Jueves, 28 de Marzo 2024
Suplementos | El hotel también cuenta con un gimnasio y dos albercas al aire libre

Xixim, pincelada celestial

El hotel también cuenta con un gimnasio y dos albercas al aire libre

Por: EL INFORMADOR

Las habitaciones de Xixim son bungalós acondicionados para ser frescos y cómodos todo el año. EL INFORMADOR / M. Castillo

Las habitaciones de Xixim son bungalós acondicionados para ser frescos y cómodos todo el año. EL INFORMADOR / M. Castillo

GUADALAJARA, JALISCO (06/AGO/2017).- Ningún viaje se parece. Aunque hayas ido dos veces al mismo lugar, no será igual. Cambió el recinto o cambiaste tú, pero todo será diferente.

La primera vez que viajé al Hotel Xixim -joya arquitectónica enclavada en Celestún, Yucatán-, lo hice con la idea de desconectarme. Decirle adiós al estrés, al ruido de la ciudad, al tráfico, a perderme en el celular y a la tensión de la oficina.

Ahora la meta no era desenchufarme de la civilización (lo que daba por descontado que iba a ocurrir, pues no hay televisión en los cuartos ni buena señal de celular), sino conectarme conmigo.

Ya no iba pensando en observar los fastuosos detalles que ofrece el hotel. Tenía frescas en la mente las imágenes de sus bellas habitaciones, la exuberancia natural que inunda cada rincón y la calidad del personal de servicio. Ahora el objetivo estaba en observar los pequeños elementos que hacen tan grande este lugar. Esas diminutas pinceladas de color que le dan forma a este fastuoso paraíso.

En la primera vuelta, Xixim me recibió con el tradicional calor abrazador que por lo general se recuesta en tierras mayas. Ahora llegué con una tormenta cortesía de Kukulkán, que enmarcó el viaje desde Mérida hasta Celestún (de más o menos hora y 50 minutos).

Cuando llegué al recinto, la precipitación ya había remitido. Sí, hizo el viaje un poco más agotador, pero a cambio, me permitió disfrutar de un amanecer como no lo imaginaba. El hotel, integrado a la selva, ahora lucía un verde intenso que resaltaba incluso entre la bruma matutina.

Eran mis primeros minutos en el hotel, y Xixim ya me estaba regalando los colores más bellos que había visto en la vida.

Eternamente verde

El sonido del mar y el canto de las aves son el despertador natural de Xixim. Eso y el excelente café de cortesía que llegará todas las mañanas a tu habitación, acompañado con una rebanada de pan francés.

Pero aquí debo hacer una pausa. Quien escribe estas palabras es un amante del buen café, pero ese día me costó mucho tomarlo. Y lo digo porque no me quería levantar de la cama. El colchón se siente como una nube, y la fresa brisa matutina contribuye a quedarse largo rato en los brazos de Morfeo.

Antes de desayuno, decidí dar una caminata por los senderos. Los árboles y flores que pueblan todo el año Xixim se levantaron con los colores más intensos. A mi lado, una libélula paseaba lentamente a través de los arbustos, mientras un geco me miraba con un aire de indiferencia absoluto, más concentrado en buscar comida. Cerca del lente de mi cámara se paseó una mariposa amarilla, que pronto se perdió entre la vegetación.

Le dedico las palabras anteriores a la fauna de Xixim porque es importante tenerla en cuenta antes de decidir si quieres quedarte el hotel. Ellos son los dueños de la zona y es importante que no les tengas miedo (en general son inofensivos). Además de insectos, el hotel presume una enorme variedad de aves y una familia de mapaches traviesos, a quienes con un poco de suerte, podrás tomarles una foto.  

Si no te molesta compartir espacio con la naturaleza, sentirás que estás hospedado en un trozo del paraíso terrenal. Eso sí, lleva repelente contra los mosquitos y piensa que hay temporadas (en especial durante las lluvias), donde será difícil que al aire libre no te topes con ellos.

Bueno, ya hace hambre. ¿Qué tal si vamos a comer?

Irresistible sazón

Si la gastronomía mexicana es famosa a nivel internacional, eso se debe a la riqueza de sus cocinas regionales. Y una de las más deliciosas es la que emana de Yucatán, cuyos platillos son una de las grandes debilidades en la vida de quien esto escribe.

El restaurante del hotel se llama Zaxim y la estrella en la carta es, naturalmente, la cocina yucateca. Aunque eso no significa que el hotel no se arriesgue con algunas propuestas de vanguardia y busque darle un toque contemporáneo a recetas que han estado presentes en la mesa de la Península desde el Virreinato e incluso mayas.

Comencemos con lo tradicional. Durante mi estancia en el hotel probé el Poc Chuc -lomo de cerdo marinado en naranja agria, con los infaltables frijoles refritos, cebolla curtida y chiltomate-. El sabor es supremo y la porción es más que generosa (acompañado con una margarita de Chaya).

Pero si el Choc Puc es un clásico de la cocina maya, lo que probé después demostró que no hay intocables en la gastronomía mexicana: Lasagna de Cochinita Pibil.

La combinación podrá sonar exótica, pero ya en el paladar es una maravilla. Con el equilibrio perfecto en los sabores y una preparación bien cuidada, se convirtió en una de las sorpresas más agradables que he podido degustar en cualquiera de mis viajes.

Directo al corazón

Xixim tiene varias actividades para enriquecer tu estadía. Desde salir por la mañana a hacer la pesca del día (y preparar lo capturado), hasta dar un paseo en bicicleta en los alrededores del hotel -donde podrás encontrar charcas salineras que son bastante productivas-.

Una actividad infaltable es el tour a la Ría Celestún, justo en la frontera entre Yucatán y Campeche. La zona protegida es el hogar de una rica fauna de mamíferos, insectos, reptiles y aves, entre ellas el famoso flamenco, cuya belleza y elegancia los convierte en uno de los poemas visuales de la vista. También podrás entrar a un ojo de agua, si las condiciones climáticas lo permiten.

A todas las actividades anteriores es recomendable llevar ropa cómoda, bloqueador y repelente contra mosquitos, así como dinero en efectivo (en algunas tiendas de Celestún es posible comprar con tarjeta de crédito, pero no está de más ir prevenidos).

Los tres días que permanecí en el hotel los llené con caminatas, largas charlas y buena comida (mucha, de hecho). También me dediqué a la lectura sobre la hamaca y dejé que fuera el viento quien me arrullara. La señal de celular en el hotel es pobre, intencionalmente, para que no te veas absorbido de regreso a la tecnología y ¿sabes qué? Vale la pena.

En algún momento, mientras te encuentras en Xixim, simplemente te olvidas de las preocupaciones, el ruido y el trabajo. Te dejas lleva por la naturaleza, las voces humanas y el silencio. Con un poco de suerte comenzarás a escuchar lo que dice tu corazón. Con un poco de suerte sabrás que te conectaste directo con tu corazón.

Lo básico

La dirección. El hotel se encuentra en el kilómetro 10 de la carretera a Sisal, Celestún.

Promoción. Durante el mes de agosto, el hotel ofrece una tarifa vacacional de mil 550 pesos por persona en ocupación doble, con desayuno incluido y dos niños gratis en el mismo bungaló.

Contacto e información. El hotel pone a disposición de los interesados el correo info@hotelxixim.com para mayor información de tarifas y promociones. Si deseas llamarlos, lo puedes hacer al número (988) 916 2100 o visitar su página de internet, www.hotelxixim.com

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