Primavera y otoño, enemigos de los alérgicos

GUADALAJARA, JALISCO (03/AGO/2012).- El inicio de la primavera trae consigo un colorido único, con paisajes llenos de flores, Sol brillante y clima cálido; el otoño brinda las más bellas imágenes, dignas de una postal: el viento meciendo las ramas de los árboles y hojas secas que truenan a cada paso. Ambas estaciones son también las más temidas para los alérgicos, pues es entonces cuando suelen agudizarse padecimientos como el asma y la rinitis.

El escurrimiento nasal, comezón en la nariz, tos o “catarro”; o incluso, complicaciones con cualquier infección respiratoria, son afecciones de los pacientes con alergias.

“Ahorita estamos en una época benigna o de preparación para que las enfermedades alérgicas se exacerben; el curso de la enfermedad alérgica es constante durante el transcurso del año, pero se complica durante algunas épocas”, asegura el médico adscrito al Servicio de Alergia e Inmunología del Nuevo Hospital Civil “Dr. Juan I. Menchaca”, Martín Bedolla Barajas.

Las alergias tienen mucho que ver con el polen de las flores y árboles. La Zona Metropolitana de Guadalajara cuenta con gran cantidad de arbolado, y se trata de un agente determinante para los problemas alérgicos.

De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, el asma afecta a 12% de la población, y los episodios de la enfermedad están marcados por cuestiones ambientales, cambios de temperatura y de estación, contaminación atmosférica y procesos infecciosos.

“Estamos en una etapa de preparación para que, a finales del verano, cuando disminuyen las lluvias, el polen (por ejemplo) de las plantas sea más fácil transportarse con el viento”, señala el médico.

El Servicio de Alergia e Inmunología del Nuevo Hospital Civil atiende al año entre cinco y siete mil consultas a pacientes de primera vez y subsecuentes.

Herencia que no se quiere

El 90% de los casos de las personas que acuden al médico por sospecha de un padecimiento alérgico, como el asma, refieren tener un familiar con la misma enfermedad.

Una mamá podrá heredarle todo lo que desee a su hijo. Con el paquete irán sus genes, y si padece alguna enfermedad alérgica, también. Si la madre es quien padece la alergia, sus hijos tienen de dos a tres veces más probabilidades de padecer asma, a diferencia de niños con mamás sin el problema. Lo mismo ocurre con la rinitis alérgica, pero ahí el riesgo es menor.

Sin embargo, la fecha en que el niño presente la alergia es muy relativa, debido a que influyen diversos factores, como la contaminación, si se vive en un ambiente rural o urbano, además de la exposición constante a los agentes alérgicos, como el polvo y el polen.

Lo ideal es que si una persona se sabe alérgica, extreme precauciones para no exponerse a lo que la daña, y a cuidarse antes de las épocas del año en que sus síntomas pueden agravarse.

¿Alergia o gripe?

De estar bien la noche anterior y sin ningún síntoma, es común que ciertas personas amanezcan con fuertes signos de enfermedad como tos, escurrimiento nasal, ojos llorosos, estornudos o la garganta cerrada.

Piensan que es una gripe, así que se automedican o incluso los mismos médicos les recetan medicamentos contra infección respiratoria.

Esos síntomas pueden ser el resultado de la exposición a un agente alergénico, pero al desconocerlo, la persona continúa tomando medicamentos erróneos que le hacen lo que “el viento a Juárez”, y terminan por curarse solos.

¿Cómo diferenciar entre un padecimiento y el otro? El especialista refiere que, generalmente, una infección respiratoria viene acompañada de malestar general, dolor de cuerpo y fiebre. Las alergias no.

“En lo que se tiene que fijar la persona es que estos síntomas de la nariz sean desencadenados al estar en contacto con los agentes alergénicos; la conjuntivitis, por ejemplo, da al inicio de la primavera, con el polen de los árboles”. En el caso del asma, es más complicado saber si se trata de una exacerbación de la propia alergia, cuando es ocasionada por un factor externo, o cuando está complicada con una infección de tipo viral o bacteriano.

Sergio y su “tos”

Nació y fue un bebé sano. Con problemas “comunes” del recién nacido, como intolerancia a la lactosa. Después comenzaron a aparecer infecciones en la garganta recurrentes, que se justificaban por el clima, porque le dio el “sereno”, porque comió cosas muy heladas, etcétera.

Por la mente de su madre nunca pasó la posibilidad de que su hijo pudiera tener alguna alergia. Pasó esa racha y creció saludable. Fue hasta los 13 años cuando comenzó una tos que no había jarabe, dulce, medicamento o consejo de la abuela que la mitigara. Sergio comenzó a acostumbrarse a tenerla, no le impedía hacer sus actividades, tampoco era dolorosa.

Su pediatra le daba medicamentos pero nada servía. Sergio fue con otros médicos, hasta que llegó con un alergólogo. Efectivamente, tenía asma, y según el médico, es posible que la haya heredado de su madre quien, a su vez, trae los genes de su mamá, que padece la enfermedad desde hace 39 años.

Después de darle un medicamento específico, le hizo la prueba de alergias, consistente en más de una decena de exámenes que se hacen a través de piquetes en el brazo, exponiendo al paciente a diversos factores alergénicos. Sergio resultó alérgico al polen, el polvo, el eucalipto y otros árboles.

Sin embargo ello no lo ha detenido, a sus casi 14 años hace su vida normal, acude a una academia de futbol, nada, y cada semana recibe una vacuna para tratar su enfermedad alérgica.

TOMA NOTA

Tips

- Si presenta síntomas respiratorios frecuentes, acuda con un alergólogo para que realice un diagnóstico.

- Hay que estar atentos a cualquier cambio en la salud para atenderlo de manera temprana, para evitar complicaciones.

- La alergia no provoca cansancio, hay que prestar atención para reconocerla y evitar confundirla con una gripe.

- Procurar que no se acumule el polvo en el hogar, hay que limpiar de manera constante.