Suplementos | La benevolencia aporta un matiz de actitud positiva La benevolencia, una característica del padre ejemplar El padre ejemplar se enfoca en ayudar, apoyar, guiar, conducir y enseñar a sus hijos lo que es correcto. Por: EL INFORMADOR 20 de junio de 2009 - 00:20 hs El calendario anual del pingüino transcurre en preparación constante para el momento en que su cría vea la luz, para su alimentación, recuperación y nuevo inicio del ciclo Curiosamente, y a pesar de que el reino animal no desarrolla cualidades de carácter, hay algunas especies que actúan como si fueran seres humanos. Un ejemplo es el pingüino, en cuya crianza de sus polluelos, el macho ejerce una importantísima función. Es deber del macho, proteger el huevo recién puesto e incubarlo. Lo hace, colocando el huevo encima de sus patas y bajo los dobleces grasos de su panza. Gracias a sus cuidados el huevo se mantiene a salvo, en lugar de permanecer sobre la superficie congelada. Los pingüinos machos desean tanto prodigar cuidados a sus crías al grado que si no los tienen se lanzan a buscar y rescatar huevos e inclusive objetos que se confunden con éstos. Para la mamá pingüino resulta muy difícil poner los huevos grandes y cremosos que formarán la cría de su familla. Ella termina dicho proceso, exhausta; mientras el papá pingüino está puesto y dispuesto a continuar con la fase de incubación. Gracias a la disposición y benevolencia de su pareja, la madre regresa al océano, procurando descanso y alimento. Previamente, el papá se dispuso y preparó para ese momento tan esperado, durante varios meses, ingiriendo gran cantidad de comida, suficiente para crear suficiente grasa para permanecer de pie e incubar por varios meses. Así, mientras la madre recupera su vitalidad, el padre acurruca a sus retoños, uniéndose al grupo de pingüinos que al mismo tiempo ejercen su paternidad. Casi cuatro meses permanece en la misma postura, sin movimiento, excepto una arrastrada de patas de vez en cuando, para adoptar una postura más caliente para su incubación, mientras tanto permanece en ayuno, razón por la que llega a perder hasta el 50 % de su peso. Con una precisión insólita, la mamá pingüino vuelve a su sitio de gestación a tiempo para el nacimiento. Regresa gorda y cargada de energía. Cuando los polluelos empollan, el papá regresa al mar para alimentarse y recargarse alimentariamente, momento durante el cual la madre asume el cuidado y protección de su cría. El padre se ausenta por dos o tres semana, mas no porque se haya ido de parranda, sino para acarrear nueva provisión de comida para el pequeño. Es así como ambos comparten el deber de acercar comida y la crianza de sus vástagos. La gestación y nacimiento de los pingüinos es una manifestación clara y precisa del respeto, la benevolencia, la responabilidad, la cooperación y la armonía del núcleo familiar. El padre ejemplar se enfoca en ayudar, apoyar, guiar, conducir y enseñar a sus hijos lo que es correcto; actúa con bondad y buena voluntad, busca el bienestar de los que de él dependen. Está alerta, procurando responder a las necesidades de los demás. Algunas veces hasta sacrifica sus propios intereses con tal de complacer y responder a lo que los demás requieren. La alegría, actitud de valor incalculable La benevolencia aporta un matiz de actitud positiva y alegre a la responsabilidad y a la cooperación. Es un sinónimo del amor y una muestra inequívoca de un carácter bien formado. Es la manifestación del espíritu desinteresado. Consiste en hacer a un lado los propios intereses para, primero, atender los de los demás. Esta cualidad unida al compromiso, logra el equilibrio y la armonía de la familia y de cada uno de sus integrantes. El padre como eje y cabeza de la familia, da por dar, no por recibir. Da y olvida lo que ha dado. Lo único que recuerda es que primero están las necesidades de su esposa y de sus hijos. El padre comprometido y congruente no sólo cubre las necesidades de alimento, vivienda, vestuario, estudios, transporte y recreación, además comparte su tiempo, su atención, su disposición, sus actividades, su juego y su diálogo en un marco de entusiasmo y alegría. El tercer domingo del mes de junio, fecha en que aquí en México celebramos el Día del Padre, no es ni el único día, ni el más importante para los hombres que ejercen la responsabilidad y el compromiso de su paternidad, pero sí es una magnífica oportunidad para honrarlos, reconocerlos y elogiarlos. Los pingüinos papás se agrupan mientras incuban y se ayudan a mantener el calor que necesitan para incubar, contrarrestando las inclemencias glaciares. De la misma forma, el padre benevolente y comprometido soporta lapsos de entrega a su familia, es servicial, hace a un lado sus propios intereses, se complace con ser útil, es generoso; en cualquier situación, hace lo correcto. !Qué Padre! w Árbol que anida, florece y da fruto !Qué Padre! w Árbol que sostiene y protege w El padre cual frondoso árbol sostiene y resguarda el nido, donde sus retoños se sienten seguros, protegidos y atendidos. w Al interior del tronco del árbol fluye la savia, sustancia que contiene los nutrientes vegetales y naturales extraídos desde lo más profundo de la tierra. En el padre fluye la vida, la responsabilidad, el amor, la tarnura que los hijos necesitan para crecer sanos, fuertes y vigorosos. w El fruto del árbol brota y cae cuando madura; la bondad, la alegría y el entusiasmo son los frutos que el padre brinda a su familia para crear y mantener un núcleo feliz. Temas Día del Padre Lee También Lanzan Barbie del Día de Muertos; conoce cuánto cuesta y dónde comprarla Día de Muertos 2025: ¿Por qué será más caro el Pan de Muerto este año? Festival Axixic Vive 2025: "El Lago es Nuestra Tradición" Tlaquepaque anuncia el XV Festival de Muertos 2025 con temática mundialista; conoce las fechas Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones