Viernes, 26 de Abril 2024
México | Por Ramón Zurita Sahagún

De frente y de perfil

Los horrores de San Fernando*

Por: EL INFORMADOR

Unos de los pasajeros se acercó llorando al “comandante” implorándole: “Por favor señor, yo no quiero hacer esto, le doy todo el dinero que traigo y mi casa, pero déjenos ir”.  El “comandante 40” lo miró fijamente a los ojos, le quitó el mazo y le dijo: “Está bien p… maricón, vete” y tan pronto el hombre dio la vuelta le pegó con el mazo en la cabeza con una fuerza brutal, el hombre cayó al suelo bañado en sangre y “el 40” se puso como loco dándole golpes en la cabeza con el mazo como 20 veces hasta que quedó desecha totalmente.

“Esto es lo que tienen que hacer h… de p…., usar los hue..., el que no quiera que me diga y yo le parto su m…”. Todos los hombres comenzaron a pelear entre sí.

El chofer del autobús seguía con el hombre que lo interceptó junto con las mujeres y los niños dentro de la unidad. Ahí subieron varios hombres armados más y bajaron a las muchachas que les parecían más guapas, mientras les gritaban “muévete p…” todas lloraban y gritaban al igual que los niños; uno de ellos gritó: “A ver, dénme a sus cachorros” y las madres lloraban abrazando a sus hijos, que iban desde recién nacidos hasta los ocho años como máximo. Los niños se aferraban a sus madres mientras se los arrebataban los sicarios. Los bajaron a todos y se los llevaron, mientras otros delincuentes golpeaban  a las mujeres que quedaban en el autobús.

A las jóvenes que bajaron las llevaron a una casucha donde había más mujeres jóvenes, todo estaba oscuro y sucio, y se escuchaban gritos y lamentos, ahí les arrancaron sus ropas y las comenzaron a violar.

Dentro de esa casucha había aproximadamente 30 mujeres que estaban siendo violadas, otras más estaban despedazadas en el piso.

A los niños los llevaron a otra parte, en donde había unos tanques con ácido, ahí los aventaban;  se oían los gritos de dolor mientras se desasían. Y los sicarios sólo reían a carcajadas. Uno de ellos les gritó a los demás: “Ya va a estar el caldo”.

El hombre le ordenó al chofer que encendiera la unidad, y lo dirigió hasta un lugar en donde vio a todos los que había separado del grupo por estar viejos o débiles, estaban tendidos en el piso en una línea amarrada de los pies y de las manos. “Pasa por arriba de ellos” le dijo el sicario al chofer.

El conductor lo miró atónito, no podía creer lo que le ordenaba. “Que pases por arriba de ellos o te pongo ahí para que te lleve la ch… a ti también p…” le gritó el sicario al chofer a quien no le quedó más que hacer caso.

Mientras conducía podía sentir como si pasara por topes, pero la diferencia es que aquí podía escuchar los gritos de dolor de las personas que estaban abajo.

Las mujeres dentro del autobús lloraban sin parar por aquel hecho tan horroroso. Y los sicarios que iban dentro sólo reían. Hasta que terminó con la fila de personas, le ordenaron detenerse.

Fue ahí cuando el sicario le pego un tiro en la sien al chofer y empezó a dispararles a las mujeres abordo.

Bajaron y le prendieron fuego al autobús. El “comandante 40” reunió a todos “Los Zetas” y les dijo: “Ya estuvo bueno de diversión por esta noche c... Traigan a los ganadores” y trajeron a los que habían matado a su contra con el mazo y les dijo: “Bienvenidos al grupo de fuerzas especiales ‘zeta’, el otro ejército”.
 
Narcofosas

El asunto de las narcofosas rebasa los límites de Tamaulipas y entra en Durango y Nuevo León, donde se presenta el mismo horror con decenas de cadáveres enterrados de forma clandestina y apilada.

El asunto da para más y podría extenderse a otras regiones del territorio nacional, mostrando lo cruenta, descarnada y espeluznante que es la violencia en su máxima expresión, y evidencia la torpeza de todos los niveles de Gobierno que no encuentran la forma, ni los métodos para frenar esta masacre.

MAM VS ABM

El miércoles se generó el primer roce de los muchos que podrían producirse en fecha cercana, si es que la perredista Alejandra Barrales Magdaleno y la priista María de los Ángeles Moreno, son postuladas por su partidos como candidatas al Gobierno del Distrito Federal.

La diputada local y la senadora chocaron alrededor de la reforma política, donde no se tomó en cuenta al Distrito Federal.

Los cinco coordinadores de las fracciones que hay en la ALDF llegaron hasta el Senado para manifestar su molestia por esta exclusión.
 
Esthela Ponce

Esthela Ponce Beltrán se convirtió en la primer priista en gobernar la capital de Baja California Sur, La Paz, en cuando menos cuatro administraciones y también en la primera alcalde capitalina de cuatro años y medio.

La ex dirigente del organismo de mujeres del PRI y dos veces diputada federal asumió el cargo obtenido en los comicios de febrero pasado y hace renacer las esperanzas de un priismo que había sido relegado hasta el cuarto sitio en esa entidad.

Su toma de posesión congregó a la gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega Pacheco; la alcaldesa de Aguascalientes, Lorena Martínez y Lourdes Quiñones, dirigente del organismo priistas de mujeres, entre otras.

* Segunda y última parte. Esta es una pequeña historia de lo que sucede en San Fernando, Tamaulipas, narrada por uno de los escasos sobrevivientes. Por su importancia la compartimos, excusándonos de las palabras altisonantes contenidas en ella.

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