Secretario de Gobernación

El nombramiento de Fernando Gómez Mont Urueta como secretario de Gobernación ha generado las más diversas reacciones. Están las críticas de los pesimistas que se basan, sobre todo, en su relación con Diego Fernández de Cevallos, el polémico militante del Partido Acción Nacional (PAN) cuestionado en algún momento por su presunto “tráfico de influencias” y, por ende, en su relación con el ala tradicional de ese partido, contraria al grupo partidista que encabeza el propio Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa.

Sin embargo, los comentarios positivos y optimistas también se han expresado y se sustentan en el “fuerte” carácter del nuevo secretario, en su capacidad de operación y en su conocimiento de áreas como el derecho penal y el electoral. En el primer caso, está en marcha la aplicación de las reformas en el sistema penal y de justicia; y en el segundo, falta poner en práctica la reforma electoral ya en pleno proceso, de cara a las elecciones intermedias de 2009 en las que se renovarán los 500 legisladores de la Cámara de Diputados.

El trabajo del secretario de Gobernación no se circunscribe a estos temas, y es preciso anotar aquí reformas pendientes, como la laboral; y negociaciones que tienen que ver con el diseño y aprobación del Paquete Económico 2009, sobre todo el Presupuesto de Egresos de la Federación.

De manera por demás trascendente, las estrategias contra el narcotráfico y la delincuencia organizada, si bien son lideradas por el Ejecutivo federal, el responsable en la materia es el titular de Gobernación.

Pese a las circunstancias en que se dio este nombramiento, a menos de una semana de la muerte de Juan Camilo Mouriño —el hombre más cercano al Presidente, por la cartera en el gabinete y por la amistad—, es momento de, en el peor de los casos, conceder el beneficio de la duda y, en el mejor, confiar en la designación presidencial.

La complejidad de la realidad nacional reclama buenas decisiones, y ésta no tiene por qué no serlo. Desde hace meses, el Presidente de la República ha hecho constantes llamados a la unidad, es tiempo de atenderlos.