Lavacoches narra cómo sobrevivió a masacre en Tepic

TEPIC, NAYARIT (01/NOV/2010).- Uno de los empleados del autolavado Gamboa, donde fueron ejecutados 15 jóvenes, logró sobrevivir a la masacre sin ningún rasguño, gracias a que fingió estar muerto y ahora "da gracias a Dios" por esta nueva oportunidad de vida.

Este hombre, cuya identidad mantiene en el anonimato por obvias razones, aún temblando relató los hechos sin poder creer que estuviera vivo para revivir el terror que vivió al escuchar las ráfagas de "cuerno de chivo", los gritos de angustia de sus compañeros y el operativo de los asesinos.

"Aquella mañana del miércoles 27 de octubre, como todos los días cumplía con mis labores dentro del auto lavado donde también chambeaban varios compañeros como yo, que estábamos en rehabilitación por drogas... Había varios carros que lavar, y uno de ellos ya lo había terminado”, recordó.

"Me fui a un puestito de frutas donde se encontraba el auto al que me tocaba tallar las llantas, cuando de pronto se detuvieron unas camionetas de donde se bajaron los sicarios y comenzaron a disparar contra mis compañeros", sostuvo.

Entre los gritos de las víctimas aterrorizadas y el de los pistoleros que le disparaban "prácticamente a todo lo que se movía", este hombre que se encontraba agachado, rápidamente se tiró al piso boca abajo y con los brazos extendidos, aparentando estar muerto.

"Estaban matando a todos y en mi mente, algo me indicó que tenía que estar quieto para no llamar la atención de los asesinos y me hice el muerto", agregó.

Fueron unos minutos, quizá 3, 5 ó 10, que para él se convirtieron en una eternidad y a su vez, pensaba que en cualquier momento también lo acribillarían.

"Cerré los ojos y no tengo palabras para decirle todo lo que sentí y oí en esos momentos", detalló.

Así estuvo quieto, hasta que se percató que los vehículos de los sicarios se retiraban a toda velocidad y que la gente de los locales y casas vecinas comenzaba a gritar... a la distancia, el sonido de las sirenas policíacas que se acercaban.

Otras tres personas se encontraban malheridas y pedían ayuda, él se levantó poco a poco y miró consternado la escena macabra de sus compañeros muertos entre charcos de sangre.

"Pronto comenzó a llenarse el lugar de policías y después de paramédicos quienes se acercaron conmigo pero les dije que no tenía nada, que nomás estaba asustado".

A los pocos minutos, agentes policíacos lo trasladaron a sus instalaciones para interrogarlo. Les dijo que no había visto nada.

Hoy este hombre, se encuentra cerca de su familia y da gracias por esta nueva oportunidad de vida... estuvo en la masacre de Tepic y vivió para contarlo.