IFE y TEPJF se ven sólidos en el exterior

CIUDAD DE MÉXICO.-El IFE y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) se siguen viendo como instituciones fuertes y confiables, que crujieron en la contienda de 2006, pero que no se quebraron, dijo Jean Pierre Kingsley, presidente de la Fundación Internacional para Sistemas Electorales (IFES por sus siglas en inglés), con sede en Washington.

Este especialista, de origen canadiense, que por 17 años encabezó el organismo electoral de su país y que ahora preside una fundación que apoya el desarrollo de las sociedades democráticas, consideró favorables las nuevas reglas electorales en México y descartó que en el capítulo de medios se atente contra la libertad de expresión.

No le sorprende que haya quienes estén inconformes, porque las críticas sólo se pueden dar en las democracias. En su opinión, el que se haya decidido gastar menos en las campañas políticas y ejercer un mayor control sobre la presencia de los partidos y candidatos en los medios, atiende una demanda de la población.

Jean Pierre Kingsley y Karina Perelli, presidente y vicepresidenta de IFES, de visita en nuestro país, se reunieron en privado con legisladores, magistrados del tribunal federal electoral y consejeros del IFE, para intercambiar impresiones sobre las nuevas reglas electorales, que estarán a prueba en los próximos comicios.

Kingsley fue entrevistado después de su encuentro con senadores del PAN, PRI, PRD y Convergencia en la Cámara Alta.

—¿Qué juicio tiene usted de las nuevas reglas electorales en México?

—Fueron producto de un proceso muy elaborado. Hubo cambios fundamentales que fueron incorporados, que modificaron el papel del tribunal y del IFE. Las autoridades de ambas instituciones se están tomando esto muy en serio y haciendo los preparativos necesarios para ejecutar el mandato que se les ha conferido, para servir al pueblo mexicano, como siempre lo han hecho.

—¿Se sigue pensando en el extranjero que las instituciones electorales de México son fuertes y confiables?

—Por supuesto.

—¿Le parece un acierto que se haya decidido utilizar tiempos del Estado para la difusión en lugar de que los partidos derrochen recursos en su propaganda?

—Es un cambio que en mi opinión está muy cerca de la realidad mexicana y explica por qué la gente lo ha aceptado. Creo que esto le servirá al sistema, porque son valores importantes para los mexicanos. Hubo reconocimiento de que se requería más de lo que ya existía en lo que se refiere a los controles y la necesidad de reducir esos montos.

—¿Qué les diría a los medios o ciudadanos que creen que se atenta contra la libertad de expresión?

—Entiendo ese argumento, porque México es una democracia, por ello tienen la oportunidad de hacer esa aseveración.

—¿Se está limitando la libertad de expresión?

—En cualquier democracia, uno nunca puede tener una libertad absoluta de expresión, hay límites razonables, y lo razonable de esos límites se refiere directamente al sentimiento de la gente. La gente es el último juez de lo que se considera razonable, justo y que le permite que el mensaje le llegue.

—¿Le parece que son razonables las actuales reglas de México?

—Creo que han logrado superar la prueba de satisfacer las aspiraciones del pueblo de México. Es lo que creo.