Lunes, 20 de Octubre 2025
Suplementos | Las tendencias para las próximas elecciones según algunas casas encuestadoras

¿Cómo arrancan?

La 'fotografía del momento' según algunas casas encuestadoras, para ver cuáles son las tendencias para las próximas elecciones

Por: EL INFORMADOR

Las encuestas no son un pronóstico, sino un diagnóstico. EL INFORMADOR /

Las encuestas no son un pronóstico, sino un diagnóstico. EL INFORMADOR /

GUADALAJARA, JALISCO (01/FEB/2015).- Los encuestadores no se cansan de advertirnos: las encuestas no son un pronóstico, sino un diagnóstico; no son prospectivas, sino una “fotografía del momento”. Y aunque desprestigiadas por sus todavía incomprensibles errores en la elección anterior, lo cierto es que son el medio más confiable para analizar los escenarios electorales. Sin encuestas, y como lo dice bien el analista político Leo Zuckermann habría que confiar en los “horóscopos de Walter Mercado”. Por ello, es importante leer las tendencias que los encuestadores marcan en sus últimos estudios demoscópicos. Me fijaré sólo en las coincidencias que saltan a la vista en los datos de todos los encuestadores: la aprobación presidencial es la más baja desde la alternancia en el año 2000; el PRI pierde entre siete y ocho puntos de intención de voto; el PRD se desploma a mínimos históricos; el PAN registra crecimiento en las preferencias electorales, moderado pero sostenido; el Partido Verde triplica su intención de voto; Morena crece de la mano de la crisis del PRD, y cinco partidos lucharán “codo a codo” por evitar el “descenso político”; es decir, la pérdida del registro nacional. Analicemos los escenarios.

Un presidente alicaído

En todas las encuestas públicas que aparecieron en la prensa o en los portales de internet de las propias encuestadoras entre noviembre y enero de este año, es innegable que quienes desaprueban la labor del Presidente se han vuelta una mayoría rotunda. El porcentaje de aprobación de la Presidencia se encuentra entre 36% (BGC-Ulises Beltrán) y 42% (Parametría). A diferencia de lo que se cree, lo que más le está cobrando factura al Presidente con la opinión pública no es Ayotzinapa, sino el bolsillo. En todas las encuestas, los mexicanos señalan que el principal problema del país es la economía. Desde que tomó posesión Enrique Peña Nieto, y de acuerdo a datos publicados en el segundo informe de Gobierno, la economía ha incrementado 15 puntos en importancia hasta colocarse como la primera prioridad para seis de cada diez mexicanos. Y es que la percepción embona con la realidad: la economía mexicana creció 1.1% en 2013 y se esperan dos puntos en 2014.

Lo interesante es que, como muestra Reforma en su encuesta que coloca a Enrique Peña Nieto en los treintas en aceptación, el Presidente se encuentra “refugiado” en el voto duro del PRI. Casi en la misma tendencia, podemos observar que en la Encuesta de Parametría, el PRI se coloca en 31 puntos, muy cercano a los niveles de aprobación presidencial.

El PRI se refugia en el voto duro

Los encuestadores calculan el voto duro del PRI entre 26 y 31%. Incluso, en la elección de 2006, la peor de la historia para el tricolor, Roberto Madrazo logró rascar 23 puntitos y el PRI superó 25% en la elección de diputados federales. Sin embargo, lo que sí podemos identificar es un descenso claro y sostenido de la intención del voto priista desde agosto de este año cuando tocó su techo (36-38%, según la encuesta). Como señalan los propios titulares de las casas encuestadoras, Consulta Mitofsky, Parametría, BGC y Buendía y Laredo, el hecho de que el PRI se ubique en su voto duro a cuatro meses de acudir a las urnas, es sinónimo del desgaste del partido político en el Gobierno. Y es que los partidos en el Gobierno, no sólo el PRI, suelen perder votos durante las campañas en elección intermedia, ya que todos los partidos de oposición se buscan situar electoralmente con una crítica de los errores oficiales. Así, si bien todas las encuestas ponen al PRI en primera posición en intención electoral, en la última publicación, del 20 de enero de Parametría, el PRI se encuentra con 31% de intención de voto y el PAN se acerca a cuatro puntos porcentuales. Una distancia que luce corta a cuatro meses de la elección.

El PRD en caída libre

Parece ya un punto común, pero no deja de ser verdad: el PRD se encuentra en una crisis de proporciones incomparables. Sí, las encuestas ponen al PRD en una muy lejana tercera fuerza política con una intención de voto que oscila entre los 11 y los 15 puntos porcentuales. La última publicación, la ya referida de Parametría, lo manda a 12%, con el PVEM y Morena “pisándole los talones” a dos puntos. Este escenario no es raro para el PRD: en 2009 el Sol Azteca tuvo una bajísima cosecha de votos: 12%. Y es que históricamente las elecciones intermedias son episodios donde la izquierda suele ir dividida, sin un caudillo que los unifique y su baja extensión territorial les pasa factura. Lo interesante es que hoy en día el PRD tiene un competidor por ese voto: Morena. Y si a esta dinámica de pérdida de votos le añadimos la división interna con la salida de un candidato tan competitivo en Guerrero como Armando Ríos Piter o la disputa palmo a palmo con Morena en la capital, el panorama luce más que negro para el PRD. Recordar que el PRD se jugará Guerrero con un candidato cercano a Ángel Aguirre como Sofío Ramírez y Michoacán repitiendo al tercer lugar de la última elección, Silvano Aureoles. Y en la capital, la lucha por las delegaciones y la Asamblea Legislativa definirán en gran medida la supervivencia política del PRD.

