Homografías en el Museo del Periodismo

Tal vez sea por su abundancia, tal vez sea por el exceso de facilidad que los ha caracterizado, pero el caso es que los dibujantes y al dibujo en nuestra ciudad, no han recibido ni el mérito deseado, ni se le ha dado la relevante importancia que poseen, pese a que reiteradamente lo han demostrado, tanto por aquéllos que cultivan este campo exclusivamente, como por los que se suelen apoyar notoriamente en él, para incursionar en otras parcelas del quehacer artístico.

Dibujar no es, nunca ha sido, una labor sencilla, irrelevante o marginal. Ha tenido y tiene, el valor de una herramienta imprescindible para emprender cualquier obra plástica de valor artístico, ya sea que se use como apunte preparatorio, ya sea que constituya ejemplo de un proceso conducente a obras importantes, ya sea que se asuma como una creación autónoma que exprese un instante de inspiración o constituya manifestación íntima, profunda y espontánea de la esencia creativa e imaginativa de un autor.

Así pues, empleándolo de una manera u otra, aquí entre nosotros, se ha dado y se dan, como dejo dicho arriba, por manojos, los dotados de talento natural y bien cultivado en esa técnica básica; desde los muy admirados, por mí, maestros de la pelea pasada como: Jorge Martínez, Alfonso de Lara Gallardo, “Caracalla”, Gabriel Flores, Humberto Ortiz y compañía, hasta los de más reciente cuño, como: Enrique Monraz, Enrique Hernández, Carlos Maldonado, Carlos Larracilla, Eliel Flores, Héctor Javier Ramírez, los Malo, Sergio Garval, Carlos Vargas Pons, et aliis similis; y sobre todo, como un fenómeno sui géneris, hemos contado con un batallón local de mujeres, que han demostrado una admirable ingeniatura para trazar toda clase de formas de la realidad, y en especial, de la figura humana, verbigracia: Laura García Rulfo, Bertha González, Antonielena, Beatriz Castañeda, Lupita Orendáin, Carmen Alarcón, Martha Magdaleno, Edith Reynoso y otras más, cuyos nombres no acuden por ahora a mi resbalosa memoria.

Precisamente, en torno a una de estas espléndidas dibujantes, la Maestra Irma Naranjo, y con el propósito de reconocer sus incuestionables méritos y rendirle un homenaje (desgraciadamente, post mortem), es que se ha montado una exposición en la sala principal del Museo del Periodismo de esta ciudad (Antigua Casa de los Perros, Frente al Jardín de la Reforma) donde se reunieron obras de una decena de cultivadores de las artes plásticas tapatías, muy diferentes entre sí en cuanto a trayectoria estética, estilos y corrientes, pero que unificados ahora en cuanto uso del trazo dibujístico y de diferentes grafías, quisieron rendir este reconocimiento tardío, pero no por ello menos valioso, a tan ameritada señora.

Obviamente, lo que destaca en esta exposición, son las obras de la memorada pintora, quien fuera alumna de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Guadalajara, allá por sus años de máximo lustre. Sus sorprendentes dibujos, de generosas proporciones, podrían incardinarse dentro del reflujo de la nueva figuración corporal hiperrealista, donde formas anatómicas, descritas prolijamente, se conjugan con diferentes elementos naturales para crear así absurdos y sugerentes contrastes; todo ello, resuelto con una admirable solvencia, increíble a veces, dada su prolijidad e integración formal, pero que más allá del virtuosismo, conduce al hallazgo de misteriosas y conceptuosas abiertas a subjetivas interpretaciones.

Y a propósito de prolijidad y avasallante imaginación, no pudo faltar a este in memoriam, uno de sus contemporáneos, y un ejemplo de quien considero actualmente el más auténtico de nuestros dibujantes, quien ha hecho de esta técnica su modo de expresión autónoma: Benito Zamora. Un verdadero tejedor de afiligranadas fantasmagorías que llevan su sello inconfundible, y que ajeno a modas y tendencias, siempre ha sido fiel a su temática y principios estéticos desde que encontró la tesitura de su voz en este campo. Sus composiciones, como siempre, atraen por la apretada trama de formas y figuras que las integran, pues teniendo este autor un verdadero horror al vacío, vuelca sobre la superficie, mediante elegante, fina y minuciosa caligrafía, iconografías fantásticas, estampas plenas de coloreada flora y fauna, de rara invención e ingeniosa geometría.

Otro ejemplo distinto del uso dibujístico, alejado del realidad y de la descripción anatómica, es el que muestra aquí la maestra Toni Guerra; dibujos hechos de dinámicos trazos que poseen la belleza y espontaneidad de lo gestual, de una especie de vibrante expresionismo abstracto, donde la mano y el instrumento de dibujo parecen convertirse en un medio que obedece fielmente, la mente de la pintora y su emotividad, logrando así esas sugerentes caligrafías, que evocan formas, que basculan entre la construcción y la deconstrucción de figuras reales o imaginarias.

Echando mano de su capacidad para el dibujo, y como un útil ejemplo de cómo emplear éste para trazar bocetos y referencias preparatorias para la concreción de sus obras pictóricas, también están en esta exposición, los originales del maestro Miguel Ángel López, otro cultivador del arte, que no ha dejado camino por atajo, y que sigue firme en el suyo desde hace décadas, cultivando esa imaginería tan ligada a su ser, sentir y saber, tal como lo deja plasmado en estos bosquejos recreados con su particular dicción, soltura, frescura y pujante imaginación, y con las características y elementos formales que han conformado tradicional y esencialmente, su peculiar mundo pictórico.

Merecería una reseña particular la obra del resto de los expositores, que acompañan a la Maestra Irma y que son: Salvador Rodríguez, Javier Córdova, Francisco Preciado, Víctor Hugo Pérez y Roberto Pulido, quienes ponen a consideración del respetable público, distintas variaciones y concreciones de índole dibujística y gráfica, que van, desde la sencilla ilustración, hasta la vigorosa estampa expresionista, la objetiva descriptiva anatómica y otros atrayentes experimentos; sin embargo, debido a que se me acabó el espacio, lo dejaremos para más delantito. Pero la recomendación está en pie: Visiten esta a muestra, cuyo variado contenido puede atraer la mirada y satisfacer a una amplia gama de sensibilidades y observadores.

por: josé luis meza inda / fotos: saúl núñez