Presupuesto 2010 dará continuidad a la recuperación

CIUDAD DE MÉXICO.- El subsecretario de egresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Dionisio Pérez Jácome, destacó que el sector oficial tiene la meta de reducir 100 mil millones de pesos en bajar sus gastos de operación,  lo que implicará recortar apoyos en prestaciones personales de la burocracia y congelación de nuevas plazas, con excepción en los ramos de la seguridad pública y las fuerzas armadas.

También trajo a colación que con el decreto de la desaparición de Luz y Fuerza del Centro, el presupuesto se reforzó al haberse logrado una reasignación de recursos por 18 mil millones de pesos.

El subsecretario estuvo en esta ciudad en la ceremonia de clausura de la XXXVII Convención anual del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), cuyo nuevo titular Gustavo Rodarte de la Serna, ocupó el cargo que desempeñaba Pedro Núñez Rodríguez.

En su intervención, el funcionario federal expresó que el presupuesto de 2010 dará continuidad a la recuperación que ya se observa en la economía mexicana a últimas fechas, como el crecimiento del PIB en 2.93 por ciento en el último reporte trimestral, así como un aumento de 7.9 por ciento en ventas a menudeo en cadenas comerciales, a 16 por ciento de alza en exportaciones automotrices, así como a la estabilidad que se tiene en el tipo de cambio y en el comportamiento a la baja de la inflación. Pérez Jácome dijo que hay bases para que el país crezca a 5 por ciento del PIB a fines del sexenio.

Por su parte, el analista del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), Carlos Elizondo Mayer-Sierra, subrayó que en lo resta del sexenio no se ven intentos del Congreso de la Unión, dominado por el PRI, de hacer cambios de fondo con reformas estructurales que dieran más competitividad al país, por lo que éste seguirá estancado con tasas de crecimiento del orden de 3 por ciento.

Este investigador indicó que ante la renuncia de los partidos dominantes a cambios de fondo, urgen acciones de la sociedad para acelerar cambios necesarios para que el país despegue como lo han hecho otras naciones, como el caso de Brasil.