El inicio de la metamorfosis

GUADALAJARA, JALISCO (09/ABR/2016).- Un gran porcentaje de las excelentes ventas que la marca coreana registra en nuestro país, se lo debe a la SUV ligera de su portafolio, la Sportage, que es una pieza angular en el éxito de la armadora.

La utilitaria muestra una apariencia rejuvenecida. Se le ve más fresca y “agresiva”. Las alteraciones principales son visibles. La parrilla de “nariz de tigre”, es más estilizada y delgada. Los faros por su parte, son ahora más largos y uno de los dos proyectores de luz es dividido en tres, un aspecto no muy habitual. También cambian las fascias, ahora más voluptuosas y los faros de niebla son simétricos y alojan cuatro focos por lado. El cofre tiene líneas más marcadas que contrastan con los laterales, con líneas difuminadas. Por atrás, las calaveras están más afiladas y generosas que la versión anterior. El conjunto resulta en un volumen de carácter actual.

El interior exhibe cambios menos drásticos que al exterior, pero se aprecian acabados más prolijos y la inclusión de ornamentaciones antes no vistas en las SUV. Por ejemplo, se mantiene la misma línea de organización, pero con toques más vistosos como cromo y “piano black” en tablero y consola central. La piel y tela son coestelares en los recubrimientos en la mayoría de las superficies internas.

El sistema de infoentretenimiento será conformado por una pantalla de ocho pulgadas, con interfaz que integra Apple CarPlay y Android Auto. Una pequeña pantalla secundaria de 4.2 pulgadas, ubicada frente al conductor, permitirá monitorear las condiciones generales del vehículo. Además se contará con sistema de carga de baterías sin cables; GPS; Bluetooth, entre otros aditamentos.

En materia de seguridad, contará con bolsas de aire; cámara de reversa; sensores de reversa; frenos de disco con ABS en las cuatro ruedas; asistente de arranque en pendiente; control de descenso; control electrónico de estabilidad y gestor de estabilidad del vehículo, VSM por sus siglas en inglés.

A nuestro país Sportage llega con dos motores diferentes, los dos de aspiración normal e impulsados a gasolina. El primero es un cuatro cilindros de 2.0 litros que eroga 153 caballos de fuerza, y el segundo bloque será de 2.4 litros y 181 caballos; ambos impulsores están acoplados a transmisiones automáticas de seis velocidades con tracciones delanteras o integrales, según la versión.

El cambio de esta camioneta representa la cuarta generación a nivel mundial y segunda en México, todo esto en menos de un año en territorio nacional.

En nuestro país ya se encuentra disponible en los concesionarios de la marca y lo hace con cinco versiones distintas, LX; EX y EX Pack con bloques 2.0 litros, además de SXL y SXL AWD con el motor 2.4 litros. Los precios oscilarán entre los 319 mil 900 pesos, para la versión base, hasta los 439 mil 900 pesos, para la más equipada.