Buscan recaudación de 1.4% del PIB

CIUDAD DE MÉXICO (09/SEP/2013).- El presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Ricardo Anaya, quiso dejarlo claro: los legisladores no darán “ni nuestro aval ni nuestro rechazo anticipado” al proyecto de paquete económico para 2014.

Al recibir de manera formal las propuestas de Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos para 2014, así como las iniciativas de reforma hacendaria y seguridad social entregadas por el Poder Ejecutivo, el legislador aseveró que éstas serán analizadas con la convicción de que una política económica de Estado no sólo tiene que ser congruente, sino también integral.

La reforma hacendaria presentada por el Ejecutivo busca incrementar la recaudación en 1.4% del Producto Interno Bruto (PIB) para el próximo año, y llegar a 3% en 2018.

El Ejecutivo federal detalló que de esos recursos, un punto porcentual se canalizará a los estados y a los municipios del país. Los recursos adicionales se destinarán a rubros fundamentales para el desarrollo del país y de ninguna manera se reflejarán en mayor gasto para la burocracia.

Sin embargo, no será una negociación fácil. La industria refresquera mexicana dio a conocer que ya realiza un análisis de la iniciativa de reforma hacendaria que propone gravar las bebidas azucaradas.

''La industria está haciendo el análisis de la propuesta y no tiene una postura aún, en el sentido de que no es un impuesto exclusivo a los refrescos, sino a todas las bebidas con azúcares añadidos, a excepción de la leche''.

Al hacer entrega del paquete económico, el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, afirmó que México necesita una reforma hacendaria y de seguridad social para crear un sistema de seguridad social universal, con impuestos más justos y transparentes y que permita acelerar el crecimiento en lo inmediato, pero también a largo plazo.

Y expuso algunas características de la economía mexicana: no se ha crecido a la altura del potencial en los últimos 30 años, periodo en el que se ha dado un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de apenas 2% en términos reales en promedio.

Además, 72 millones de personas carecen de acceso a la seguridad social, y dos terceras partes de las personas mayores de 65 años nunca han cotizado al sistema de seguridad social y 37.6% de ellas no recibe ningún tipo de pensión o jubilación.

Dijo además que México es el único país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que no cuenta con un seguro de desempleo.

El funcionario destacó los altos niveles de obesidad de los mexicanos; el alto consumo de combustible entre la población; y la marcada desaceleración económica este año, derivada de factores externos, pero también por la pérdida de dinamismo de los factores internos.    

Ante este panorama, advirtió, la reforma hacendaria y el paquete 2014 deben considerar acciones que reconozcan el entorno económico y acelerar de forma decidida el crecimiento.

LA VOZ DEL EXPERTO
Podría tensar relación con empresarios

Luis Miguel González (director de El Economista)

La reforma hacendaria cumple con la premisa de hacer que pague más el que más tiene. Es muy fuerte respecto a recaudación y control fiscal de empresarios. Hay varias medidas como los impuestos a transacciones bursátiles, emisiones de carbono, bebidas azucaradas, impuesto a reparto de dividendos, y en términos generales la novedad es que mucha gente esperaba que hubiera un replanteamiento del IVA y no se tocara el ISR.

En relación con los impuestos a empresas y empresarios, queda la impresión de que va a implicar la primera grieta en la relación entre Peña Nieto y la clase empresarial, porque toda la reforma fiscal va orientada a cobrar más impuestos a empresarios.

Si esa tensión con los empresarios no se resuelve bien, podría haber fuga de capitales. Es muy claro que un impuesto a las ganancias en la Bolsa reduce el atractivo de invertir en ella, y por ahí puede haber salida de capitales.

En cuanto a la desaparición del IETU y el IDE, que en teoría se justificaban como impuestos de control, es una manera de tomar distancia respecto a la política fiscal de Felipe Calderón. Hay que recordar que son impuestos diseñados por el equipo de Calderón, en particular por Ernesto Cordero, y de manera simbólica entierran dos impuestos que definen lo que fue la política fiscal del Gobierno anterior.

Por el lado del gasto, el que México vaya a empezar a tener un seguro de desempleo y un seguro social universal es un cambio significativo. Sin embargo, esto cuesta más de 1.4% del Producto Interno Bruto (PIB) que se va a recaudar. No queda claro cómo se sustentarán los gastos que genera tener seguridad social universal y el seguro de desempleo, con los impuestos que se están anunciando. Tal vez se tendrá que aumentar la fiscalización o cobrar más y/o de mejor manera el predial.

Respecto al tema de Pemex, se esperaban muchos más detalles. Queda la sensación de que lo van a dejar para otro momento, que primero van a sacar la reforma fiscal.