La Junta de los Ríos

GUADALAJARA, JALISCO (12/ENE/2014).- Al sur de la Mesa Alta se localiza una hermosa punta, delimitada al oeste por el río Toloaque, que desemboca en el Bolaños, y éste bordea el costado Sur de la punta, donde se levantó un preciosos poblado, llamado “La Junta de los Ríos”. De Minillas regresamos a Mezquitic, donde escuchamos algunos cantos navideños en el atrio, era el coro parroquial, animado por el señor cura, luego de haber escuchado “Noche de paz”, fuimos a saborear unos ricos tacos con don Bruno, de birria, adobada y lengua. A la mañana siguiente degustamos unas gorditas de frijoles, nopales, papas y rajas, en “Gorditas Mary”.

Después nos dirigimos a La Junta por la carretera a San Antonio, nos detuvimos en el puente del río Bolaños y miramos el bonito cauce que corría sigiloso, al Norte hacía un ligero giro en un paredón de una loma y al Sur se perdía en la falda de la mesa La Pitahaya. Continuamos nuestro paseo y, a una corta distancia del puente nos desviamos a la derecha por la brecha que va a La Junta, fue subiendo y mostrándonos el cañón a través de diversa vegetación. Al alcanzar una cuesta, se dejó ver el bello río, que zigzagueaba entre aquellas elevaciones, posteriormente vimos a las veras del río el poblado Las Carreras.

El sendero bajó al río y nos topamos con dos caminos, el de la izquierda conducía a La Junta  y el de la derecha a Las Carreras, el cual tomamos. Una vega coloreada nos detuvo, pues estaba cubierta de castillitos floridos. Más adelante vimos un puente colgante, que une a los moradores. Subimos emocionados al puente y observamos el río, al Sur, se perdía al virar a la derecha y al Norte nos mostró un remanso que reflejaba el cerro norteño. Seguimos nuestro destino y en breve paramos en un fabuloso puente, que nos brindó atractivas vistas del Bolaños, río arriba, el cañón estaba un tanto cerrado y se pavoneaba de algunos peñascos bermejos y río abajo, el caudal se ensanchaba.

A un corto tramo de terracería, fuimos maravillados por el río Toloaque, de aguas diáfanas, verde azul, que después de un vado hacían una pequeña cascada para luego ser dominadas por las aguas marrones del Bolaños.

En nuestro mirar apreciamos un puente colgante sobre el Toloaque. Atravesamos el vado y entramos a La Junta de los Ríos, por su única calle, que sube y serpentea por el añejo caserío, unas fincas son de piedra y otras de adobe, puertas de mezquite abren a los patios o zaguanes, las ventanas verticales y enmarcadas por canteras, los techos terrados. Las casas de adobe están coronadas por tres hiladas de piedra, sobre las dos primeras salen las gárgolas y la tercera encausa el agua. Una puerta fue embellecida por un travesaño de madera arqueado.

Al terminar la calle, unos románticos callejones ligan al resto de los hogares. La puerta del atrio es de mezquite y fue rematada por una bizarra cruz de cantera rosa. La capilla es de piedra y la puerta principal en arco de medio punto con capiteles toscanos, la ventana coral, vertical. Sobre el cornisamento miramos una vistosa espadaña, conformada por cuatro vanos arqueados, sombreados por un grueso pirul. La mayoría de las casas se asoman con deleite a los ríos.

Rosier Omar Barrera escribió: “Los valles longitudinales. El valle del río Bolaños, se forma a partir de la localidad La Junta de Ríos… donde los ríos (Bolaños), y el Toloaque, que drena la sierra de Los Álamos… el extenso valle presenta tres sectores, a) Sector norte, comprendido entre La Junta de Ríos al N y el arroyo Salsipuedes al S (28 km de longitud) presenta como singularidad la amplitud del valle y la asimetría de sus vertientes. b) Sector centro, se extiende entre la desembocadura del arroyo Los Sabios al N y la del arroyo Carboneras al S”.

TOMA NOTA

¿Cómo llegar?

Tome la carretera 23. Al llegar a Colotán, tome el camino a la izquierda, que entra levemente a  Zacatecas, y lo lleva hasta La Junta de los Ríos, otra vez en Jalisco.

El camino es de poco más de cuatro horas (290 kilómetros), por lo que se recomienda llenar el tanque, y poner el automóvil  a punto para evitar alguna sorpresa.