México | Conformación de la cámara alta Cordero presidirá el Senado; Emilio Gamboa, la Jucopo Los coordinadores de los tres principales partidos políticos llegan a un acuerdo; el miércoles se instalará la LXII Legislatura Por: SUN 27 de agosto de 2012 - 01:16 hs Acuerdo. Los coordinadores Ernesto Cordero, Emilio Gamboa y Miguel Barbosa, en la conferencia de prensa. NTX / CIUDAD DE MÉXICO (27/AGO/2012).- Tras su primera encerrona formal como coordinadores parlamentarios, Ernesto Cordero (PAN), Emilio Gamboa (PRI) y Miguel Barbosa (PRD), determinaron que el panista será quien presida la Mesa Directiva del Senado. El priista encabezará la Junta de Coordinación Política (Jucopo), mientras que Miguel Barbosa el Instituto Belisario Domínguez. El acuerdo quedó listo después de una reunión privada en la Torre Mayor, y a dos días de que se lleve a cabo la sesión de instalación del Congreso de la Unión. Cordero Arroyo tendrá la tarea de conducir las sesiones, representar la voz de los 128 senadores ante los poderes Ejecutivo y Judicial, así como en eventos diplomáticos. Sin embargo, será Gamboa Patrón quien asuma el control del órgano que determina las asignaciones presupuestales y el cual conduce la negociación política para consensuar, por ejemplo, qué iniciativa sube al pleno, cuál punto de acuerdo se enlista en la sesión o qué dictamen se somete a votación. Barbosa defendió la estrategia que ha utilizado su partido en el Congreso. Dijo que las “tomas de tribuna” obedecen a una estrategia parlamentaria con un fin similar a la de quienes revientan el quórum para que no pueda votarse una reforma o una nueva ley. Con esta negociación se sentó un precedente, pues será la primera vez que la presidencia del Senado recaiga en un político (Cordero) sin experiencia legislativa y sin que en su currículum destaque algún cargo de elección popular. Gamboa, Cordero y Barbosa desayunarán con los coordinadores del Partido del Trabajo (PT), Manuel Bartlett, y del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Jorge Emilio González Martínez, el próximo jueves 30 de agosto. En cuanto a la conformación de bancadas, el Movimiento Ciudadano podría quedarse sin grupo parlamentario, ya que sólo cuenta con dos senadores y la ley exige cinco legisladores del mismo partido para conformarlo. Por lo que se prevé que su senadora Layda Sansores se una al sol azteca. En el caso del Partido Nueva Alianza (Panal) sólo hay una senadora: Mónica Arriola, hija de Elba Esther Gordillo Morales. Afinan comisiones El Revolucionario Institucional busca pasar de 16 presidencias de comisiones a 24. En conferencia, Gamboa Patrón explicó que la distribución se afinará durante septiembre, pero dejó claro que “esta asignación debe representar la fuerza que tiene cada una de los partidos políticos representadas en el Senado”. El PRI busca mantener dos presidencias clave para sacar adelante las reformas estructurales e iniciativas que empuja Peña Nieto: Puntos Constitucionales y Gobernación, las cuales no dejaron de estar en manos del tricolor ni siquiera cuando esta fracción fue más pequeña que el PAN. Con este planteamiento del tricolor, el PAN presidiría 18 comisiones; el PRD, 13, una menos; el PVEM cuatro, y se proyecta que Arriola obtenga una presidencia, aun cuando es la única senadora por el Panal. Al cierre de la edición se habían registrado 65 senadores electos, cifra suficiente para hacer quórum en la sesión de instalación de la LXII Legislatura, programada para el miércoles. EL DATOLos recursos asignados Los partidos en el Senado reciben mensualmente 34 millones 619 mil pesos para su funcionamiento. La Tesorería del Senado entrega a los grupos parlamentarios 18 millones 975 mil pesos al mes para operación y funcionamiento de comisiones. Pero no transparenta cuánto se asigna a cada una de las comisiones de las llamadas ordinarias y especiales. En el caso de los viajes, tampoco es posible tener una lista de los legisladores que los realizan. EL PAN ES CAUTELOSOEl PRD apoyará las reformas propuestas por el tricolorCIUDAD DE MÉXICO.