Las delicias del cacahuate

GUADALAJARA, JALISCO (03/DIC/2010).-  Nuestro sistema nervioso es a la vez el más sofisticado y el más rudimentario de todos los aparatos del cuerpo. Es rudimentario porque su capacidad de reparación y multiplicación es casi nula, y es sofisticado, por su especificidad y por su complejidad de función.

El sistema nervioso está formado por el cerebro, el cerebelo, el tubo neuronal (que pasa debajo de nuestra columna vertebral) y cada uno de los nervios que dan sensibilidad y regulan el movimiento de cada uno de nuestros órganos y extremidades. Las células que conforman al tejido nervioso se llaman neuronas. Son tremendamente sofisticadas en sus funciones. Están formadas por proteínas y por lo mismo son capaces de transmitir impulsos eléctricos. Cada neurona tiene una cabeza y una cola, llamada axis. Se comunican pasando estímulos eléctricos de la cabeza de una a la cola de la siguiente, en un proceso llamado sinapsis. En medio de las neuronas, el espacio se llena de neurotransmisores que facultan la transmisión de las señales.

El movimiento, tanto fino como grueso, la sensación, el pensamiento, la memoria, la imaginación y  la capacidad de respuesta son todas habilidades del sistema nervioso. Esos impulsos eléctricos que brincan de célula a célula se convierten en todas esas capacidades casi exclusivas de los seres humanos.

Un componente fundamental del sistema nervioso es la vaina de mielina: el recubrimiento que protege a cada nervio y regula el flujo de las señales eléctrica. Dicha vaina está formada por ácidos grasos de cadena larga e insaturados, como el DHA y otros derivados del omega 3, y por vitaminas del complejo B. La vaina de mielina se encarga de aislar a un nervio de los otros y de que cada impulso eléctrico sólo llegue a donde fue dirigido.

La vaina de mielina se forma en las primeras semanas del embarazo y logra su funcionalidad en los primeros seis años de vida. Curiosamente es un tejido que requiere mantenimiento. Durante la noche o en los periodos de descanso, cuando los nervios se separan y el sistema deja de transmitir impulsos todo el tiempo, la vaina de mielina se engruesa, se repara y se reconstituye.

Para que este proceso se lleve a cabo es necesario que exista un verdadero descanso y que el cuerpo provea de los nutrimentos esenciales para el mismo. Cuando la persona tiene muchos pendientes o se encuentra estresada, el descanso es inadecuado y la reparación del tejido sólo es parcial; uno se da cuenta porque después de haber dormido una noche completa o al terminar un fin de semana, se siente más cansado, más abrumado y con tics musculares  que implican impulsos eléctricos incontrolados, como el brincar de un ojo, la sensación de caída en todo el cuerpo o los movimientos poco controlados de un brazo o pierna.

Además de un descanso adecuado, para reparar la vaina de mielina hace falta que estén a la mano los nutrimentos esenciales para lograrlo; éstos incluyen grasas tipo omega 3 y otras insaturadas de cadena larga y vitaminas del complejo B.

Encontrar esos nutrimentos en la dieta a veces no es tan sencillo. Las grasas de cadena larga e insaturadas se encuentran además de en los pescados de agua fría, como salmón o atún, en las semillas oleaginosas. Entre ellas destaca el cacahuate o su muy versátil crema de cacahuate por su aporte no sólo de grasas insaturadas de cadena larga, sino por su tremenda concentración en vitaminas del complejo B.

Este delicioso alimento contiene cinco de las siete vitaminas que constituyen el llamado complejo B, y las contiene en concentraciones importantes. Rico en niacina, tiamina, riboflavina,  vitamina B6 y ácido fólico, el cacahuate significa más salud para el sistema nervioso de quien lo consume. 

Tan sólo una porción de 28 gramos (un puñito) o dos cucharadas de crema, significa más del 5% de la ingesta diaria recomendada de la mayoría de estas vitaminas… y es tan delicioso y versátil que incluirlo en la dieta es realmente fácil… basta espolvorearlo en las ensaladas o platos fuertes, mezclarlo con los cereales en el desayuno, untar su crema en panes, hot cakes o waffles y de mil maneras distintas. Deja volar su imaginación para comer cacahuate. Tu sistema nervioso lo agradecerá.

Cecilia García Schinkel, nutrióloga.

Tarta de crema de cachuate y chocolate

Ingredientes

Para la costra
 1 tubo de galletas marías
 90 grs. mantequilla derretida

Para el relleno
w 6 cucharadas de mantequilla derretida
w 100 grs. chocolate de leche, picado
w 1 3/4 taza crema para batir
w 3/4 taza crema de cacahuate
w 1/2 taza queso crema
w 1/3 taza leche condensada

Preparación

Para la costra

Muele las galletas en un procesador de alimentos; vacía en un molde para tartaleta alargada, agrega la mantequilla derretida y mezcla hasta que toda la galleta esté húmeda; aplasta con los dedos hasta que cubra toda la base; congela hasta la hora de usar.

Para el relleno

Coloca media taza de crema para batir en un tazón, pon a baño maría hasta que se caliente, agrega el chocolate picado y retira el tazón, bate hasta que se derrita; deja enfriar y vacía a la tarta. Vuelve a congelar.
En un procesador de alimentos bate el queso crema, crema de mantequilla y leche condensada hasta que se integre; vacía en un tazón.
Bate el resto de la crema para batir hasta que forme picos; en forma envolvente agrega a la mezcla anterior. Vacía a la tarta; refrigera hasta la hora de servir. Decora con unos rizos de chocolate semi amargo.

Tiempo de preparación: dos horas
 Dificultad: fácil
 Rinde 10 porciones

Para saber

 El cacahuate es rico en niacina, tiamina, riboflavina, vitamina B6 y ácido fólico, esto significa más salud para el sistema nervioso de quien lo consume.

 El movimiento, tanto fino como grueso, la sensación, el pensamiento, la memoria, la imaginación y la capacidad de respuesta son habilidades del sistema nervioso.