Sábado, 20 de Abril 2024
México | El edil lamentó que se busque estigmatizar a un pueblo en general

Gobiernos federal y estatal me dejaron solo: alcalde de Quecholac, Puebla

El edil lamentó que se busque estigmatizar a un pueblo en general, sobre todo cuando es de ‘mucho trabajo y de productividad’

Por: SUN

PUEBLA, PUEBLA (11/MAY/2017).- Desde el llamado "Triángulo Rojo", donde operan bandas de robo de hidrocarburo, el presidente municipal priísta de Quecholac, Puebla, Néstor Camarillo Medina, criticó que los gobiernos federal y estatal no hayan volteado a la sociedad para frenar esa descomposición social que hoy se vive en toda una franja de Puebla.

En Quecholac, en el poblado de Palmarito, un enfrentamiento entre el Ejército y ladrones de combustibles dejó un saldo de cuatro militares y seis civiles muertos el pasado 3 de mayo.

Ayer miércoles, dos videos sobre esos hechos fueron difundidos en redes sociales. El primero en ser revelado muestra cuando un presunto soldado realiza una presunta ejecución extrajudicial a un hombre. En el segundo, se observa cuando una persona que fue sometida por los presuntos elementos castrences mata a un militar.

En este marco, el presidente municipal de Quecholac señala que "esta descomposición es culpa de todos, gobierno federal, estatal lamentablemente no han volteado a la sociedad hasta ahorita, siempre pedí rescate de espacios públicos, apoyo para escuelas y a mis capacidades ha sido imposible lograr recuperar el tejido social y creo que este problema ahora no nos debe preocupar sino de ocupar".

Camarillo Medina llegó a la alcaldía de 25 años y hoy cuenta con 29, que lo convierte en el alcalde más joven de los 217, pero hoy enfrenta una de las más fuertes crisis de su administración derivado del enfrentamiento a tiros entre fuerzas militares y presuntos "huachicoleros", así como por la aparición de videos donde se aprecia una presunta ejecución extrajudicial por parte de militares.

“No son formas de aplicar la ley”

"Lo lamento muchísimo, estoy muy indignado, si se comprueba la veracidad de los videos recientes, no son las formas de aplicar la ley, de abusar del poder; es un problema que nos compete a todos, no sólo los tres órdenes de gobierno sino a la sociedad de que salgamos juntos y hoy lamento que se condene a todo un pueblo", dijo.

Al respecto, el edil lamenta que se busque estigmatizar a un pueblo en general, sobre todo cuando es de “mucho trabajo y de productividad”.

El ex diputado local y federal suplente recordó que la junta auxiliar de Palmarito, donde hubo los enfrentamientos, es la más productiva del estado de Puebla, pues, dice, se cultivan en más de dos mil hectáreas hortalizas que no sólo son para el mercado interno, sino para exportar a Japón, Irlanda, Estados Unidos y Canadá.

Las cámaras de seguridad

La familia de Camarillo Medina es originaria de Quecholac, incluso su padre, Julian Isidro Camarillo Mirón fue alcalde en el periodo 2005-2008, por lo que sabía a lo que se enfrentaba al buscar la presidencia municipal e invirtió en educación para revertir el problema delictivo, pero lo dejaron solo, asegura.

"Si, sabía que el reto era muy difícil, incluso entré por eso, porque las principales preocupaciones de la sociedad eran los temas de la seguridad, pero sabía que la inseguridad no se combatía con más policías o patrullas", agrega.

El edil presume de haber duplicado el número de elementos policiacos y de patrullas, así como de instaurar un programa de video vigilancia con más de cien cámaras y botones de pánico, pero dice que en realidad invirtió la mayor parte de su presupuesto en educación.

"Muchos años estuvo abandonada la educación, creamos dos universidades, creamos bachilleratos y primarias, sabía que no era un problema que se solucionaría contratando más policías sino invirtiendo en educación", señala Camarillo.

Las ingadatorias que se tienen hasta ahora es que en ese sitio del municipio de Palmarito del municipio poblano de Quecholac estaban colocadas en un predio, en un muro, dos de cuatro cámaras. Lo que se presume es que a través de ellas los "huachicoleros" monitorean ese paso que es el acceso principal a la localidad.

Sin presiones del crimen

En los casi cuatro años de su gestión, el edil aclara que jamás ha recibido algún tipo de presión de la delincuencia organizada, aunque en este momento las presiones que tiene son de la sociedad por encontrar paz y justicia de los hechos ocurridos el pasado 3 de mayo.

"No, para nada, afortunadamente no; sabemos los riesgos que corremos por estar al frente del municipio. Hoy más que una presión delictiva es una presión social, la gente su primer contacto es el gobierno municipal y hoy la gente exige justicia y apoyo... Hoy recibo esa presión, pero social", dice.

Niega arrepentirse de haber buscado la alcaldía, aunque acepta que jamás pensó que "fuera tan difícil o complicado, pero jamás me voy a arrepentir".

Hace llamado a la paz, a que la sociedad siga caminando por la ruta de la tranquilidad, pero también exige a las autoridades estatales y federales justicia, "porque si bien hay gente que mereciera una sanción también hay mucha gente inocente que está pagando las consecuencias de este problema".

Y pide a esos dos órdenes de gobierno ayuda para Quecholac: "Que me ayuden a que mi pueblo este tranquilo y echado para adelante, porque yo sólo no puedo, es momento de unirnos todos".

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