- Los coordinadores del PAN y PRD en el Senado, Ernesto Cordero y Miguel Barbosa Huerta, respectivamente, se comprometieron a construir desde la oposición un diálogo permanente con el PRI. Incluso, el legislador perredista afirmó que estudiarán las tres iniciativas que presentará el tricolor en el Pleno a petición del candidato presidencial con ventaja en el cómputo del IFE, Enrique Peña Nieto. “Claro que sí (las tomaremos en cuenta) la disposición es que analicemos cualquier propuestas de las fuerzas políticas”. Peña Nieto propuso crear la Comisión Nacional Anticorrupción, ampliar las facultades del IFAI para revisar la transparencia y rendición de cuentas en los estados y los municipios, además de regular la publicidad gubernamental en los medios de comunicación. Barbosa Huerta explicó que entre los primeros acuerdos de las fracciones con mayor fuerza política representadas en el Congreso es “admitir” los planteamientos de todos y éstos se llevarán al análisis y la reflexión legislativa. “Vamos haciendo eso, hay voluntad política, y eso es lo importante”. Cordero se mostró más reservado, ya que dijo que él prefiere esperar a que el tricolor presente formalmente las iniciativas ante el Pleno a fin de estudiarlas “a detalle y con detenimiento”. “En ese aspecto es muy difícil pronunciarse porque no conocemos todos los detalles que son fundamentales para poder opinar de manera responsable y enterada”. ANÁLISIS El Congreso que asoma Enrique Toussaint, (periodista) Una década y un lustro de gobiernos divididos dejan una enseñanza irrefutable: la parálisis es el escenario más probable. Las grandes reformas nacionales necesitan consensos y las divisiones en las distintas materias son más que aparentes. Por un lado, Enrique Peña Nieto planteó, sin entrar en detalles demasiado específicos, una agenda de reformas que implican polarización automática. De entrada, la reforma energética claramente fragmenta al país en dos posiciones: los que quieren más inversión privada en la paraestatal y aquellos que prefieren un régimen puramente estatal. Peña Nieto se encuentra entre los primeros, y el PAN también ha declarado que la apertura a inversión privada es toral. Sin embargo, la izquierda se niega siquiera a discutir el tema, y en un país donde la privatización no acarrea las mejores percepciones, es difícil que Peña Nieto busque comenzar su gestión con un desgaste de tal magnitud. Ya lo vivió Felipe Calderón en 2008: propuso una reforma energética que automáticamente sacó a la izquierda a las calles. La reforma laboral atraviesa por un momento de pasiones y revanchas. Los panistas, empezando por Ernesto Cordero, no le perdonan al PRI su ambigüedad en la materia durante el segundo trienio de Felipe Calderón. Incluso, el PAN acordó apoyar la iniciativa de los senadores del PRI, que terminó bloqueando la bancada afín a Peña Nieto en la Cámara de Diputados. Cordero declaró que está abierto a negociar, pero en otras condiciones que el PRI no apoyará fácilmente, la democratización de los sindicatos, por ejemplo. En la reforma política ocurre algo similar: la izquierda y el PAN apoyarían modificaciones para fortalecer las facultades del Presidente, solamente si a cambio reciben la segunda vuelta, que significa que el PRI ceda en uno de los temas que más lo afecta electoralmente. De esta manera, tanto la reforma política y la reforma laboral representan un complejo laberinto de negociaciones e intereses, casi imposible conciliar. En el caso de la reforma fiscal, sin Acción Nacional como aliado, Peña Nieto no podrá hacer frente al desgaste político que significa proponer la extensión del IVA a alimentos y medicinas. Ésta, que es un propuesta que apoyó Manlio Fabio Beltrones en el Senado, no contará con el apoyo de ningún sector de la izquierda que se niega a “afectar la economía popular”. Por el otro lado, el PAN y la izquierda han decidido no dejarle a Peña Nieto todo el campo mediático para impulsar sus reformas. Por el contrario, tomaron el camino de las propuestas, y coinciden en algunos temas. Por ejemplo, como cada etapa poselectoral donde los ánimos siguen calientes y las acusaciones son reiteradas, una reforma electoral emerge. En este caso, hay un acuerdo en la futura oposición de “clavarle diente” a temas que fueron clave en esta elección: regulación del papel de los medios en las elecciones; dar mayor certidumbre y transparencia al trabajo de las encuestadoras y revisar a profundidad el modelo de fiscalización a posteriori que operó en este proceso electoral. Así, tal parece que este será un Congreso donde nadie tiene prohibido pactar con nadie. Las alianzas serán ad hoc en la medida en que los intereses de los partidos confluyan. No habrá alianzas eternas ni rivalidades insuperables. Dependiendo el tema, Peña Nieto tendrá que elegir a su acompañante, el resultado de los gobiernos sin mayorías. Adiós al discurso Difícilmente Enrique Peña Nieto será, por lo menos en la primera parte de su sexenio, un mandatario reformista. Ya sea por los equilibrios en el Congreso o por el contexto de polarización política tras las elecciones de julio, la realidad es que el priista aterrizará en Los Pinos con mucho menos poder del previsto. Sin embargo, ante estas condiciones, Peña Nieto tiene una decisión que tomar: se seguirá aferrando a las tortuosas reformas estructurales que implican ceder terreno en otras materias del debate público y pasar, en sus primeros 100 días, por un proceso de desgaste que lo debilite, o recurrirá a las prerrogativas que ya tiene el jefe del Ejecutivo. El Presidente posee algunas atribuciones que no necesitan pasar por la aduana de las cámaras: facultades en materia fiscal vía decreto presidencial o capacidades en términos de regulación estatal, son dos ejemplos muy claros. Ante una legitimidad que sigue siendo objeto de debate en muchos sectores de la sociedad, Peña Nieto tendrá que ser preciso y no dar golpes sin rumbo. Las negociaciones de las reformas estructurales son eternas y los efectos políticos de su aprobación no necesariamente fortalecen políticamente al mandatario. Así, siendo realistas, a Peña Nieto se le abre un camino para la búsqueda del reformismo de las pequeñas cosas. Cambios muy particulares, acompañados con algunas propuestas modestas a reformas secundarias donde parece haber consensos (reforma electoral, es la más aceptada por las distintas bancadas), pueden mandar un mensaje de movilidad en un entorno políticamente poco apto para navegar por las turbulentas aguas de las reformas constitucionales. El equipo de Peña Nieto parece haber entendido el mensaje y la órbita de las prioridades pasó de las reformas estructurales (energética, laboral y fiscal) a una agenda más política que embona con una de las debilidades del próximo Gobierno, su vocación democrática. El consejo ciudadano anticorrupción, la reforma de las relaciones entre medios y el poder político, así como el aumento de la transparencia en el gasto en las entidades federativas, van por esa línea: una agenda realista de temas donde el PAN y el PRD han puesto mucho énfasis. Enrique Peña Nieto prometió eficacia, y un Congreso dividido augura justamente la otra cara de la moneda: parálisis. Así, más vale una agenda discreta y precisa, que replicar más de una década de fracasos legislativos. FACILIDADES LEGISLATIVASEmociona a diputados el servicio de peluqueríaCIUDAD DE MÉXICO.- Los nuevos diputados federales contarán en San Lázaro con una prestación adicional que les permitirá cuidar su imagen. Al acudir a acreditarse, varios legisladores federales descubrieron una comodidad adicional para el buen desarrollo de su trabajo: la peluquería de San Lázaro. “¡Imagínate, hay gratis hasta peluquero¡”, se escuchó con voz emocionada a un diputado primerizo mientras conversaba por su teléfono celular sobre sus experiencias durante su primer día de visita al Palacio Legislativo. Este representante popular, quien prefirió el anonimato, no fue el único que hizo el tour para conocer las instalaciones de la Cámara de Diputados y quedó sorprendido de tantas facilidades que les otorgan a los legisladores federales. Y es que además de la dieta, “apoyo legislativo”, seguro de gastos médicos mayores, personal a su cargo y oficinas, tarjeta IAVE para no pagar casetas en todas las autopistas y carreteras del país, vales de comida y seguro de vida, los nuevos diputados federales dispondrán del servicio de estilista por cuenta de la Cámara Baja, que en los tres años de la 61 Legislatura pagó un millón 191 mil 862 pesos por esa atención especial. Para facilitarles su labor legislativa, en la planta baja del edificio “E” del complejo de San Lázaro se localiza la peluquería, un remanso de paz con muebles de caoba, amplios sofás, televisión, cafetera y frigobar, que algunos —no todos— diputados visitan regularmente. El servicio puede ser de peluquería o barbería, pero también podrán solicitar atención para realizarse manicure, pedicure, depilaciones, cambio de tinte o aplicación de bases, transparencias o luces. Ahí podrán consentirse los representantes federales, pues la carga de trabajo no les permite hacerlo mientras están fuera “recorriendo su distrito”, en “reuniones”, en “labores de gestoría” o “en el partido”, como suelen explicar sus secretarias cuando no se hallan los diputados en sus curules en sus oficinas de la Cámara de Diputados o en las áreas de comisiones. PARA SABERCuesta caro En el histórico acumulado desde el año 2006, los pagos por el servicio de peluquería asciende a dos millones de pesos; esto, más los insumos empleados para tintes, tratamientos capilares, aparatos de secado y alaciado, además del lujoso mobiliario y bebidas. Temas Congreso Ernesto Cordero Elecciones México 2012 Lee También Explosión de polvorín consume vivienda de Chimalhuacán, Estado de México Hoy No Circula jueves 16 de enero: Autos que descansan en CDMX y Edomex Conciertos de J-Hope en México: ¿Cómo protegerte de los precios dinámicos? 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