GUADALAJARA, JALISCO (08/ABR/2017).- Kia llegó para quedarse, y para lograrlo, en su catálogo incluye opciones interesantes para todos los gustos. Por ejemplo, el Soul puede ser un producto muy atractivo, que recientemente arribó con su versión más radical. No solo incluye el buen nivel de seguridad que la marca suele ofrecer en sus automóviles, también llegó con un motor turbocargado, que otorga dinamismo a esta pequeña SUV, con la cual conviviremos el próximo par de meses.El diseño es un rubro que divide opiniones, aunque en lo personal nos gusta, pues denota frescura. Este vehículo va enfocado a aquellos que buscan distinción y singularidad, además, de un toque de juventud, necesario en un segmento que luce un tanto “aseñorado”.El exterior es propositivo. La conjunción de formas da como resultado una apariencia interesante, en el cual encontramos amplios faros, con proyector y luz diurna de LED; además, una parrilla delgada en acabado negro brillante. El cofre dibuja una tenue saliente, cerca del centro del mismo; la fascia da lugar a una generosa entrada de aire y a un par de faros de niebla auxiliares de geometría circular. El techo plano, en esta versión, tiene un tono distinto al del resto de la carrocería, lo que da un toque distinto. Los costados son un tanto musculosos hacia los extremos, y todo es resaltado por un filo inferior rojo y los rines de aluminio de 18 pulgadas. Atrás, encontramos calaveras verticales y el mismo patrón de defensa que en la frontal. Podrá agradar o no, pero sin duda es un vehículo que no pasa desapercibido.El interior resulta más sobrio, aunque con cierto dejo de deportividad. Encontramos asientos combinados en tela y piel, además de costuras aparentes, elementos que se repiten en el volante de fondo plano; parte del tablero, y la cubierta de la palanca de cambios. En general es un habitáculo cómodo, con buenos materiales, pero existe un exceso de detalles en “Piano Black”, que nos hacen pensar que sufrirán de un deterioro prematuro.El nivel de equipo es generoso. Nos encontramos con toda clase de útiles enseres, como los controles de audio al volante; aire acondicionado digital por zonas, y la pantalla central de ocho pulgadas, con conexión Bluetooth, entrada auxiliar y USB, además de compatibilidad con el sistema Android Auto, más no con Apple CarPlay, algo que se daría por descontado en un automotor de 379 mil 900 pesos.El precio es justificable, tomando en cuenta que la seguridad está presente a justa medida, con: asistente de frenado; frenos ABS; seis bolsas de aire; control de estabilidad, y demás equipo que se tiene de serie desde la versión base.Agilidad y potencia mesuradaLa variante SX Turbo incorpora un motor de cuatro cilindros y 1.6 litros de desplazamiento, evidentemente con turbocompresor, mismo que desarrolla 202 caballos y va ligado a una caja automática de doble embrague y siete cambios. En los primeros días de prueba, el consumo nos arrojó 8.7 kilómetros por litro, pero ya veremos qué tal se comporta en dicha evaluación.Podría pensarse que el manejo asemeja al de un coche de vocación medianamente deportiva, pero la realidad es que su andar se parece más al de un vehículo familiar, comprensible, porque eso es lo que es.Sí, es verdad que el accionar del motor, aunado a la caja de doble clutch, propicia una mejor respuesta en general, por lo que rebases y el desarrollo de velocidad son relativamente más sencillos que en el resto del portafolio de este producto. Pero, componentes como la dirección y la suspensión tienen un enfoque al confort, aspecto perceptible en el curveo.El resto del conjunto es balanceado, con buen espacio para cuatro personas; ligereza, y un andar ágil y dinámico sobre el asfalto.En ciudad la historia es parecida, con un funcionamiento apto y que superó nuestras expectativas iniciales, además, en este ámbito se acentúa la comodidad antes mencionada.Poco a poco iremos descubriendo las virtudes y áreas de oportunidad de esta SUV compacta, pues aún nos quedan varios kilómetros por recorrer.
