| Tejidos leñosos Por: EL INFORMADOR 24 de abril de 2010 - 23:00 hs De una manera general y muy común hablamos de que un tronco de árbol es conocido en su edad de acuerdo al número de círculos concéntricos que presente cuando se corte transversalmente. También se dice que estos círculos concéntricos tienen un espacio de un centímetro, es decir, entre circulo y circulo a partir del primero; en muchas especies esto llega a ser una clave de evaluación y valoración cuando el vegetal es utilizado en la industria maderera, así que, hemos de pensar que la detección fue hecha primeramente en especies pináceas cuya madera ha sido y es actualmente necesaria en diversas necesidades de las sociedades. En los climas templados y tropicales la clasificación deja de ser determinante, toda vez que encontramos especies de ciclos biológicos longevos y no obstante, su edad y altura son más bien de troncos delgados. En el ámbito agronómico, que también encuadra el forestal, pueden presentarse ciertas divergencias en los conceptos de poda; así pues, en la presente colaboración vamos a continuar utilizando la Paleontobotánica, tal como hecho en colaboraciones próximas pasadas. Por supuesto que el hombre enfrenta enigmas, dudas y muchas otras inquietudes dentro del cuadro de las preguntas; y, es que, apenas si empezamos a conocer a la madre naturaleza y por ello, creemos necesario exponer antecedentes de tipo históricos que, mucho –así lo esperamos- servirán de ayuda y de alguna manera a nuestros amables lectores. ANATOMÍA DEL TALLO LEÑOSO Hasta nuestros días el estudio de los tallos leñosos de ciertas dicotiledonias (hojas falsas primarias) facilitará la coompresncionde lo que más adelante se expondrá a cerca de las modificaciones filogeneticas de un tallo leñoso de este tipo hacia el desarrollo de un tipo de planta herbácea. Por ejemplo; un tallo de angiosperma crece a partir de un ápice en el que se están formando nuevas células enana área activa llamada meristemo apical. En este sentido los estimulantes del crecimiento sen de grande importancia en la activación de las auxinas presentes. Las células de esta región son pequeñas, y sodiamétricas y de paredes delgadas y presentan mitosis a una tasa relativamente rápida. A medida que se desarrolla el meristemo, las células que forma inician el proceso de diferenciación en tejidos maduros. “Por curiosidad ranchera podemos observar brácteas (conjunto) de ramillas” en un frutal cuya yemación puede cambiar de leñoso a fructífero o viceversa. El primer cambio notable se ve en los grupos de células dispuestas en un cilindro discontinuo. En este, las células esta arregladas en condones y son más angostas y más largas que las del tejido circundante. Nuevamente invitamos a la observación e florales y frutales en los que vemos un número determinado de hojas, apoyando el desarrollo de fruto o la flor. Estos cordones de células delgadas y alargadas constituyen el procambium, ases precambiales o tejido prevascular, cuando maduran producirán el primer tejido conductor en forma de ases vasculares. VER DESARROLLAR EL TALLO Cuando se desarrolla la región del tallo que está por debajo del meristemo apical, las células externas del extremo del tallo se diferencian en una epidermis de una célula de “grueso”. Las células más internas de los ases precambiales maduran en elementos del xilema, el xilema primario. La parte más externa de los ases precambiales madura en elementos de floema primario (estos son conductores tejidos conductores ubicados a lo largo del tallo y, en algunas especies se les encuentra superficialmente por debajo de la epidermis, y en algunas otras se encuentran a mayor profundidad). Entre el xilema primario y el floema primario no hay una capa persistente de células del procambium que no se diferencian sino que retienen su capacidad de dividirse y de producir más células de xilema en sus caras internas y células de floema en sus caras externas. Esta capa, de tejido meristemático el cambium vascular, es responsable de la producción de tejidos vasculares secundarios. La parte del cambium vascular localizada entre el xilema primario y el floema primario se llama y así lo conocemos, cambium fascicular. Mas tarde en la ontogenia, el tejido que queda entre ases vasculares adyacentes se rejuvenece y empieza a dividirse de manera que el cambium vascular forma un cilindro continuo. La parte del cambium que se origina e los ases vasculares originales se llama cambium interfascicular. El xilema y el floema secundarios se producen tanto entre los ases originales como en ellos mismos y los tallos de más edad tienen un cilindro continuo de tejidos vasculares. MÁS DE AGIOSPERMAS En ciertos angiospermas