Tziscao, con color esmeralda

GUADALAJARA, JALISCO (26/MAY/2013).- En el municipio chiapaneco de La Trinitaria, se despliega una red acuática que, desde la época prehispánica, figura como un paraíso para aquellas personas amantes de la Naturaleza y la relajación.

Se trata del Parque Nacional Lagunas de Montebello, un reino de frescos lagos azulados que se alimentan por los ríos Grijalva y Lagartero, muy cerca de la frontera entre México y Guatemala.

Es precisamente en este rompecabezas acuático donde surge Tziscao, una peculiar localidad indígena que resguarda a una de las lagunas más emblemáticas de Chiapas, ya que la belleza de sus aguas permite al paseante sumergirse en un itinerario de exploración, diversión, aprendizaje ecológico y un deleite culinario.

Durante todo el año, Tziscao goza de un clima envidiable que hace de su entorno un espacio deseado para destinar periodos vacacionales; su oferta de hospedaje, alimentación y actividades deportivas y familiares, le valen lo suficiente para atraer a miles de visitantes durante el verano, principalmente.

Para comprender la majestuosidad de Tziscao es necesario remontarse a los orígenes de La Trinitaria y sus tradiciones, pues además del turismo ecológico aquí se encuentran los vestigios arqueológicos de la ciudad precolombina Chinkultic.

Tras la colonización, el camino religioso que sus habitantes construían hacia la Santísima Trinidad, terminó por consagrar a la localidad bajo el nombre de La Trinitaria, por el año de 1911.

Adrenalina ecológica

La laguna de Tziscao se localiza aproximadamente a tres horas de Tuxtla Gutiérrez (capital de Chiapas). La verdosa vegetación y sus amplias vistas al cielo, generan un efecto óptico multicolor reflejado en sus aguas, que abarcan una extensión de cuatro mil metros cuadrados por mil 500, capacidad con la que alcanza una profundidad cercana a los 70 metros.

Al ser la laguna más grande del Parque Nacional de Montebello, Tziscao tiene una serie de actividades que invitan al turista a quedarse por lo menos tres días, para disfrutar las atracciones del lugar, desde la oferta gastronómica tradicional de Chiapas, la práctica de deportes extremos, así como la experiencia de relajación en sus íntimas cabañas y zonas de acampar, que generan un vínculo personal entre los ruidos y aromas expedidos por la fauna y flora endémica de La Trinitaria.

El paseo en balsa es casi obligado en Tziscao, pues de esta forma el visitante puede conocer en un par de horas las otras nueve lagunas que colindan con este paisaje.

Los guías turísticos dedican parte de la excursión a conocer las diversas estampas climáticas de la región, que por lo general se mantiene con un ambiente húmedo y cálido, lo que propicia un mosaico natural entre coníferas, cedros, helechos y flores silvestres de pragmáticos colores, tamaños y formas.

Para los amantes de la adrenalina, están en las brigadas de kayak y bicicletas de montaña, que con todas las medidas de seguridad, recorren cada centímetro de este paraíso turístico.

Además, es posible nadar en los niveles más bajos de la laguna, así como caminar entre los árboles y su espectacular vista.

El acceso a Tziscao tiene un costo de 20 pesos por persona. La tarifa promedio de hoteles y cabañas, es de 500 pesos.

Algarabía tradicional

En el corazón de La Trinitaria, el municipio también es conocido por sus múltiples festividades culturales y religiosas. Una de las más populares es la Fiesta de la Santísima Trinidad, que se celebra el 7 de junio. Las calles de la comunidad se llenan de peregrinos de todas las regiones chiapanecas que llegan con cánticos.

El 13 de junio se realiza el máximo festejo: el Día del Padre Eterno, fiesta en honor al Santo Patrono o Santísima Trinidad, entonces las flores adornan las calles del lugar y la música no para de sonar.

Más allá de las clásicas fiestas, La Trianitaria también es concurrida por su peculiar cocina de antaño, en la que la carne con mole caldoso, es uno de los principales platillos a degustar, que por lo general, es completado con una colación de dulces batidos, melcochas y los caramelos de miel de abeja.