Teuchitlán con esplendor propio

Hacia el año 300 A.C. floreció una civilización cuyo desarrollo y complejidad cultural dominó los valles centrales de la entidad, Teuchitlán, que se deriva de la voz Teotzitlán o Teuzitlán que se interpreta como “lugar dedicado a la divinidad”, entre otras dos acepciones. Éste es un lugar que se ubica en la región Valles, a 70 kilómetros de Guadalajara, por la carretera Guadalajara-Ameca desviación 46.4 (Tala), el cual se puede visitar en cualquier época del año al poseer zonas turísticas para realizar diversas actividades.
Cuenta con las presas de La Lobera y La Vega, donde abunda la mojarra y la tilapia; el andador del Río, espacio recreativo para un día de pesca en el río Ameca; los manantiales de El Rincón, algunos balnearios aledaños, el santuario arqueológico Los Guachimontones, géisers de la comunidad El Amarillo a ocho kilómetros de la cabecera municipal, el Museo de Arqueología que ofrece recorridos guiados y un documental de los Guachimontones, en arquitectura destaca con el templo parroquial y la presidencia municipal.
La artesanía es representativa con artesanías hechas de lirios, huaraches, cantaros, jarros, cazuelas y comales.
Su tradición sobresaliente es en mayo con la celebración del Señor de la Ascensión al acompañarlo con danzas autóctonas y juegos pirotécnicos.
Respecto a su gastronomía destacan las ancas de rana y los platillos a base pescado, sin olvidar, la birria, el pozole, las enchiladas así como el tequila y el mezcal.