con techos para nieve, se olvidaron de la arquitectura tarasca, las cabañas con nombres acertados: Tiripe, Charahuén, Ajuno, Iramuco y Comburinos, gozan de placenteras vistas al lago a través de los árboles.

Por Vicente García Remus

EN EL MAPA
¿Dónde está?

Zirahuén se localiza a 21 kilómetros de Pátzcuáro. Cabañas y restaurantes abundan en esta zona del Estado michoacano.

¿Cómo llegar?

Toma la Autopista Guadalajara-México, son alrededor de tres horas recorrido; en Morelia preguntar a cualquier parroquiano cómo llegar a Zirahuén.

Existen diversas líneas de transporte terrestre con tarifas desde 350 pesos por persona.