este patrón tienen algunas variaciones, por ejemplo, la producción de un cilindro contínuo de procambium en lugar de la disposición de las células procambiales en ases. Es evidente que el continuo crecimiento del diámetro del tallo a causa de la adición de tejido vascular secundario produce tensiones sobre los tejidos externos como la corteza y la epidermis. De hecho, la epidermis y la corteza externa pronto se rompen debido a la presión interna; como ejemplo tenemos al nogal y al fresno. Algunas de las células de la corteza externa se rejuvenecen, empiezan a dividirse y producen células de súber en sus caras externas (este líquido viscoso es utilizado por la planta para proteger sus tejidos de conducción cuando se le cortan ramas; y por ello es aconsejable proteger los cortes con productos para el caso que se venden en los establecimientos de agroquímicos. Pero sino se pueden conseguir tales productos selladores recurrimos a proteger los cortes aplicando lodo). Estas células de súber constituyen entonces la capa externa limitante del tallo. Su función es, principalmente, impedir la excesiva evaporación de agua por la superficie del tallo. Encontramos que al corte de la rama esta exuda jugos azucarados y por tanto se expone a la atracción de hongos patógenos; por ello pues –repetimos- hay que utilizar los selladores o la tierra mojada. De manera que durante la vida de la mayoría de los árboles hay un aumento anual del diámetro del tallo como resultado de la adición de xilema secundario, floema secundario y células de súber. El árbol puede vivir por muchos años y es capaz de alcanzar grandes alturas y diámetros. De hecho, el volumen principal de árbol es el enorme cilindro de leño secundario, cuya función es transportar agua y minerales disueltos hasta las regiones más distantes del árbol. Solamente un porcentaje muy pequeño de todo el volumen de leño esta involucrado en la conducción. El leño que se encuentra hacia el centro del tronco, que a menudo se puede reconocer por el color más oscuro (mezquite) en una sección transversal de una troza, no es funcional. En la formación del súber y en la producción del cilindro leñoso de un árbol se utiliza una enorme cantidad de energía y de compuestos orgánicos. De esto haremos nuestra exposición en próximas colaboraciones. Como el leño en sí contribuye muy poco a la función principal de la planta, o sea, la producción de semillas, en muchos aspectos es un sistema muy poco eficiente en el que se desperdicia mucho material y energía. Sin embargo, otra consideración que debemos tomar en cuanta para evaluar la estructura y eficacia de un árbol, especialmente en regiones templadas y frías, es el hecho de que el árbol de alguna manera debe acumular reservas para sobrevivir a muchos inviernos. Durante el invierno, cuando el suelo se pone muy compacto y duro, el árbol prácticamente no dispone de agua; esta sediento como si estuviera en un desierto. Las hojas generalmente de los árboles, como un medio para disminuir aun más la pérdida de agua en forma de vapor. Es nuestro interés alertar a los amigos productores de árboles ornamentales o frutales que, cuando se utilice el riego por goteo, este sistema debe tener una constante de suelo movido; con ello se aporta oxígeno tan necesario en la función fisiológica de la entidad vegetal. Cierto es que, y como hemos venido diciendo hay especies de cultivo que requieren suelo mojado; otras suelo húmedo; y otras más suelo fresco, caso del aguacatero. La cicatriz dejada por la hoja es sellada por una delgada capa de células de súber impidiendo así que el agua escape por las áreas en que estuvieron unidas las hojas. Algunos árboles, por supuesto, pertenecientes a las angiospermas, conservan sus hojas durante el invierno. En estas plantas, a menudo existen ciertos de impedir pérdida excesiva de agua por medio de adaptaciones estructurales, pero estas plantas son realmente pocas con respecto a las plantas leñosas que sobreviven al invierno que se presenta por arriba del ecuador. Por ejemplo nosotros por debajo de la línea del trópico de cáncer aquí en Jalisco, las especies de hoja caediza (caducifolias) pueden tener un éxito dudoso debido a las diversas exigencias de horas frío acumuladas que requieren algunos árboles. En la primavera redesarrolla una nueva serie de hojas, la mayoría de ellas en un tiempo muy corto. En esta rápida producción de hojas, de nuevo se gasta una gran cantidad de alimento y energía. Hemos querido exponer este serial de dos tantos a manera de introducción para temas que tienen que ver con la aplicación de fertilizantes y materia orgánica. Temas Roberto Sierra B. 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