El PAN, oxígeno en plena división


El blanquiazul haciendo poco, se coloca como el gran depositario de la indignación con el Gobierno de Enrique Peña Nieto (junto con Morena). Queda claro en las encuestas que el PAN ha sabido capitalizar la oposición a la reforma fiscal (70% la rechaza según Reforma) y un mensaje un tanto engañoso, que enfatiza el legado positivo en materia de económica de Felipe Calderón. Engañoso porque el crecimiento que registró el país en el periodo 2010-2012 sólo fue un rebote de la terrible crisis de 2009, en donde el país perdió de golpe siete puntos porcentuales del PIB. Eso quiere decir que retomamos los niveles económicos previos a la crisis hasta octubre de 2012, cuando Calderón estaba despidiéndose de Los Pinos. Sin embargo, el PAN ha logrado crecer electoralmente, según la encuesta que se mire, entre nueve y 10 puntos en los últimos seis meses. Es de los partidos políticos que menos se ven machados en Ayotzinapa, por su baja presencia electoral en Guerrero- a pesar de que el PAN apoyó de facto a Ángel Aguirre al bajar a su candidato de la contienda. Lo interesante es que citando la encuesta de Parametría, incluso la de Reforma de diciembre, el PAN se encuentra entre 12 y 15 puntos del tercer lugar en las encuestas que es el PRD. Así, como se va configurando el escenario electoral, todo parece indicar que el PAN se consolida como el único partido que le puede quitar la mayoría relativa al PRI en la Cámara de Diputados.

El Verde se sabe vender

Los vimos hasta en la sopa. Prendes la tele, vas al cine o abres un video en You Tube, y el Verde te aparece presumiendo un conjunto de reformas que en el mejor de los casos son meros engaños y en el peor de los casos abiertas mentiras. Sin embargo, y como lo hicieron en 2009 —donde obtuvieron casi 8% de los votos a nivel nacional— el Verde entiende que con un buen derroche de recursos económicos y una campaña de “escándalo”, son capaces de reaparecer en el mapa electoral cada tres años. Todas las encuestas, desde Reforma hasta Parametría, BGC y Buendía-Laredo ponen al Verde en una intención de voto de 10 puntos a dos de la tercera fuerza que es el PRD. Es cierto, el Verde no cuenta con estructura, sólo con imagen y campaña de aire. Sin embargo, el simple hecho de inflar los números cerca de la elección les permite negociar con el PRI los términos de la coalición en mejores circunstancias. Si sumamos la intención del voto entre PRI y Verde nos vamos hasta los 41 puntos. Aunque, debemos advertir, que las preferencias no siempre se agregan, como ocurrió en 2012.

Morena y la división de la izquierda

La izquierda en este país vale entre 25 y 30%. A veces incrementa un poco por el candidato, aunque el peso de las marcas sigue rondando ese segmento. Si nos fijamos en las últimas encuestas, particularmente en la de Parametría, nos podemos dar cuenta que si juntamos a todos los partidos de izquierda, alcanzan 27% (12 del PRD, 10 de Morena, 3 de MC y 2 del PT). Sin embargo, la división de la izquierda genera dispersión del voto y aleja a esta ideología política de la disputa de una mayoría parlamentaria. Morena es el caso más paradigmático. En 2009, su pelea con la cúpula del PRD, con Nueva Izquierda, llevó a Andrés Manuel López Obrador a tomar sus maletas e irse momentáneamente a hacer campaña por PT Y MC. El resultado: una izquierda dividida que sumó en total 21 puntos y le abrió camino a una victoria inobjetable del PRI que lo dejó en los bordes de la mayoría absoluta. Sin embargo, hay que decir que en la cabeza de López Obrador al día de hoy sólo hay un objetivo: despojar al PRD de su posición de principal partido de izquierda en el país. Sin importar el porcentaje, ese resultado constituiría para López Obrador lo más cercano a una gran victoria política. Hoy en día la guerra para López Obrador es al interior de la izquierda.

Juegan el descenso

En México hay diez partidos y la mitad de ellos luchará por mantener representación y recursos públicos. Movimiento Ciudadano (MC), el Partido del Trabajo (PT), Partido Encuentro Social (PES), Partido de Nueva Alianza (Panal) y el Partido Humanista (PH). El Panal podría mantener su registro debido a la alianza con el PRI para diputaciones, formalizada hace apenas unos días. MC, por su parte, podría mantener el registro por el caudal de votos de dos estados: Jalisco y Guerrero. Se necesitan poco más de 1.2 millones de votos para asegurar el registro, por lo que entre ambos estados los “naranjas” podrían conservarlo (MC lleva de candidato a la gubernatura de Guerrero al alcalde de Acapulco Luis Walton. Un serio contendiente). En el caso del PT, PES y PH, están más cerca del abismo que de los tres puntos necesarios para mantenerse con vida. Solamente el PES tiene una base electoral en Baja California del Norte, sin embargo su cosecha histórica no supera los 10 puntos porcentuales en ese estado y han metido un par de diputados en toda su historia.

Faltan más de cuatro meses para los comicios. Muchas cosas pueden pasar de este domingo primer de febrero al primer domingo de junio. En gran medida los resultados dependerán de dinámicas locales, particularmente en los nueve estados que juegan gubernatura este año y en donde el porcentaje de votación podría superar los 60 puntos porcentuales. Sin embargo, lo que sí podemos decir como conclusión es que las tendencias de voto nos marcan un escenario más fragmentado, con más dispersión del voto y más volátil. Se necesitará mucha política a partir de junio, ese parece ser el mensaje de los ciudadanos al día de hoy.

Tapatío

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