Alternativa

La Zona Metropolitana de Guadalajara ha crecido a pasos agigantados, tanto en extensión como en las necesidades de servicios, y cada vez resulta más difícil llevar éstos a toda la sociedad. Se trate de agua potable, drenaje, transporte o electricidad, las autoridades se enfrentan con el problema de buscar fuentes abastecedoras, puesto que la demanda crece de manera constante y parece no tener fin. Mientras tanto, los recursos naturales se agotan y se deben encontrar alternativas.

Concretamente, en materia de electricidad el problema se acrecienta, ante la proliferación de colonias y fraccionamientos en los municipios conurbados. Actualmente no se puede concebir un núcleo habitacional, por más apartado que sea, sin contar con energía eléctrica. La capacidad de las plantas generadoras de electricidad hasta ahora ha resultado suficiente, pero nadie garantiza que en un futuro más o menos próximo lo siga siendo; por ello es importante crear alternativas, partiendo del principio físico de que “la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma”.  Y esto viene al caso, porque la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales autorizó —con el aval del Gobierno del Estado— a la Comisión Federal de Electricidad el reinicio de los trabajos de exploración y explotación geotérmica dentro del Bosque La Primavera.

Las plantas geotérmicas aprovechan el calor generado por la tierra. A varios kilómetros de profundidad en tierras volcánicas los geólogos han encontrado cámaras magnéticas, con roca a varios cientos de grados centígrados. Además, en algunos lugares se dan otras condiciones especiales, como son capas rocosas porosas y capas rocosas impermeables que atrapan agua y vapor de agua a altas temperaturas y presión y que impiden que éstos salgan a la superficie. En La Primavera se localizan estas últimas condiciones.

Qué bueno que se haya dado luz verde a este proyecto que vendrá a beneficiar a Guadalajara y su zona conurbada. Pero habrá que cuidar que el bosque, pulmón natural de la ciudad, se vea lo menos afectado posible, y esa vigilancia tendrán que hacerla las autoridades que han aprobado el programa y quienes lo han avalado.