Suplementos | José Langarica Dejar a los niños jugar La ciencia encuentra cada día nuevas evidencias de la importancia del juego en la formación individual Por: EL INFORMADOR 24 de abril de 2009 - 22:00 hs “A la escuela de siete a tres, a las cuatro futbol, a las cinco clases de música, a las seis a hacer la tarea.” Todo el mundo busca lo mejor para sus hijos. Para muchos eso representa convertirlos en una especie de máquina “aprendiendo” conocimientos y habilidades sin cesar. Nadie niega los beneficios de una infancia llena de proyectos productivos, es tan sólo que el juego “libre” posee un valor enorme en el desarrollo del niño, quizás más importante que cualquier otro. ¿Qué es el “juego libre”? Es importante explicar a lo que nos referimos. Los deportes, el Turista, u otros juegos con reglas preestablecidas son rutas de aprendizaje a muchas habilidades, pero no a las que se refieren los expertos cuando hablan de “juego libre”: Anthony D. Pellegrini, quien es psicólogo educacional en la Universidad de Minnesota, explica que lo importante del juego son las respuestas creativas ausentes en una contraparte lúdica con esquemas predeterminados. Este tipo de juego es el que es más común entre los animales. El investigador Gordon M. Burghardt pasó 18 años estudiando este desempeño entre otras especies, definiéndolo como una actividad siempre voluntaria en un entorno relajado. Los animales no juegan cuando están desnutridos o en situaciones de estrés. Para Burghardt, el principal sentido del juego es que no tiene ningún sentido en sí mismo salvo jugar; aún cuando casi siempre cumple el papel de entrenamiento para la vida adulta. Stuart Brown del Colegio Baylor de Medicina en Houston ha entrevistado por 42 años a unas 6 mil personas sobre su infancia. Lo que ha encontrado revela que la falta de oportunidades para el juego libre y no estructurado puede hacer adultos desadaptados. No obstante sus resultados, no existe consenso entre los expertos sobré cómo la falta de juego puede afectar a los niños. Constan, por otro lado, estudios indicando que el tiempo disponible para el juego libre ha venido decreciendo entre los niños estadounidenses: de 1981 a 1997 ha descendido un cuarto de lo que se tenía antes de los ochenta. En los niveles socioeconómicos altos de nuestra ciudad, la preocupación de los padres por tener a sus hijos en las escuelas correctas, sacrificando la horas del juegos por una serie de actividades estructuradas como clases de música o deportes, es una realidad evidente. Mientras que en los niveles más humildes, los hijos con frecuencia pasan buen tiempo después de clases ayudando a su familia. El equilibrio, sin duda, pues no ser del todo fácil desde la realidad socioeconómica de cada infancia. Pero ciertamente pasarse las tardes viendo televisión no favorece ni en un sentido ni en el otro. Los video juegos, tan variados en sus temas como en sus efectos, es arroz que se cuece aparte. Aún así, no reemplazarían al juego libre (si bien en algunos casos quizás lleguen a complementarlo). Habilidades sociales Uno de los beneficios del juego es el desarrollo de habilidades sociales. Como lo dice Pellegrini, difícilmente las admoniciones del maestro pueden hacer al individuo socialmente competente. Mantener un entorno amigable y propicio para el juego dependerá de su asertividad para con sus compañeros. En resumen, sobran razonen para este día del niño, dejar a los niños jugar. Temas Tapatío Lee También Museo JAPI: Color, juego y abstracción La vida en México comienza en el mar Las Chivas de Gabriel Milito se estrenan con empate ante Tapatío en duelo amistoso Portada: Yordanka Olvera, la chica de la taza Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones