México .- La narcoviolencia ha dejado en México una herencia trágica con miles de muertos y estrategias de miedo copiadas de grupos terroristas. Para muestra queda que en los últimos tres años, en México se han registrado al menos 50 decapitaciones.Un informe de la Cámara de Diputados que retoma cifras de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, destaca que la violencia extrema de los cárteles de la droga y sus sicarios es una estrategia para amedrentar a sus rivales, crear miedo y zonas de impunidad.El coordinador de la Subcomisión de Análisis Económico, Presupuesto y Fiscalización de la Comisión de Seguridad Pública de la Cámara de Diputados, Francisco Santos Arreola, expuso que de acuerdo con informes de la SSP, PGR y de las procuradurías estatales, en los últimos tres años se ha decapitado a 50 personas en México.Destacó que la inseguridad en el país sigue siendo la principal asignatura pendiente, ya que a pesar de los esfuerzos del Ejército Mexicano aún no se cuenta con policías ni una estrategia eficaz contra el crimen organizado.Santos Arreola, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), expuso en entrevista que la aparición de dos cabezas en Acapulco en 2006 fue el inicio de una guerra entre los cárteles de la droga, donde las víctimas ya no sólo son los sicarios y narcotraficantes.A su vez, el integrante de la Comisión de Seguridad Pública, Francisco Elizondo Garrido, dijo que se requiere un cambio de fondo en la estrategia contra la delincuencia organizada.El legislador del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) comentó que ciudades que estaban exentas de los "ajustes de cuentas" y guerra de sicarios, como el Distrito Federal y zonas turísticas como Cancún, ahora son escenario de enfrentamientos.De acuerdo con el informe legislativo que retoma conceptos de la SSP, son cuatro los objetivos que buscan las organizaciones criminales: "Intimidar a sus rivales con acciones de alto grado de violencia; atemorizar a la ciudadanía para crear una base social con miedo para generar espacios de impunidad". Asimismo inhibir a las autoridades para obligar a un repliegue en sus operaciones; y producir una contracultura en la que el narcotráfico es sinónimo de poder y éxito. Santos Arreola recordó que de acuerdo con funcionarios de la SSP las ejecuciones en las que los homicidas dejan mensajes explícitos, como lo son los casos de las decapitaciones; son una estrategia mediática copiada de grupos terroristas como Al Qaeda, para impactar a la sociedad. Dijo que sólo en 2007 hay oficialmente dos mil 500 ejecutados en México y en lo que va de 2008 la cifra ya llegó a los 250. De esa cifra hay 16 mujeres y tres niños asesinados por la narcoviolencia.NOTIMEX/ EL INFORMADOR/ Redacción/ EMD 03/ 02/ 08
