El agua preocupa

Entre los temas de gran relevancia para una sociedad en que nuestro país ha acumulado rezagos impresionantes, están distintos aspectos que tienen relación con el agua; su costo, su calidad, su consumo, son vertientes en que se ha descuidado en demasía la atención que autoridades y población deben poner para que mejoren las condiciones de vida de los mexicanos y se pueda garantizar a las próximas generaciones que contarán con el vital líquido.

La semana que terminó los temas del agua estuvieron en el primer plano de la atención porque en un evento que reunió a organismos operadores de agua del país, se dieron cita expertos en cuestiones técnicas, ambientales, económicas, administrativas y de salud pública, entre otras, para poner en relieve lo que nos hace falta hacer para situarnos en un nivel aceptable.

En distintas partes del país, entre ellas la Zona Metropolitana de Guadalajara, no se paga por el agua que se consume el precio adecuado para garantizar que se suministre con calidad y eficiencia a todos. Hay un factor que por mucho tiempo ha contaminado las discusiones sobre las tarifas del agua que llega entubada a los domicilios, y ese factor es la politización que se hace sobre el tema cuando pasa por el trámite legislativo, en donde influyen posiciones partidistas que no siempre tienen relación con el interés general, sino con los de los políticos.

Los diputados locales de Jalisco están metidos en el debate sobre las líneas generales del Presupuesto de Egresos de 2009, y uno de los rubros en que ya se han externado las posiciones es precisamente el de las tarifas del agua. Hay un rechazo por parte de los tres grupos parlamentarios más grandes, a que las cuotas que se pagan sean más altas que la inflación anual; y hay indefinición sobre si es conveniente o no autorizar un nuevo endeudamiento al Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), al que se le exige que rinda cuentas sobre la utilización de sus recursos y su eficiencia administrativa y operativa.

El costo no lo es todo, pero debemos recordar, con perspectiva de largo plazo, que no hay agua más cara que la que no se tiene.