Viernes, 13 de Diciembre 2024
México | El poeta se indigna por la aprobación de la norma; pedía impulsar una más humana

Ley de seguridad confronta a Sicilia con legisladores

Manlio Fabio Beltrones afirma que los compromisos adquiridos con el escritor serán tomados en cuenta

Por: EL INFORMADOR

El poeta lamenta que la traición sea algo que esté arraigado en el corazón de la clase política. EL UNIVERSAL  /

El poeta lamenta que la traición sea algo que esté arraigado en el corazón de la clase política. EL UNIVERSAL /

-Ley de seguridad tendrá cambios,
  aclaran legisladores a Sicilia


CIUDAD DE MÉXICO (04/AGO/2011).-
La aprobación en lo general de la ley de seguridad nacional provocó la indignación del poeta Javier Sicilia, quien lamentó que la traición sea algo que esté arraigado en el corazón de la clase política.

El escritor, guía del Movimiento por la Paz, recordó que hace ocho días pidió parar la norma para impulsar una más humana. “Y no dijeron ni sí ni no. Si avisan ahí que no la van a echar para atrás, nos hubiéramos quedado mucho más tarde en la reunión en el Castillo (de Chapultepec)”.

El presidente del Senado, Manlio Fabio Beltrones, afirmó que los compromisos adquiridos con Sicilia serán tomados en cuenta, incluyendo la citada ley. Recordó que se reservaron todos los artículos “para iniciar una revisión a fondo, que satisfaga las preocupaciones que se tienen al respecto”.

La minuta que fue dictaminada el martes consta de 20 artículos enmendados, de los cuales los correspondientes a los capítulos I y II son los más controversiales, porque tratan sobre la instauración de nuevas facultades jurídicas para las Fuerzas Armadas y la Policía Federal (PF).  

El capítulo trata sobre la declaratoria de afectación, que no es más que la Declaratoria sobre el Estado de Excepción o estado de sitio en zonas del país.  

La reforma —que no lo será hasta que el pleno de los 500 diputados la apruebe, presumiblemente en septiembre próximo— plantea que el Ejército, la Marina y la PF podrán revisar en la calle a cualquier persona para interrogarla, así como examinar sus pertenencias y su domicilio.

También otorga a los soldados y marinos a entrar a cualquier casa que un testigo anónimo señale como lugar de delincuentes o de venta de droga, así como la facultad de intervenir conversaciones telefónicas.

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