San Luis Potosí

GUADALAJARA, JALISCO (23/NOV/2014).- El Estado de San Luis Potosí es simplemente cautivador. Los jaliscienses gozamos de dos dichas, una, de encontrarnos en un encantador Estado y la otra de estar cerca de esplendidos Estados.

Al asomarnos a un Estado, es conveniente hacerlo por medio de rutas, rutas granadas, que ya se han ratificado y al recorrerlas es bueno depurarlas y enriquecerlas, para con ello ofrecer atractivas rutas con plena certeza, partiendo siempre de la capital de Jalisco.

El Estado elegido lo apreciaremos a través de cuatro rutas: la Huasteca, de Entrada, Ciudad de San Luis Potosí y del Norte.

Primero, la Huasteca, por el temporal de aguas, que está por terminar. Cada ruta con diversos atractivos, insólitos y peculiares a la vez. Rutas contrastantes y hechizantes, que conforman un hermoso mural de bellos sitios, que nos aguardan para gozarlos.

El primer lugar de la Ruta Huasteca, es, “La Media Luna”, famoso manantial, de aguas nítidas, azuladas, habitadas por peces, tortugas y patos, el cuerpo principal comprende dos hectáreas y media, y la profundidad máxima es de 36 metros.

No lejos se encuentran las fantásticas, “Grutas de la Catedral”, llamada así por figurar el interior de una catedral. Siguiendo el camino a Cárdenas, más adelante del poblado, se localiza un romántico pueblo, conformado por fincas coloniales, en suelo desnivelado y fraccionado por un arroyo, se le nombró, “Alaquines”.

Rumbo Norte se localiza Ciudad Maíz, que presume de un bonito templo que luce contrafuertes arqueado en su fachada principal. Al Noreste encantan dos admirables cascadas: del Meco y del Salto. Por el sendero a Nuevo Crucitas, se encuentra la mágica Cascada de Minas Viejas, y antes de Tamasopo, las pintorescas cascadas de igual nombre.

De Ciudad Valles se parte a Tancanhuitz de Santos, que ostenta de un precioso templo en la cima de uno de sus cerros aledaños. Antes de llegar a Xilitla, están “Las Pozas”, embellecidas por las esculturas de Edward James, que armonizan con los parajes vecinos.

Xilitla, se pavonea de su extraordinario convento agustino del siglo XVI. De regreso la parada obligada es el increíble, “Sótano de las Golondrinas”, una gran boca de túnel, un tanto ovalada, donde al amanecer emergen en espiral parvadas de vencejos y periquitos.

El último punto se conoce como Santa María Acapulco y conserva una hermosa misión de principios del siglo XVII, el templo de fachada peculiar.

La Ruta de Entrada, nos ofrece el bizarro poblado de Santa María del Río, y las haciendas: Jesús María y Gogorrón. La Ruta Ciudad San Luis Potosí nos brinda bellas edificaciones: Templo de la Compañía, Capilla de Loreto. Edificio Ipiña, La Real Caja, La Lonja, Templo de San Francisco, Museo Regional Potosino, Templos de la Tercera Orden y del Sagrado Corazón, Templo de San Agustín, Museo Nacional de la Máscara, Teatro de la Paz, Templo del Carmen, Templo de San Juan de Dios, El Palacio de Cristal, Colegio Jesuita, Palacio de Gobierno, Catedral, Palacio Monumental y Biblioteca Central de la Universidad.

La Ruta Norte cuenta con los siguientes fabulosos sitios: “El Santuario del Desierto”, de los carmelitas descalzos; “Mexquitic” con su vistoso templo de San Miguel Arcángel y sosegada presa, cerca se ubica la hacienda de Bocas; “Moctezuma”, atesora un templo gótico y frescas frondas por doquier. “Venado”, con parroquia de fachada barroca, próximas están las haciendas: Guanamé y El Coronado; más al Norte se ubica, “Santa María de Charcas”, con una interesante misión franciscana. “Matehuala”, fundada por 1550, en un pequeño plan de un cañón. Al Oeste, se esconde detrás de lo que fue una mina, el sorprendente “Mineral Real de Catorce”. De regreso, “Guadalcázar”, con Casa de Moneda y la morada del marqués de Guadalcázar, también se dejan ver las haciendas: Poetillos y Pozo del Carmen, sin olvidar la gruta de San Cayetano.

Nos despide, Cerro de San Pedro, con su templo y capilla. ¡Qué placer es admirar nuestros Estados! Sensacionales espacios, y no muy distantes.